Rumores acechaban reunión de Celac
e pronto las palabras del presidente de Uruguay, Luis Lacalle, parecían dar sentido a una serie de rumores que desde Washington habían corrido hasta la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en el Palacio Nacional de México, y que avisaban de algún intento por reventar la reunión.
La advertencia señalaba que Mauricio Claver-Carone, desde el año pasado presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, había logrado ciertos puntos de entendimiento con el presidente Lacalle, y que en razón de esos supuestos acuerdos el uruguayo había lanzado su ataque a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Vemos gravemente lo que ocurre
en esos países, señaló en la reunión.
Hasta ahora la figura del nuevo presidente del BID –tomó posesión del cargo en octubre pasado– parecía no haber establecido alguna ruta de acción, aunque sus antecedentes llamaron la atención de algunos analistas que suponían que pronto exhibiría sus tendencias hacia la derecha más conservadora.
Mauricio Claver-Carone, fue hasta hace muy poco director del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca y es miembro de una familia de origen cubano-español asentada en Miami, Florida, y sus estudios de doctorado los realizó en la Universidad Católica de América, ubicada en Washington.
No hace tanto Claver-Carone, en una visita por Uruguay, dio a conocer que ese país podría convertirse en una Silicon Valley del sur, así lo explicó al propio Lacalle, a quien le explicó, que Uruguay tiene condiciones financieras necesarias para convertirse en un centro de actividades (hub) digital para la región.
Claver-Carone rompe con una tradición que desde 1959 había establecido que un personaje latinoamericano sería quien presidiera el BID. Así, el que fuera asesor del ex presidente Trump, pertenece a un grupo de cuatro personajes (Carlos Trujillo, embajador de EU ante la OEA; Eliot Pedrosa, director alterno por Estados Unidos ante el BID, y Tomás Regalado, ex director de Radio Televisión Martí).
Para muchos observadores internacionales, Mauricio Claver-Carone ha encabezado acciones de todo tipo en contra de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Ecuador, y se sabe que ha sido director del grupo US-Cuba Democracy PAC, con el que se pretende llevar a Cuba, principalmente, a un gobierno de perfil neoliberal. De la misma forma ha estado al frente de un blog desde el que se criticaba la postura de Barack Obama hacia el gobierno cubano.
Aunque según se ha dicho, el ahora presidente del BID –que considera a México, Argentina y Chile como sus enemigos dado que se opusieron a su elección– tampoco es bien visto en la Casa Blanca, fue electo, en circunstancias aún discutibles, para presidir el banco por los siguientes cinco años.
Así las cosas, hace sentido la postura del presidente Lacalle y de algunos otros mandatarios que caminan, según parece, por el lado más conservador de la política latinoamericana.
De cualquier forma, la reunión de la Celac no reventó y la Declaración de la Ciudad de México
firmada por todos los asistentes, asegura en su tercer párrafo que: “reitera su compromiso con la construcción de un orden internacional más justo, inclusivo, equitativo y armónico, basado en el respeto al Derecho Internacional y en los principios de la Carta de la ONU, entre ellos la igualdad soberana de los Estados, la solución pacífica de las controversias (…) y la no intervención en los asuntos internos de los Estados. Reafirma su compromiso con la defensa de la soberanía y el derecho de todo Estado a construir su propio sistema político libre de amenazas, agresiones y medidas coercitivas unilaterales…”
De pasadita
Y para que no existan dudas de la agresión de la derecha ayer un voxista del PAN reclamó que se pagara a los médicos cubanos que estuvieron ayudando en la primera etapa de la pandemia, pero no quiso recordar que fueron los miembros de su partido en el gobierno los que inhibieron el desarrollo de nuevos profesionales de la medicina en el país, vaya cinismo.
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