Patología del poder
Turno de Rodrigo Medina
Primeras fosas, no son
AMLO no va contra Aguirre
Julio Hernández López
PLEGARIA POR EL RETORNO DE NORMALISTAS. Padres y madres de familia de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos volvieron a manifestarse en calles céntricas de Chilpancingo, esta vez en una marcha silenciosa que concluyó con una misa en la catedral de Santa María de la Asunción, donde se pidió por el pronto regreso con vida de los jóvenes. Al acto litúrgico también asistieron alumnos de la Normal Rural Isidro Burgos Foto Víctor Camacho
E
s una enfermedad generalizada. (Casi) Todo aquel que tiene poder se cree facultado para actuar drásticamente contra quienes denuncian, critican o se oponen a actos abusivos, corruptos e incluso criminales que son generados y protegidos por esas élites insanas. El país entero vive bajo la conmoción de los factores múltiples que desencadenaron en Iguala hechos de barbarie contra jóvenes estudiantes. La noche de la masacre, la poderosa esposa del presidente municipal igualteco ‘‘rendía’’ informe de labores al frente del DIF y tenía gran fiesta con pretensiones electorales (quería ser la próxima candidata del sol azteca, para recibir el mando de manos de su cónyuge) y al siguiente día el propio José Luis Abarca presentaría su informe oficial.
El activismo de los normalistas rurales de Ayotzinapa ponía en riesgo el lucimiento de esos ceremoniales y por ello hubo órdenes tajantes de frenar a los indeseados e imponerles castigos ‘‘ejemplares’’, operación ésta que cumplieron con barbarie los cuerpos policiacos municipales plenamente dominados por una banda del crimen organizado a la que pertenece como directivo uno de los hermanos de la esposa aspirante. Cadena de complicidades entre partidos, candidatos y autoridades que detonó la mayor crisis de la administración peñista y tiene ‘‘gobernando’’ sobre cenizas y polvorines a Ángel Aguirre Rivero.
Casi en todos los estados del país y en el plano federal (¿por qué el ‘‘casi’’?) se reproduce el modelo de autoritarismo exacerbado, con gobernantes, presidentes municipales, jefes policiacos y legisladores ejerciendo con obsesión un mando aplastante. Ayer tuvo oportunidad de confirmar su torpe insensibilidad el encargado del gobierno de Nuevo León, Rodrigo Medina, quien hoy rendirá un ‘‘informe’’ de labores. Estudiantes de instituciones de educación superior decidieron colocar en puentes viales de la zona metropolitana de Monterrey algunas mantas relativas a una pillería que se puede considerar menor, en el contexto del gran presupuesto que maneja esa entidad, cometida por una firma, Gefelek, que conforme a los datos oficiales disponibles parecería creada de manera expresa para conseguir contratos hormiga, sin licitación, y con actividades empresariales exageradamente diversas, que a la fecha le habrían reportado unos 10 millones de pesos (una bicoca, en el nivel oficial del saqueo institucionalizado).
Aun cuando a escala nacional ninguna corporación es capaz de detener a quienes colocan mantas o cuelgan cadáveres o cuerpos vivos en avenidas de gran circulación, en la capital neoleonesa los policías de la Fuerza Civil apresaron con rapidez a los estudiantes que se mantenían junto a su protesta gráfica, con la leyenda destacada ‘‘Da Estado millones a empresa todóloga’’, el comentario ‘‘¡Qué gacho!’’ y el logotipo de El Norte, el diario que publicó la información del microfraude del microgobierno de Nuevo León (http://bit.ly/1pa44rH). Veintiún estudiantes fueron detenidos, ‘‘paseados’’ durante horas por la ciudad (‘‘desaparecidos’’ o cuando menos no reportados de inmediato a un sitio gubernamental) y, según la información extraoficial disponible a la hora de cerrar esta columna, mantenidos en los separos de una agencia de investigaciones policiacas.
Eso sí, hoy Rodrigo Medina hablará de libertades, respeto a la ley y honestidad en el manejo de los recursos públicos. Será su quinto Informe de gobierno. Luego vendrán las candidaturas y las elecciones, con el PAN casinero esperanzado en recuperar la plaza industrial con Margarita Arellanes, la popular alcaldesa de la capital, y el PRI aún indeciso respecto de suscribirse a una contienda de género, con alguna de sus senadoras como abanderada, de entre la gruperísima Ivonne Álvarez o Marcela Guerra o Cristina Díaz (ésta, por lista nacional) que ha prestado sacrificados servicios al sistema. Si no va el PRI con una candidatura femenina, se habla del secretario federal de economía, Ildefonso Guajardo Villarreal.
En Guerrero, mientras tanto, continuaba el forcejeo político-electoral. El prestidigitador Jesús Murillo Karam anunciaba que el ADN de los cuerpos encontrados en las primeras fosas no corresponde a jóvenes de Ayotzinapa, y el jefe máximo, Enrique Peña Nieto, hablaba de que espera ‘‘a la brevedad’’ dar resultados de las investigaciones oficiales. El gobernador Ángel Aguirre se aferraba a tesis de maquinaciones en su contra y consideraba ‘‘vil vandalismo’’ los hechos del lunes en los palacios de gobierno y municipal capitalino.
Desde Nueva York, adonde fue a dar una conferencia a estudiantes y profesores de la Universidad Columbia, Andrés Manuel López Obrador decía que ‘‘no es cierto’’ que apoye al mencionado mandatario guerrerense, aunque luego, en entrevista telefónica con El Weso, precisó que pegarle a Ángel Aguirre (es) ‘‘una politiquería y no voy a hacerle el juego a la banda de Los Pinos’’, según resumen hecho en Twitter por Enrique Hernández Alcázar, uno de los conductores del programa radiofónico. La precisión morena se produjo mientras el PRD se iba desmarcando de ese gobernador al pedirle que evalúe la ‘‘circunstancia de su gobierno de manera puntual’’ y decida si puede seguir en el cargo. El dirigente perredista, Carlos Navarrete, lanzó esa señal luego de reunirse con el dirigente interino del PAN, Ricardo Anaya, y luego de que senadores de este partido pidieron la desaparición de poderes en Guerrero.
Entornos complicados mientras en Jiutepec, Morelos (en otro reducto del crimen organizado, aunque Graco Ramírez declare lo contrario), policías federales se enfrentaban al presunto líder de los Guerreros Unidos, Benjamín Mondragón, quien, según la versión oficial, ‘‘se suicidó’’ al verse rodeado por agentes. Ya no podrá declarar nada en torno a Iguala, en tanto policías ciudadanos de la Upoeg encontraban cuatro fosas clandestinas más.
Y, en espera de que anuncien el partidista Pacto-blindaje por México, ¡hasta mañana, con más expresiones de hartazgo ante la cerrazón institucional, esta vez en la secretaría federal del Trabajo y en el contexto de una marcha del Sindicato Mexicano de Electricistas!
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