lunes, 29 de julio de 2019

Gobierno de México

Versión estenográfica. ‘Sembrando Vida’, Plan de Desarrollo para la Migración, en Minatitlán, Veracruz

27-07-2019 Sembrando Vida Plan de Desarrollo para la Migracion Minatitlan Veracruz FOTO 07
2019, Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata
MARCELO EBRARD CASAUBON, SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES: Con su permiso, señor presidente.
Saludar el día de hoy de manera muy especial la presencia del señor presidente de la República hermana de Honduras, el presidente Juan Orlando Hernández, y su distinguida esposa Ana García; así como a los muy altos funcionarios de la República de Honduras que nos acompañan.
Muy bienvenidas, muy bienvenidos a México y a Veracruz.
De manera muy breve, porque venimos a escuchar principalmente a los presidentes de México y de Honduras, decir por qué estamos aquí el día de hoy.
Y si ustedes me permiten sólo recordaría que precisamente el 20 de julio del 2018 el presidente de México, al recibir a una delegación norteamericana de parte del presidente de Estados Unidos, les mandó una carta, le mandó una carta que decía, en resumen, que la solución, que lo que hay que hacer, que el compromiso que tenemos que hacer todos los países es que las personas no tengan que migrar por pobreza, por miedo y que tengan oportunidades en sus países, en sus comunidades, en sus pueblos, en sus lugares de origen, donde está su familia, donde están sus ancestros, donde está su cultura.
El presidente de México le propuso eso a Estados Unidos, pero también lo acabamos de proponer en la Cumbre del G-20, con los 20 países más desarrollados económicamente del mundo. Y dijimos lo mismo: Se necesita urgentemente un esfuerzo de inversión, de respaldo, de bienestar social, de desarrollo en el sur de México, en Guatemala, en Honduras y El Salvador, principalmente.
Y el día de hoy el presidente de México ha invitado al señor presidente de la República de Honduras para, entre los dos, de manera conjunta, anunciarles a esos países -en primer lugar, Estados Unidos, pero a todos los demás países del mundo, que son los que tienen más dinero- que México y Honduras el día de hoy mandan una señal, un mensaje.
Se va a respaldar Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo Futuro en la República de Honduras con las modalidades que determine el gobierno de Honduras, pero vamos a participar con ellos y el mensaje es: Si México y Honduras lo pueden hacer, ¿por qué Estados Unidos no puede?, ¿por qué los países más desarrollados no pueden? Sí pueden, pero nos hace falta que quieran.
Y aquí lo que les estamos demostrando y vamos a demostrar es que lo que dicen los presidentes, que ustedes van a escuchar y lo que mandó el presidente López Obrador: desarrollo, oportunidades, bienestar para la gente, puede ser una realidad y lo va a hacer, y ya es en México y próximamente en Honduras.
México y Honduras van a demostrar que se puede, que sí tiene resultados y que está al alcance de la mano.
Y vamos a lograr con perseverancia que los demás países del mundo volteen, escuchen y actúen como hoy lo hace México y Honduras, sin ningún otro interés más que darle una mano amiga al pueblo, a la gente que lo necesita, a los que han decidido migrar por pobreza o por miedo.
Señor presidente de Honduras:
A partir del día de hoy México, por conducto de su agencia de cooperación y por instrucciones del presidente de la República, apoyará a la hermana República de Honduras para crear 20 mil empleos entre esta fecha y el mes de diciembre.
Llévese usted esa buena nueva y que en el mundo se escuche que se puede, que queremos y que sabemos cómo hacerlo.
Muchas gracias.
JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ ALVARADO, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE HONDURAS: Muy buenas tardes a todas y todos.
Hermanos mexicanos:
Gracias por ser siempre especiales con el pueblo centroamericano, con Honduras.
Señor presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.
Señor ingeniero García Jiménez, gobernador del estado de Veracruz.
Licenciado Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.
A ambas delegaciones, a todos los invitados especiales, al pueblo de México, al pueblo de Veracruz, señores de la prensa, señoras de la prensa:
Gracias por recibirnos.
Cuando veníamos conversando con el presidente López Obrador, le decía que me sentía como en mi tierra, nos parecemos mucho ustedes y nosotros. Y sentí ese calor de hermano latinoamericano y sobre todo dentro de Latinoamérica, una franja muy cercana, el sur de México y el triángulo norte de Centroamérica.
Hoy quiero aprovechar para iniciar esta intervención realizando una reflexión sobre el profundo significado de lo que vivimos y estamos celebrando este día, sobre las relaciones que desde aquella época precolombina unen a nuestros territorios y nuestras poblaciones en un destino marcado por la lucha, por los grandes retos, y hoy justamente este día por un sentimiento compartido de esperanza.
Quisiera remontarme al mes de septiembre del año 1821, para que vean ustedes desde dónde viene todo esto, cuando nuestros más ilustres próceres proclamaban el inicio de la vida libre e independiente de nuestras naciones.
Al año 1822, cuando las provincias de Centroamérica deciden anexarse al primer imperio mexicano, a los 15 años en que Centroamérica fue una sola nación, a la primera y segunda confederación centroamericana y como epílogo de este anhelo integracionista a la existencia efímera, pero muy profunda de los Estados Unidos de Centroamérica en 1898.
Vean desde dónde venimos con estas aspiraciones, de acercarnos, de vernos como vecinos y como hermanos, pero el ideal centroamericano por la integración regional no muere en el momento que les acabo de relatar.
Y luego de muchos intentos de avanzar en ese sueño. El 13 de diciembre de 1960 se suscribe en la ciudad de Managua, Nicaragua el Tratado General de Integración Económica Centroamericana, mismo que poco a poco nos ha conducido a una progresión de integración profunda desde el mercado común centroamericano, una zona de libre comercio y una región con un arancel común ante terceros hasta llegar al mes de junio del año 2017 donde Honduras y Guatemala suscribimos un acuerdo para constituir la primera unión aduanera de todo el continente de América.
Y hago este relato para poder explicar y entender quiénes somos, dónde estamos y por qué hoy, en un acto donde reafirmamos la voluntad política de nuestro gobierno, damos un paso firme para dar vida al Plan de Desarrollo Integral de Guatemala, El Salvador, Honduras y México.
Y quiero agradecerle, presidente López Obrador, canciller Ebrard. Gracias por esa visión.
Hemos hablado mucho de esto con otros países, la ventaja con ustedes es que cuando hablamos pasamos a la acción. Y yo se los quiero agradecer mucho.
El valor de la integración regional de la unidad de propósitos da hoy una nueva y fortalecida demostración de vida, de vigencia, de presente y de futuro para quienes seguimos siendo firmes creyentes de nuestra identidad como países de América Latina.
Desde esta tribuna, desde la comunidad de Minatitlán en el gran estado de Veracruz, México hacemos un llamado a todas las naciones, a los países amigos, la banca de desarrollo, a los organismos internacionales, a conocer y apoyar una iniciativa que encierra propósitos legítimos de desarrollo y prosperidad, que buscan enfrentar con propiedad las consecuencias de una migración irregular en nuestros países, en nuestras sociedades y en nuestras familias.
Les invitamos a todos ellos a escuchar la voz de una región con aspiraciones y con sueños, que comprende que nuestra integración es muy importante, que nuestro entendimiento es muy importante, pero que también entiende que para alcanzar sus expectativas requiere de la suma agregada de las voluntades de la cooperación internacional para el desarrollo.
Y quisiera hacer en este momento una invitación y un llamado particular. Como ustedes saben, el presidente López Obrador y quien les habla venimos, como decimos en Honduras, de tierra adentro.
Yo orgullosamente vengo del campo, nací en una aldea muy pequeña que se llama Río Grande, en un departamento agreste, difícil, pero de gente trabajadora, de gran corazón, que se llama Lempira.
Vinimos de tierras donde mayormente la ruralidad ha sido agobiada por la pobreza, falta de oportunidades, y siempre lo dije, muchas veces con una enorme ausencia del Estado, sin reconocer que todos somos iguales, ante nuestro creador y ante las sociedades todos somos iguales.
Compartimos el hecho que viniendo de ese entorno nuestros pueblos nos dieron la oportunidad de servir desde estas posiciones y de cumplir con ese mandato como nuestro más grande reto, como un propósito fundamental en nuestras vidas.
Y es así que enfrentamos cada día problemas comunes a todos los países del continente, la lucha contra la pobreza, la inseguridad, la desigualdad, la búsqueda de crecimiento económico sostenido y el alcance de condiciones de prosperidad y vida digna para nuestras naciones.
Y a pesar que en Honduras hemos avanzado en estos ámbitos, teniendo logros evidentes en materia de seguridad, reconozco que nos falta mucho, pero hemos avanzado.
Necesitamos seguir avanzando en desarrollo social. En materia de estabilidad macroeconómica hemos logrado cosas que no se habían logrado antes, pero ha sido tanta brecha, ha sido tanto el rezago que necesitamos seguir haciendo un esfuerzo extraordinario, y qué mejor hoy de la mano de todos ustedes.
Reconocemos que este plan de desarrollo integral es la ruta viable, correcta para continuar avanzando, para lograr impactos tangibles y concretos, para responder a las necesidades de nuestros pueblos y de toda la región en el mediano y en el largo plazo.
Y aquí quiero decirle a México: cuando empezamos a hablar de esto no había sido juramentado como presidente todavía el presidente López Obrador; sin embargo, ya estábamos trabajando, cuatro, cinco meses antes.
Y el día que asumió la presidencia firmamos una declaración y dije yo: Este caballero presidente, va en serio, y ahí estuvimos los hermanos presidentes de El Salvador y de Guatemala.
Este plan es la ruta sin duda de mediano y largo plazo. Sin embargo, dadas las circunstancias actuales que viven nuestras sociedades, estamos obligados a dar respuesta hoy, ahora, en el corto plazo. Lo que acabo de ver con estos viveros, le decía al presidente Andrés Manuel, que Honduras depende en un cinco por ciento de su economía nacional depende del cultivo del café, pero más del 90 por ciento son pequeñitos productores, que con los precios de la Bolsa hoy -y quiero que lo escuche el mundo- si ustedes van a Nueva York y compran una taza de café de esas combinaciones que hacen, café, leche, cacao y otras cosas, esa tasa cuesta en promedio cinco dólares, es decir, 500 centavos de dólar, pero ¿saben ustedes cuánto le llega de esos 500 centavos de dólar al productor hondureño?, ni dos centavos. Eso no puede ser, eso no puede ser.
Y por eso le decía que ahora que ahora que los precios están muy por debajo de los costos de producción, muchos pequeños productores abandonan sus fincas; pero si logramos con viveros como estos llevar material genético de alta productividad, usar tecnología de última generación para agregarle más valor al esfuerzo, al sudor del productor de café centroamericano, mexicano estaremos haciendo un acto de enorme justicia social y también empoderando la economía de los más humildes, de los más pequeños. De eso se trata este esfuerzo.
No puedo dejar de mencionar también -y quiero que lo conozca México y el mundo- Centroamérica es de las zonas más afectadas por el cambio climático. Hay un instituto especializado en Alemania que se llama Germanwatch, dice que los últimos 20 años, el país más afectado del mundo por los efectos del cambio climático es mi país, Honduras y nosotros no producimos la contaminación.
Ahora es cuando tenemos que hacer el llamado al mundo y decirles que necesitamos también el apoyo y nosotros asumimos nuestro reto de hacer nuestra parte.
Por eso quiero decirle al presidente López Obrador. Lo invito a que, de corto plazo, como parte de este plan estratégico que estamos lanzando, llamemos a la formación de una gran coalición internacional para la generación de empleo masivo en el triángulo norte de Centroamérica, y nosotros estamos dispuestos siempre a poner de nuestra parte. Y yo sé que con su liderazgo, presidente lo vamos a lograr.
Hace dos días estuvo una paisana de ustedes allá en Honduras, la directora de Cepal, Alicia Bárcena, y me decía: ‘Presidente, el secretario general se quiere unir a la iniciativa de México’, me refiero al secretario general de Naciones Unidas, a la iniciativa de México, Honduras, El Salvador, Guatemala.
Entonces, llamemos a Naciones Unidas, a la OEA, a nuestros más cercanos aliados, a todo el mundo, que se integren a este plan de desarrollo de Guatemala, El Salvador, Honduras y México, porque esto va en serio y queremos ser ejemplo de cómo se generan las oportunidades en la tierra que nos vio nacer y que cada ser humano en este pedacito del mundo sienta que aquí puede desarrollarse sin migrar a otro lado. De eso se trata, que le demos un ejemplo al mundo de cómo se construyen muros de prosperidad, de oportunidades. De eso se trata.
Gracias, presidente López Obrador y a todo su equipo. Nos vamos inspirados. Perdón si les hemos estado jalando la camisa para hacerles preguntas, pero estamos emocionados.
Quiero que mi equipo sepa que nos vamos a ir midiendo día a día, hora a hora, porque tenemos que hacer de esta oportunidad algo extraordinario. Estoy convencido que lo vamos a hacer.
Y hoy, para terminar, quiero enviar al pueblo mexicano mi más profundo y caluroso saludo de parte de nosotros los hondureños al México que forma parte inseparable de la vida de nosotros en Centroamérica.
Al México que con su música, su arte, su cultura, su gastronomía, su actitud ante la vida, ha conquistado desde siempre el corazón de Honduras, al México que ha estado a nuestro lado en los momentos más difíciles. Cuando la naturaleza ha golpeado a nuestro territorio como aconteció en aquellos huracanes tan desastrosos como el Fifi, en 1974; y el Huracán Mitch, en 1998, los primeros en llegar fueron nuestros hermanos mexicanos y yo se los quiero agradecer.
Gracias.
Al México también que con todas nuestras limitaciones acudimos a apoyarle prontamente luego de aquel sismo de septiembre del 2017, humildemente con un equipo pequeño, pero con un gran corazón mandamos a un equipo de hondureños a apoyarles, porque teníamos que ser recíprocos con ustedes.
Y no puedo dejar esta tribuna sin agradecer a los grupos empresariales mexicanos que han estado invirtiendo en Honduras, que creen en Honduras y les pido que sigan invirtiendo más, porque de igual manera saben que somos gente trabajadora, que queremos salir adelante.
Pedimos a Dios que bendiga este plan de desarrollo integral, le pedimos guía y sabiduría para responder con fortaleza al mandato que hemos recibido de nuestros pueblos. A mantener vivo el ideal integracional de la región, a recordar siempre con orgullo que somos parte de una identidad que formamos como naciones de América Latina y a no renunciar nunca, nunca a las expectativas de un futuro mejor para todos.
Presidente López Obrador:
Éxitos y gracias por ver allá a Centroamérica. Ahí estamos sus hermanos y hermanos mexicanos, ahí estamos nosotros siempre. Somos hermanos latinoamericanos. Somos hermanos del mundo.
Muchas gracias.
PRESIDENTE DE MÉXICO, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Minatitlán y de pueblos, ejidos, comunidades, Coatzacoalcos, Cosoleacaque, Jáltipan, Acayucan.
Me da mucho gusto estar con ustedes aquí en mi tierra, aquí en Veracruz. Ya saben que soy chocojarocho. Y nos da mucho gusto tener de invitado especial al presidente de Honduras, al señor Juan Orlando Hernández Alvarado.
Esta es su casa, ciudadano presidente.
Este es un acto muy importante, porque está demostrando que hay otra opción, otra alternativa para dar solución racional, eficaz, humana al fenómeno migratorio, que no debe ser atendido sólo pensando en el uso de la fuerza, en medidas coercitivas, sino atendiendo las causas que originan la migración. La gente no se echa a andar, no sale de sus pueblos por gusto, lo hacen por necesidad.
Por eso celebro que estemos llevando a cabo este acto, porque se está apostando más que a la fuerza a la cooperación para el desarrollo. Esto es lo que hemos venido sosteniendo.
De esto hemos hablado con el presidente Donald Trump para que se apoye a Centroamérica, para que se apoye al sur, al sureste de México y que, de esta manera, con actividades productivas, creando empleo con bienestar se logre que la migración sea opcional, no forzada, que el que quiera salirse de su pueblo lo haga por gusto, no por necesidad.
Lo que queremos es que el centroamericano, el mexicano pueda trabajar y ser feliz donde nació, donde están sus familiares, sus costumbres, sus culturas.
Y por eso claro que aceptamos la propuesta del presidente de Honduras, Orlando Hernández, claro que vamos a participar en este programa de desarrollo en los países de Centroamérica y de México, vamos a participar con lo que nos corresponde, incluso aportando recursos.
Hay quienes cuestionan esta postura y llegan hasta la xenofobia.
¿Qué significa esto?
El rechazo, el odio al extranjero. Nosotros no podemos actuar de esa manera, porque todos somos seres humanos, inclusive los religiosos, los que leen la Biblia saben que hay un pasaje donde se dice que hay que tratar bien al forastero.
Nada de estar rechazando al migrante, al que por necesidad tiene que irse a buscar la vida, arriesgándolo todo para buscar algo que mitigue su hambre y su pobreza. Nunca en México se va a fomentar esa idea de xenofobia, nunca el rechazo al extranjero. Somos hermanos, fraternidad universal.
Tenemos por eso que ayudarnos mutuamente y ofrecemos ese apoyo los países hermanos de Centroamérica. Nos unen muchas cosas, no de ahora, de tiempo atrás, desde hace siglos.
En Honduras hay un centro cultural importantísimo de la gran cultura maya, Copán, que floreció culturalmente al mismo tiempo -siglo V, VI de nuestra era, después de Cristo, V o VI, al mismo tiempo que Tikal, en Guatemala, y al mismo tiempo que estaba en su esplendor Calakmul, en Campeche; Palenque, en Chiapas. Una gran civilización.
No había las fronteras de ahora, era Mesoamérica una sola cultura. Por eso, ahora que veníamos platicando con el presidente Orlando Hernández, decía: ‘Son los mismos rostros’, pues cómo no, si tenemos los mismos orígenes, somos hermanos, la misma cultura.
Por eso nos da mucho gusto participar en este acto. Y ofrecemos manera fraterna, sincera, franca nuestro apoyo al pueblo de Honduras, al gobierno de Honduras. Estamos aquí en este vivero porque se están produciendo las plantas para el programa Sembrando Vida.
Este programa que ustedes conocen es importantísimo, porque sólo este año se van a sembrar 500 mil hectáreas en el sureste de nuestro país, en Veracruz, Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, básicamente; 500 mil hectáreas este año.
Y ya están trabajando como sembradores en este programa 200 mil personas. Hombres y mujeres que también están trabajando, 200 mil en este programa, que tienen empleo, están recibiendo un jornal, total son cinco mil pesos mensuales, cuatro mil 500 directo y 500 para un ahorro, para que tengan posibilidad de que si terminamos nuestro mandato en el 24 -porque no va a haber reelección, no, sufragio efectivo no reelección- pero terminando este gobierno les queda ese ahorro para continuar con el Sembrando Vida, para que se mantenga este programa. Así está concebido.
El año que viene aumentamos a 500 mil hectáreas más, otros 200 mil empleos.
Le decía yo al presidente de Honduras que es muy importante que la gran riqueza de México está en el campo, que se abandonó.
El campo es la fábrica más importante del país, porque se puede reactivar la economía, se generan muchos empleos y tenemos todo lo que se necesita, tenemos la tierra, hay el agua, el conocimiento que viene de lejos.
La mayoría de los productores sean comuneros, ejidatarios, pequeños propietarios saben cuándo sembrando. Conocimiento astronómico que viene de los Olmecas, que viene de los Mayas. Sí se puede así crear empleos.
Le decía yo al presidente de Honduras que desde luego podemos traer una planta automotriz de Europa y se generan empleos, y vamos a seguir promoviendo de que vengan las fábricas de autopartes, vamos a desarrollar el Istmo de Tehuantepec con ese propósito y que vengan inversiones y haya empresas, pero si viene una empresa muy grande que invierte mucho capital, por lo general ya traen tecnología muy avanzada, automatizada, ya no utilizan mucha mano de obra.
Con este programa sembrando un millón de hectáreas, 400 mil empleos, repito, ¿cuánto significa de inversión?, este año, 25 mil millones, el año próximo va a ser el doble, 50 mil millones.
¿Podemos o no podemos?
Claro que sí. Cincuenta mil millones.
¿Saben cuánto nos estamos ahorrando porque ya le pegamos fuerte al huachicol?
Les hago la cuenta, se robaban 800 pipas diarias de gasolina, ya le bajamos, todavía no se termina, porque estaba bien arraigado ese ilícito, ese mal; pero ya ahora nada más se roban 40 diarias, eran 800.
¿Saben cuánto significó ese robo el año pasado?
Sesenta y cinco mil millones de pesos de pérdida. Si seguimos así, ¿cuánto nos vamos a ahorrar?, exactamente 50 mil millones de pesos.
Tenemos para financiar el programa Sembrando Vida. Nada más con una acción para que sepamos de la importancia que tiene acabar con la corrupción y con la impunidad, vamos a desterrar la producción y la impunidad. Me canso ganso.
Este programa Sembrando Vida se va a aplicar en Honduras y también el programa de Jóvenes Construyen el Futuro, que es muy importante.
Ese programa consiste en que el que no está estudiando, que no tiene empleo se le da trabajo como aprendiz y se le paga un sueldo, tres mil 600 pesos mensuales mientras se va capacitando.
Tiene un tutor que puede ser un maestro mecánico, un maestro electricista, un comerciante, un empresario, que lo va guiando; no sólo lo capacita en el oficio, en la profesión, sino también lo va orientando por el camino del bien para que no caiga en la tentación y no lo enganchen para irse por el camino de las conductas antisociales.
Se le acaba de informar al presidente de Honduras, el presidente Orlando Hernández, que ya hay 900 mil jóvenes trabajando en este programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Y vamos a llegar a dos millones 300 mil jóvenes.
¿Qué es lo que queremos?
Que no se queden un joven sin estudio y sin trabajo, porque es mil veces mejor tener a los jóvenes estudiando o trabajando que tenerlos en la calle. Vamos de esta manera a enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia, entre otras cosas.
Vamos a competir con la delincuencia que se lleva a los jóvenes. Ahora les vamos a decir: A ver, no te los vas a llevar, nosotros vamos a tener a los jóvenes y los vamos a proteger. Nunca más se le va a dar la espalda a los jóvenes, se acabó ya con eso.
Ese programa también se está proponiendo para que se aplique en Honduras. Y le respondo al presidente de Honduras que vamos a apoyar para mejorar la producción de café en todo lo que se requiera, desde desarrollo genético hasta comercialización y revisar el asunto de los aranceles, que no tengan ustedes ningún problema para poder vender el café.
Y vamos a apoyar a Honduras en todo lo que podamos.
Y nos da mucho gusto que estén aquí, usted, su esposa, los servidores públicos del gobierno de Honduras. Esta es la casa de ustedes.
Y decirles que vamos a todos mis paisanos veracruzanos, mis paisanos mexicanos, vamos muy bien. estamos bien y de buenas. Se está llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Y aquí a nuestros visitantes de manera breve les explicamos por qué es la Cuarta Transformación.
Le decimos presidente de que en nuestro país ha habido tres grandes transformaciones:
Una fue la Independencia, que coincidió con la independencia de Honduras, porque la independencia en los países de América Latina se dio prácticamente al mismo tiempo. Siempre se dio en la primera mitad del siglo XIX, así se logró la independencia de la mayoría de los países de América Latina que estaban sometidos a España. Fue en el mismo tiempo que se logró la independencia de todos los países.
En nuestro país no solo fue la lucha de Independencia, también fue la lucha de justicia. Este movimiento independentista lo encabezaron dos curas buenos, rebeldes Hidalgo y Morelos, que lucharon por la Independencia, pero también fueron los primeros en proclamar la abolición de la esclavitud y en luchar por la igualdad.
Morelos decía: ’Que se modere la indigencia y la opulencia’, decía en un texto que dictó que se llama los Sentimientos de la Nación.
Decía Morelos a principios del siglo XIX, hace más de 200 años: ‘Que se eleve el salario del peón’ -fíjense de qué manera tan sencilla y clara- ‘que se eleve el salario del peón’; decía Morelos: ‘Que se eduque el hijo del campesino como al hijo del más rico hacendado’; decía Morelos: ‘Que haya tribunales que protejan al débil de los abusos que comete el fuerte’.
Eso era el general Morelos. Esa fue una transformación.
La segunda transformación la encabezó el mejor presidente que ha habido en la historia de nuestro país, un indígena zapoteco, Benito Juárez García. Fue el movimiento de Reforma, aquí se tuvo que enfrentar a los conservadores que, como ha sucedido en varias veces en la historia, se oponen a los cambios.
Ya cuando en ese entonces los conservadores estaban derrotados se atrevieron a ir al extranjero y trajeron a un príncipe, a Maximiliano y a la emperatriz Carlota, y quisieron someter, volvernos de nuevo colonia.
Juárez, los liberales, no claudicaron. Juárez tenía muchas virtudes y una fundamental: era un hombre perseverante, nunca perdió la fe en la causa que defendía. Así, con mucho esfuerzo, mucho sacrificio, acaba de recordarse un año más de su muerte y hablábamos de cómo él luchando aquí -porque nos invadieron los franceses, en ese entonces el Ejército más poderoso del mundo, su esposa se tuvo que ir al exilio, a Estados Unidos, murieron dos de sus hijos, no los pudo ver- resistió hasta que se logró restaurar la República, se expulsó a los extranjeros, se conquistó la segunda independencia de México.
Y la tercera transformación fue la Revolución de 1910, porque a un presidente se le olvidó que no se puede mantener mucho tiempo una dictadura, llegó con la bandera de la no reelección y se quedó 34 años en la Presidencia. Y no sólo eso, esclavizó al pueblo.
Y por eso la rebelión campesina y por eso el movimiento democrático encabezado por un hombre bueno, Francisco I. Madero, que es el apóstol de nuestra democracia, y Emiliano Zapata, y Francisco Villa, y los hermanos Flores Magón.
Tres transformaciones: Independencia, Reforma Revolución. Y nosotros queremos llevar a cabo, estamos llevando a cabo, -la verdad, no estoy presumiendo- estamos llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Y, presidente, lo más importante es que las tres transformaciones que ha habido en el país por las circunstancias se tuvieron que hacer con las armas, y esta Cuarta Transformación la estamos haciendo de manera pacífica, sin violencia. Tan es así, que miren lo que hacen los soldados de México, porque el soldado es pueblo uniformado.
Le agradezco mucho a la Secretaría de la Defensa Nacional, a la Secretaría de Marina.
Fíjense, es como cuando se cierra una cárcel y se abre una escuela, así en un campo militar sembrando vida, sembrando plantas. Ese es nuestro Ejército. Esas son nuestras Fuerzas Armadas. Y ese es nuestro pueblo. Y yo no les voy a fallar, porque amor con amor se paga.
¡Que vivan los pueblos indígenas de México y de Centroamérica!
¡Que viva la cultura maya!
¡Que viva Centroamérica!
¡Que viva Honduras!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!

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