jueves, 12 de julio de 2018

Ciudad perdida

El horror que deja Almeida // La gente merece una explicación
Miguel Ángel Velázquez
D
entro de unas horas se conocerá el nombre del nuevo secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, y esto se da en medio de una violencia creciente, sin parangón, y se acompaña de la irresponsabilidad –así se le calificó en la Asamblea Legislativa– de Hiram Almeida Estrada, secretario dimitente que deja las calles de la capital del país viviendo un episodio de muerte continua, cotidiana.
Almeida tendrá que ir a la ALDF a comparecer ante los diputados locales, quienes exigen explicaciones reales, creíbles, al horror que deja el funcionario que abandonará el cargo a finales de mes. La manifiesta incapacidad de Almeida, de la que hablamos en este espacio en varias ocasiones, se ha convertido en el bloque de desprestigio más pesado que carga el gobierno local, por más que José Ramón Amieva, cabeza de la administración local, ponga toda la fuerza del gobierno para tratar de aliviar el problema.
Entre los propios mandos policiacos se confirma, por ejemplo, que en Polanco el crimen organizado, concretamente la Unión Tepito, exige a los restauranteros derecho de piso. Lo mismo ha sido denunciado en las colonias Condesa y Roma hace ya buen rato, pero Almeida ni siquiera se dio por enterado.
Tal vez no quiso hacer nada. Eso es lo que va a tratar de averiguar la Asamblea Legislativa, donde hay una inmensa cantidad de cuestionamientos sobre el desempeño del secretario renunciante, quien en ese organismo al parecer no tiene quién lo defienda, por más que es un miembro del gobierno del PRD.
Pero decíamos que el nombramiento del que será un secretario efímero no tardará en darse a conocer, lo malo es que no sólo tendrá muy poco tiempo para crear una estrategia que cuando menos frene la violencia, sino que llega en un momento en el que los uniformados se han convertido en otro enemigo de la población.
Periodistas, taxistas y gente común han sido golpeados por la policía sin que suceda nada dentro de la corporación; por el contrario, la violencia de los uniformados también se incrementa. Todos los días se sabe de alguna barbaridad cometida por el cuerpo que debería brindar seguridad a los habitantes de la Ciudad de México.
De cualquier manera, y aunque se ha reservado muy bien el nombre de quién será el nuevo titular de la SSP en el gobierno de Claudia Sheinbaum, se ha dicho que la intención era, o es, traer a ese cargo a alguien que provenga de la Policía Federal, lo que sería un error grave. Basta ver lo qué pasa en el país para darnos cuenta de que allí en la SSP debe perfilarse alguien con la sensibilidad, el conocimiento y la idea que impulse el cambio que urge.
Seguramente la decisión ya está tomada y por el bien de la ciudad lo mejor sería que, sea quien sea, ella o él, ya esté en la tarea del traslado del poder. Aunque el diagnóstico esté muy hecho, el nombramiento, quizá por el momento, puede ser el más delicado en el gabinete de la jefa de Gobierno electa, y tendrá, casi de inmediato, el juicio de la gente. Ya veremos.
De pasadita
Entre quienes usan y leen los mensajes y correos de Internet hay ya un reclamo –parece justo– por el nombramiento que se hizo de Ricardo Monreal al frente de la bancada de Morena en el Senado, porque lo que avisa es que en esa cámara Morena nacerá dividida entre quienes apoyan al ex delegado de Cuauhtémoc y quienes aseguran que el jefe del grupo tiene que ser Martí Batres, aunque viéndolo bien lo grave sería que Monreal fuera a Gobernación, como muchos pretendían. Probablemente fue una buena jugada.

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