martes, 31 de julio de 2012

México SA

Economía “acechada” “Signos de debilidad” HSBC: lavado barato Carlos Fernández-Vega Contra lo que difunde el gobierno federal (la economía mexicana es la octava maravilla”), los indicadores más recientes confirman los signos de debilidad que en tal sentido reporta México, lo que no precisamente se traduce en bienestar para la población. Tras el proceso electoral, a la tradicional atonía económica del país se suman el lento comportamiento en el vecino del norte y el interminable berenjenal en el que se encuentra Europa, lo que repercute internamente y provoca señales de alerta para todos, menos para la fábrica gubernamental de discursos. De hecho, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados considera que la economía mexicana “se encuentra acechada” por la menor demanda externa, la debilidad en el envío de remesas, la delicada circunstancia que se observa en el mercado laboral, los bajos ingresos de las familias, que se traducen en menor consumo, y “la posibilidad de un debilitamiento del peso”, ya que, de acuerdo con la junta de gobierno del Banco de México, “nuestra moneda continuaría fortaleciéndose sólo si se reduce la incertidumbre en los mercados financieros internacionales, lo cual es un escenario poco probable dado el recrudecimiento de los problemas en la zona del euro, particularmente en España y Grecia”. La citada junta de gobierno, indica el CEFP, advierte sobre “el menoscabo que ha sufrido el balance de riesgos para el crecimiento, tanto de la economía mundial como de nuestro país”. Para el caso de la primera persisten dificultades vinculadas a la zona del euro, por la retroalimentación negativa entre el deterioro de la actividad económica, la vulnerabilidad de los bancos y la dificultad de acceso de algunos gobiernos a los mercados de deuda soberana; por el lado de Estados Unidos, las presiones provienen de la moderación en el ritmo de crecimiento de la producción industrial y de los principales componentes de la demanda agregada, así como por la falta de consolidación en la recuperación del empleo y la incertidumbre acerca del tamaño del ajuste fiscal que podría aplicarse en 2013. Todo ello repercute en los llamados “países emergentes”. En cuanto al balance de riesgo para el crecimiento de México, su retroceso está determinado por la intensificación de un escenario a la baja para la propia economía mundial, ya que la demanda interna sigue presentando un desempeño favorable, aunque algunos indicadores han registrado una ligera desaceleración. El CEFP apunta que particularmente en Estados Unidos algunos indicadores económicos tuvieron en junio un desempeño positivo aunque moderado, (como la producción industrial y los permisos de construcción), mientras otros, como el índice adelantado, continúan dando signos de desaceleración de la economía, y el mercado laboral se mantiene endeble. Resalta también el ajuste a la baja que realiza la Reserva Federal para el crecimiento económico de este país y la incertidumbre respecto al ajuste fiscal, que de llevarse a cabo podría provocar una nueva recesión económica. Y el margen de maniobra de la ultra dependiente economía mexicana se limita a observar lo que sucede en otras canchas. Por el lado del empleo en el país, el citado centro de estudios advierte que, desde el comienzo de la llamada “recuperación” económica, la tasa de desocupación se ha mantenido en niveles cercanos a 5 por ciento, es decir, el comportamiento económico no se ha traducido en puestos de trabajo para aquellos que perdieron su empleo durante la crisis, o bien, para quienes han entrado al mercado laboral por primera vez. Así, durante el sexto mes del presente año más de 400 mil mexicanos se incorporaron (intentaron hacerlo, mejor dicho) al mercado laboral, pero sólo 91 mil 564 personas (23 de cada 100) lograron emplearse en el mercado formal (cotizantes del Instituto Mexicano del Seguro Social). Por lo anterior, la tasa de ocupación en el sector informal se ubicó en 29.72 por ciento, la más alta desde que comenzó la medición del indicador. Asimismo, al haber sobreoferta de mano de obra, la subocupación también creció de manera importante, al situarse en 9.32 por ciento, la más alta desde abril de 2010. Finalmente, es previsible que ante una posible desaceleración de la producción industrial en Estados Unidos se afecte a la demanda de trabajo en las manufacturas mexicanas y con ello a la generación de empleo formal. Lo anterior se puede traducir en bajos salarios y en mayor precariedad del mercado laboral. Por lo que toca al consumo interno, el CEFP reseña que en mayo, las ventas de los establecimientos comerciales al mayoreo perdieron dinamismo al incrementarse 3.61 por ciento después de haber aumentado 4.77 por ciento en el mismo mes de 2011. Las ventas al menudeo, que reflejan el comportamiento del consumo interno, repuntaron 5.17 por ciento, tras haberlo hecho sólo 0.97 por ciento en mayo de un año atrás. Sin embargo, el índice de ventas minoristas se mantiene por debajo de los máximos observados antes de la crisis. En lo que toca a las remuneraciones medias reales, su evolución fue positiva en el mes que se reporta. El crecimiento anual de las ventas al menudeo en mayo estuvo por debajo del 5.4 por ciento anticipado por los analistas, aunque por arriba del 4.3 por ciento esperado por un grupo de especialistas. Bajo el análisis de corto plazo, con cifras ajustadas por estacionalidad, se observó otro panorama. Las ventas en los establecimientos comerciales al mayoreo redujeron su impulso, al pasar de un incremento de 0.37 por ciento en abril a 0.1 por ciento en mayo. En tanto, las ventas al menudeo se deterioraron al caer 0.22 por ciento, cuando un mes antes habían aumentado 0.92 por ciento. El empleo mejoró en los establecimientos mayoristas y minoristas. En los primeros aumentó (si a así se le puede llamar) 0.3 por ciento y en los segundos 0.03 por ciento. Las remuneraciones medias reales reportaron un movimiento mixto. En el primer tipo de establecimientos se mantuvieron en terreno negativo al caer 0.98 por ciento (en abril se redujeron 0.08 por ciento), mientras en los de menudeo perdieron dinamismo, expandiéndose en 0.64 por ciento tras el aumento de 0.93 por ciento de abril. Las rebanadas del pastel En el vecino del norte también se cuecen habas, aunque mucho más caras: HSBC “reservó” 700 millones de dólares “para hacer frente a las multas que tendrá que pagar en Estados Unidos por un caso de lavado de dinero, aunque podría ser significativamente más”. En México, donde esa institución financiera blanqueó la mayor cantidad (7 mil millones de dólares al crimen organizado), sólo pagó, si en realidad lo hizo, 28 millones de billetes verdes, es decir, 25 veces menos. ¿Dónde creen que la trasnacional volverá a “lavar”? cfvmexico_sa@hotmail.com

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