jueves, 21 de julio de 2022

México SA


Injerencia gringa y canadiense // Viene el ogro; uy, qué miedo // Buitres externos e internos

A

los buitres externos se suman los internos, dependientes de aquellos: la derecha autóctona y sus serviciales voceros se regocijan tras el anuncio estadunidense y canadiense de que solicitarán, cada cual por su parte, consultas en el marco del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre las políticas energéticas de nuestro país, las cuales, dicen, podrían contrariar al espíritu de ese acuerdo trilateral.

Hay viene el ogro, y como diría el filósofo tabasqueño Francisco Hernández Mandujano, mejor conocido como Chico Che, uy qué miedo, mira cómo estoy temblando, porque todo lo que estamos haciendo en materia energética es de conformidad con la Constitución, con nuestras leyes, comentó el presidente López Obrador, quien musicalizó el ambiente de la mañanera de ayer con la canción de su paisano.

Resulta que la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, anunció que su país ha solicitado consultas de resolución de disputas con México bajo el T-MEC, relacionadas con ciertas medidas de México que socavan a las empresas estadunidenses y la energía producida en su país, y que resultan favorables para la Comisión Federal de Electricidad y Pemex.

Según dice la señora Tai, hemos expresado repetidamente serias preocupaciones sobre una serie de cambios en las políticas energéticas de México y su consistencia con los compromisos mexicanos en el marco del T-MEC; ello afecta los intereses económicos de Estados Unidos en múltiples sectores y desincentivan la inversión de los proveedores de energía limpia y de las empresas que buscan comprar energía limpia y confiable.

Enterado de lo anterior, el presidente López Obrador comentó: les molestó muchísimo lo de la ley eléctrica, sobre todo la resolución de la Corte, porque pensaban que en el Poder Judicial se iban a revertir medidas como lo del autoabasto y la Corte decide que éste es un fraude legal. Ya parece que el gobierno de Estados Unidos va a exponerse a que nosotros les contestemos que están apoyando a corruptos. Además, estamos actuando de conformidad con el interés público, defendiendo al pueblo de México en contra de empresas voraces, acostumbradas a robar, entre otras cosas. Pero el discurso de las energías limpias para hacer negocios sucios ya no funciona.

Recordó una anécdota: “cuando estábamos revisando lo del T-MEC ya habían negociado los del gobierno anterior un capítulo completo en donde se comprometía México con una política que nosotros consideramos violatoria de nuestra soberanía en materia energética, y como estábamos de observadores, era yo presidente electo, dije que eso no lo aceptábamos y que no iba a ser aprobado el acuerdo en el Senado si se sostenía ese capítulo. Se rompieron las pláticas como una semana, 10 días, presiones de todo tipo, del gobierno mexicano, porque ya habían aceptado.

“Recibí dos llamadas de Peña Nieto, muy preocupado; ‘es que se van a romper las negociaciones y se nos va a venir una devaluación y una grave crisis’. Le dije: pues no podemos nosotros hacer eso, cómo vamos a comprometer nuestra soberanía. Al final, porque nadie le quería informar al presidente Trump de lo que estaba pasando, decidieron informarle y dijo: ‘a ver, ¿qué quieren en México?’ Y nosotros redactamos el capítulo, y fueron dos párrafos que tienen que ver con el dominio de la nación sobre nuestra política energética.”

En efecto, el capítulo 8 del T-MEC –aprobado por las naciones firmantes– a la letra dice: “las partes confirman su pleno respeto por la soberanía y su derecho soberano a regular con respecto a asuntos abordados en este capítulo de conformidad con sus respectivas constituciones y derecho interno, en pleno ejercicio de sus procesos democráticos.En el caso de México, y sin perjuicio de sus derechos y remedios disponibles conforme a este Tratado, Estados Unidos y Canadá reconocen que a) México se reserva su derecho soberano de reformar su Constitución y su legislación interna; y b) México tiene el dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de todos los hidrocarburos (…) de conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Lo mismo en materia eléctrica.

Entonces, como dice López Obrador, ¿qué alegan? “Nada, son muy corruptos y no quieren dejar de robar, y tienen a sus intelectuales, periodistas, voceros, achichincles… Son más entreguistas que los ultraconservadores. Es increíble”.

Las rebanadas del pastel

Y ahora con ustedes, otro cártel: Alito Brothers.

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