miércoles, 7 de febrero de 2018

México SA

Sacudida en la BMV
Confianza disminuye
Inmoralidad electoral
Carlos Fernández-Vega
E
ra de esperarse el coletazo tras la caída del lunes en la bolsa neoyorquina (perdió 4.6 por ciento), de tal suerte que ayer, en los desplomados mercados bursátiles del planeta, prevaleció la histeria, y el mexicano no tenía por qué ser la excepción, pues sus principales indicadores se tiñeron de rojo y algunas empresas registraron pérdidas de hasta 12 por ciento.
Versiones hay muchas, pero ninguna explicación medianamente creíble sobre lo sucedido el lunes en la bolsa neoyorquina (cuyas pérdidas hicieron retroceder el Dow Jones a niveles no registrados desde hace siete años), pero lo cierto es que el golpazo nadie se lo quita, como tampoco el propinado a los mercados bursátiles del mundo, los cuales también debieron asumir importantes caídas.
Pero mientras estos últimos caían sin red de protección, ayer el Dow Jones reportó un incremento de 2.33 por ciento, proporción que no alcanzó a compensar el desplome del lunes (el cual, dicho sea de paso, se comió todas las ganancias acumuladas en lo que va de 2018). Sin embargo, dicha reacción no alcanzó a todos, y en los hechos los demás mercados bursátiles se incorporaron a la espiral de pérdidas.
En el caso nacional, ayer la Bolsa Mexicana de Valores llegó a reportar una caída de 3.36 por ciento en las primeras horas de operaciones, para cerrar la jornada bursátil con una pérdida de 2.16 por ciento en su principal indicador (el de Precios y Cotizaciones, que agrupa a las principales empresas privadas del país).
Cayeron, y fuerte, todos los indicadores del mercado bursátil mexicano, pero en el caso de las empresas que cotizan en él la gran perdedora de la jornada bursátil fue First Majestic Silver, con un desplome en el precio de sus acciones de 19.91 por ciento (lo que el gobierno no le hace al consorcio minero canadiense se lo cobra el sacrosanto mercado). Debajo de ella se registró a la viviendera Sare, cuyos papeles se hundieron 11.11 por ciento. Y en la tercera posición se ubicó Banco Santander, con una baja de 5.38 por ciento.
Otros consorcios perdedores durante la jornada bursátil de ayer fueron Casas GEO (-5 por ciento), Walmart (-4.35), Grupo Hotelero Santa Fe (-3.97), Urbi Desarrollos Urbanos (-3.93), Grupo Financiero Actinver (-3.86), Grupo Carso (-3.81) y Grupo Financiero Banorte (-3.77). En sentido contrario, entre las muy escasas ganadoras en la jornada bursátil de ayer se contaron Grupo Financiero Value, con un alza de 3.16 por ciento; IDEAL (de Carlos Slim), 2.5, y Rassini, 2.46.
El coletazo de la bolsa neoyorquina fue severo, aunque en el caso de nuestro país, como siempre, los voceros oficiales y los oficiosos se esmeraron para intentar minimizar el golpe, con todo y que en la Bolsa Mexicana de Valores participan unas cuantas empresas y un grupúsculo de inversionistas-especuladores que a duras penas representan 0.15 por ciento de la población total. Aun así, cuando se trata de ganancias, todas se privatizan, y cuando tocan pérdidas se socializan.
Pero no sólo en la Bolsa Mexicana de Valores se cuecen habas. Ayer se conoció el índice de confianza del consumidor (ICC, elaborado conjuntamente por el Inegi y el Banco de México) correspondiente a enero de 2018, el cual registró una caída de 3.1 por ciento en términos desestacionalizados.
En el mes de referencia, salvo el relativo a la situación económica en el momento actual de los miembros del hogar comparada con la que tenían hace 12 meses (queaumentó 0.3 por ciento), cayeron prácticamente todos los componentes de dicho indicador.
Así, otros cuatro indicadores registraron el siguiente comportamiento: situación económica esperada de los miembros del hogar dentro de 12 meses, respecto a la actual, cayó 1.4 por ciento; situación económica del país hoy día, comparada con la de hace 12 meses, bajó 2.2; situación económica del país esperada dentro de 12 meses, respecto de la actual, se redujo 2.4, y posibilidades en el momento actual de los integrantes del hogar comparadas con las de hace un año, para realizar compras de muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos, etcétera, se redujo 1.6.
De acuerdo con dicha información, el ICC cerró enero de 2018 en un nivel muy por debajo del reportado en el mismo mes de 2013, justo en el arranque del sexenio peñanietista.
De igual forma, en enero de 2018, de los 10 registros que dan cuerpo a los Índices Complementarios de la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor, ocho reportaron descensos. Sólo los relativos a las posibilidades actuales de comprar ropa, zapatos, alimentos, etcétera, comparadas con las de hace un año y posibilidades actuales de ahorrar alguna parte de sus ingresos registraron incrementos de 2.2 y 0.9 por ciento, respectivamente. Los demás cayeron en proporciones, que van de 11.3 a 1.1 por ciento.
En otro orden, el Inegi divulgó el Indicador Mensual de la Inversión Fija Bruta en México, con cifras al cierre de noviembre de 2017. La institución dio a conocer que en tal mes “la inversión fija bruta –que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de construcción– reportó una disminución real de 0.9 por ciento, con cifras desestacionalizadas. Por componentes, detalló, los gastos en maquinaria y equipo total retrocedieron 1.3 por ciento y los de construcción uno por ciento en términos reales, según datos ajustados por estacionalidad.
En su comparación anual, explica el Inegi, la inversión fija bruta cayó 4.1 por ciento en términos reales durante el mes de referencia. A su interior, los gastos en construcción se redujeron 6.5 por ciento y los de maquinaria y equipo total 1.1 por ciento en relación con el registro de noviembre de 2016.
Y el dólar, a 19.25 pesitos.
Las rebanadas del pastel
Al abordaje: en los comicios de este año se gastará la friolera de 45 mil 620 millones de pesos, monto similar al que implica reconstruir las zonas dañados por los terremotos de septiembre. Inmorales todos, ni las empresas políticas que algunos denominan partidos, ni las supuestas autoridades electorales han hecho el menor esfuerzo por reducir esa catarata de recursos públicos. Entonces, los damnificados que se jodan, porque primero está el reparto del pastel. Pero, cuidado, que esa cantidad podría incrementarse, pues algunos organismos públicos locales electorales y tribunales estatales electorales negocian aún ampliaciones presupuestales para asumir sus responsabilidades (La Jornada, Alonso Urrutia y corresponsales).
Twitter: @cafevega

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