viernes, 22 de marzo de 2013

La reforma como señuelo


¡Terrorífico desde su bunker pide un año!

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Milenio
La reforma como señuelo
Epigmenio Ibarra
Más allá del calado real de la reforma de telecomunicaciones. Más allá incluso de la urgente y necesaria reordenación de la industria de la tv (a la quedesde mi punto de vistarenunció el Legislativo)para que la inauditainsana, peligrosísima concentración de concesionesfrecuenciascanales,sistemas en las manos de solo dos personas deje de constituir uno de los más pesados lastres para la democracia en MéxicoMás allá de las expectativas que la reforma ha producido y la cantidad exorbitante de minutos aire y líneas ágata que ha consumido hay,me pareceun asunto literalmente de vida o muerte al quesúbitamente, ya no se presta ninguna atención.

Justo en medio del vendaval originado por la reforma ha salido Enrique Peña Nieto a pedir plazo de un año ¿cuántos muertos más?— para resolver el problema de la violencia en nuestro paísUna violencia que no cesa que todos los días cobra vidas a lo largo y ancho del territorio nacionalUna violencia que, con la reforma como señueloha pasado a un segundo plano como si no estuvieran cayendo víctimas de las balas del crimen del fuego cruzado mexicanas y mexicanoscomo si la guerra hubiera sido solo un arrebato retórico, una invención de Felipe Calderón.

Nada es, me parecemás urgente prioritario que la vida, que atender el asunto de la violenciaque detener la sangríaCuando se han sufrido más de 70 mil muertes y casi 30 mil desaparecidoscuando tantas decenas de miles de mexicanas y mexicanos han sido desplazados de sus lugares de origencuando se vive una crisis humanitaria de enormes proporciones por los asesinatosdesapariciones, secuestros de miles de migrantes que se ven obligados a cruzar México espor decir lo menos irresponsable, por parte de quien gobiernano concentrarse de tiempo completo en la resolución de este problema.

En la guerra los plazos se pagan siempre con sangre y esa sangre suele ser de los jóvenes y de los más humildesEn el discurso de Peña Nieto, en el afán de bajar importancia mediática a la guerra contra el narcosubyace, me pareceuna intención de “normalización” de la violencia tanto o más nociva que la “normalización” de la muerte que traía aparejado el “se matan” entre ellos de Felipe CalderónHabría que preguntarles a las víctimas qué piensan del plazo que pide Peña Nieto. Habría que preparar la cantidad de ataúdes necesarios para satisfacer los ímpetus criminales durante estos 12 largos meses que tenemos por delante.

Más allá del México “exitoso”, del México que busca “modernizarse” está el México bronco,oscuroensangrentadoEl de la balacera y el derecho de piso. El de la zozobra y el miedoEl queante la ausencia del Estadobusca armarse y hacer justicia por propia manoconsumando así el colapso institucionalEse que los extranjeros siguen viendodel que siguen hablandodel que previenen a sus ciudadanos aunque los medios nacionalesenfrascados en otros debates o francamente alineados con el régimen, callen su existenciaYa sin spots la guerra continúa. Ya sin la indigna estridencia de Felipe Calderón continúatodos los díasengrosándose la lista de muertos, de levantadosde desaparecidos.

No digo que un asunto tan complejo pueda resolverse de la noche a la mañanaMenos que se trate de una solución que descanse única y exclusivamente en la aplicación de la fuerza del EstadoDigo que resulta insultantecasi tanto como las diatribas bélicas de Calderónese discurso machacón, superficial, típico de publicistasplagado de esloganesdel gobierno de Peña NietoNos quieren vender una realidad quedesde sus oficinas blindadas, rodeados de guardias, solo ellos creen y viven. Su prioridad, como tampoco la fue de Felipe Calderón, no es la vidasinoen este casoel negociola consolidación de la imagen de un gobierno reformador y exitoso.

Combatir la violencia implicanecesaria y urgentementeel combate de las causas que la generan. Librar la batalla para ganar al narco mentes y corazones exige no solo el abandono de la doctrina contrainsurgentesino la creación de condiciones materialesde oportunidadesempleoeducacióncultura, servicios de saludcondiciones de vivienda digna para esos millones que no tienen futuro algunoque sonrecordando a Frantz Fanonlos condenados de la Tierra y en tanto que condenados los más expuestos a la ley de plata o plomo del narco.

En un país como el nuestromarcado por la desigualdaddesquebrajado por la marginación y la pobreza de más de la mitad de sus pobladores es esta una tarea colosal que implica una energía, una entrega y una capacidad, por parte de los gobernantes, por completo inédita en MéxicoNo conocemos servidores públicos con esos tamañosAjenos a la lisonja y a la hipnosis de la pantalla de la tvTodo aquí se hace por y para la “imagen pública”Gobiernos de pantalla son los nuestros en una realidad dolorosamente jodida que no aparece jamás en esa pantalla.

Si un solo pacto ha de celebrarse por Méxicoese ha de ser contra la corrupción y la impunidad, los males endémicos de nuestro paísorigen último de la violencia que padecemosDe ellas nace y se alimenta el narcoPor ellos la línea entre política y delito se adelgaza tanto que desapareceA otros dejo el debate sobre el futuro de las comunicacionesYo vuelvo a poner el dedo en el mismo renglónPor la vidacontra la muerte.

http://elcancerberodeulises.blogspot.com
www.twitter.com/epigmenioibarra

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