miércoles, 21 de marzo de 2012

Dinero


Los sismos de ayer: última llamada

Argentina también quiere otro acuerdo

Temblaba y no los dejaron salir del trabajo

Enrique Galván Ochoa

Después del dolor que dejó el terremoto del 19 de septiembre de 1985, ante la ira de la sociedad que reclamaba a las autoridades por haber permitido la construcción de edificios demasiado altos, y con defectos, fue establecida una nueva reglamentación que impuso restricciones a su altura. También se acordó detener el desarrollismo de la capital, incluso fueron trasladadas algunas dependencias a ciudades de provincia: el Inegi fue movido a Aguascalientes, Conalep a Toluca, el sector administrativo pesquero a La Paz, Capufe a Cuernavaca. Todo partió de un principio: el Distrito Federal se encuentra asentado en una zona sísmica, lo más probable es que algún día volvería a temblar y era necesario evitar que se repitiera la tragedia que costó la vida de millares de personas y enormes pérdidas materiales. Bien pronto se olvidaron los propósitos. La corrupción hizo un agujero en los reglamentos y nuevamente se están construyendo edificios con la altura que se había prohibido. La Seduvi, cuyo titular es Felipe Leal, se encarga de cambiar los usos de suelo a las necesidades de los clientes y en las delegaciones se cocinan los permisos de construcción. El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, no es ajeno a lo que está ocurriendo. El sismo de ayer, con sus réplicas, fue la última llamada. Tienen que parar el desarrollismo de la capital, ponerle dique a la falta de escrúpulos de las inmobiliarias y a la corrupción en Seduvi y las delegaciones.

Pocos tienen seguro

Entre los estragos que dejaron los sismos de ayer están más de 600 casas dañadas en Guerrero, pero faltan los reportes de otras entidades. En México hay 104 millones de primas de seguros de diverso tipo; protegen a personas y empresas, de acuerdo con la Amis (Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros). Sin embargo, los de viviendas en caso de temblor representan una parte mínima. Es relativamente bajo el costo de una prima para asegurar una casa o un departamento: 3 mil pesos anuales por cada millón de pesos del valor de la propiedad. El precario nivel de ingresos de la población, la falta de educación financiera y una escasa promoción hacen que la inmensa mayoría de las viviendas del Distrito Federal, y la República, carezca de un seguro.

Argentina también pide otro trato

Después del 3-0 que Brasil anotó a México en terrenos de la industria automotriz, ahora Argentina quiere repetir la jugada. El gobierno de Cristina Fernández siente que la exportación de automóviles ensamblados en nuestro país está abriendo un agujero en el superávit de su balanza comercial y quiere un trato –a su juicio– más equitativo. Recientemente los argentinos han exigido a las compañías que exportan productos y servicios que adquieran productos y servicios argentinos por el mismo valor. La noticia ha creado inquietud en la industria automotriz mexicana. Probablemente sería aconsejable que ya no se incluya a Bruno Ferrari en las negociaciones que tendrán que realizarse. Dicen que es ducho en derecho eclesiástico, pero no pega una en comercio, y menos ante tiburones como los brasileños y los argentinos.

El precio del crudo

Tradicionalmente las recesiones vienen precedidas de fuertes subidas del petróleo, así que la tendencia actual empieza a despertar temores sobre sus consecuencias. (Sólo en México los economistas que cobran en la nómina del calderonismo piensan lo contrario, y justifican los gasolinazos mensuales). En las semanas recientes el barril ha subido a más de 100 dólares –precio ya bastante alto– y la desazón es evidente. La escalada alcista amenaza con obstaculizar la recuperación de Estados Unidos, con frenar el ritmo de los países emergentes y con dar la puntilla a la Unión Europea, varios de cuyos miembros ya se encuentran en recesión, como Grecia. Se perfilan acciones para enfrentar la situación. Estados Unidos y Gran Bretaña están moviéndose en dirección de liberar parte de sus reservas estratégicas y Arabia Saudita se dispone a bombear más petróleo, incluso abriendo viejos pozos.

e@Vox Populi

Asunto: entre el temblor y el desempleo

Somos empleados de Compucom, empresa de outsourcing ubicada en un corporativo de Santa Fe, la cual provee servicios IT a usuarios de la red privada de una farmacéutica, ubicados mayoritariamente en Estados Unidos. Como tal se encuentra sometida a las reglas y necesidades de dicho cliente, lo que significa que la operación no puede interrumpirse bajo “ninguna circunstancia”, por que representa pérdidas económicas aparte de las del servicio. Nos pidieron no movernos de nuestros asientos en el temblor, y por increíble que parezca, en lugar de tomar las mínimas medidas de precaución, se nos indicó continuar trabajando tomando llamadas, pues al final ése es el negocio. No es la primera vez que sucede algo así, puesto que en el temblor del 7 de abril de 2011 ocurrió lo mismo y todavía no se ve la intención de tomar medidas de prevención en caso de sismo o incendio. Nadie denuncia ni se queja por miedo a perder su trabajo debido a las condiciones inestables de la subcontratación y porque al final el personal es fácilmente remplazable.

Empleados de Compucom

R: Lamentablemente a esas condiciones ha conducido la clase política al país: son tan escasos los empleos que es preferible jugarse la vida en un temblor a quedarse sin chamba.

Twitter

Durante el temblor las compañías de clase mundial (sic) Telmex y CFE mostraron el pésimo servicio que dan.

@jesus_torres_g

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FaceBook: galvanochoa

galvanochoa@yahoo.com • Foro: http://elforomexico.com/encuestas/

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