viernes, 25 de septiembre de 2015

México SA

México en decaimiento
Coyuntura de 33 años
Urge modelo alternativo
Carlos Fernández-Vega
O
jerosa, cansada y sin ilusiones la economía mexicana mantiene su ritmo descendente. No hay quien la levante, ni siquiera los fabulosos cuan coleccionables discursos del ministro del (d) año, y al idílico México en movimiento la realidad impone su México es decaimiento. Como sucedió en 2013 y 2014, mes tras mes los principales indicadores se desinflan, y 2015 se sumará al ya grueso inventario de años perdidos de las últimas tres décadas.
El Inegi divulgó ayer la información más reciente (correspondiente a julio pasado) sobre la maravillosa tendencia de la economía mexicana: 0.1 por ciento decrecimiento con respecto a junio, y 2.1 por ciento en términos anualizados, lo que no alcanza ni para mantenerse a flote. La coyuntura, pues, ya cumplió 33 años.
Como bien apunta el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), México no ha podido superar el crecimiento inercial que ha mantenido durante las últimas tres décadas; los resultados del crecimiento del indicador global de la actividad económica (IGAE) continúan mostrando un magro avance, lo que nuevamente pone en evidencia un modelo económico de estancamiento estabilizador de inflación, sin la capacidad de generar mayor riqueza.
Resolver el acertijo del raquítico crecimiento económico requiere una nueva visión de país que permita restructurar la planeación y estrategias de mediano y largo plazos, más allá de las reformas, que atiendan de manera precisa los principales desafíos económicos y sociales, para lo cual se requiere una base productiva sólida que permita la autosustentabilidad de un nuevo modelo de desarrollo. El actual, defendido a capa y espada por seis gobiernos al hilo, no sirve para los mexicanos.
El IDIC detalla que las perspectivas de mejores resultados a corto plazo son endebles, ya que, además del débil entorno económico mundial, el ciclo industrial de Estados Unidos no muestra señales de recuperación que permitan generar expectativas de un mejor desempeño de la industria nacional en el corto plazo. Su tendencia se encuentra a la baja y además en terreno negativo.
La caída de la industria estadunidense, al igual que la disminución en el registro de exportaciones en México (una pérdida acumulada de 2.2 por ciento en el primer semestre del año) provocada por el menor dinamismo del vecino del norte, así como por el sector petrolero, incluso a pesar de la pérdida de valor del peso frente al dólar de cerca de 25 por ciento, auguran un escenario delicado durante el resto del año para la economía de México”.
Por si fuera poco, el entorno internacional no da tregua: el debilitamiento de China seguirá afectando la economía global, y el aparente respiro temporal de la Reserva Federal al mantener las tasas volverá a ser un factor de inestabilidad a corto plazo, sólo pospuso una decisión que propiciará nuevamente la incertidumbre en los mercados. En Estados Unidos la actividad industrial muestra ciclos a la baja en todos los subsectores más importantes para su contraparte en México, como son las manufacturas, la industria del cómputo y la electrónica, maquinaria y equipo, el automotriz, metálicas básicas, así como en la fabricación de bienes durables y no durables; sólo equipo eléctrico muestra una tendencia positiva.
En julio pasado la actividad industrial mexicana reportó un crecimiento de 0.7 por ciento, para una cifra anualizada de apenas uno por ciento, y hacia su interior destaca que la minería ha mostrado encontrarse en recesión, con una caída de 6.5 por ciento, profundizando la crisis que inició el año anterior. Por su parte, el subsector de la construcción evidenció el mejor desempeño con un crecimiento de 3.7 por ciento, mientras la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, al igual que las manufacturas, presentaron un avance de 2.8 por ciento en el mismo periodo.
Dentro de las manufacturas, detalla el IDIC, la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón se desplomó 10.3 por ciento, la industria de metálicas básicas 3.3; la industria química 1.5, y la impresión e industrias conexas 0.9 por ciento). Todas han mostrado tasas de crecimiento negativas durante el primer semestre del año. El resto de los subsectores presentaron avances positivos durante el periodo de análisis, donde la industria de las bebidas y el tabaco, la industria del cuero y piel, la fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos, el vestido, la industria de insumos textiles muestran además ciclos industriales al alza.
Por el contrario, pese al avance positivo en la mayoría de los casos de la industria alimentaria, la fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica, la fabricación de equipo de transporte, la fabricación de maquinaria y equipo, la fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir, la industria de la madera, la fabricación de muebles, colchones y persianas, la industria del papel, la fabricación de productos metálicos y la industria química, muestran sus ciclos industriales a la baja.
El IDIC apunta que si bien en términos generales se ha dado un crecimiento positivo en algunos renglones industriales del país, la evolución futura de estas variables se encuentra condicionada a los magros resultados presentados por la industria estadunidense. Por ejemplo, el comportamiento en muchas actividades puede verse afectado en su evolución en los siguientes meses debido al menor desempeño mostrado por su homólogo en Estados Unidos, donde muestra un ciclo a la baja.
Así, concluye el IDIC, pese a que existen aspectos positivos estos no son suficientes para que el crecimiento de la economía deje de ser inercial. La actividad productiva evidencia un entorno heterogéneo: por un lado, el buen desempeño de la economía depende del sector servicios, que no muestra la fortaleza necesaria para esperar resultados significativamente superiores durante el resto del año, mientras por otra parte, dos de los tres sectores económicos mantienen sus ciclos a la baja.
Las rebanadas del pastel
Si realmente estuviera del mismo lado (EPN dixit), el apanicado inquilino de Los Pinos hubiera actuado de inmediato, desechado la verdad histórica de Murillo Karam y creado, hace un año, la fiscalía especializada para la búsqueda de personas desaparecidas –que sólo hasta ahora ofrece–, la cual apunta a tener un resultado igual de ineficiente como el de tantas otras.
Twitter: @cafevega

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