Versión estenográfica. Foro Estrategia Banorte
2019, Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:
Me da mucho gusto participar en este foro de Banorte.
Con mucho gusto, satisfacción, estoy aquí en la clausura de este evento.
Tengo mucho que agradecer a Banorte, como aquí lo mencionó el presidente del consejo de Banorte, Carlos Hank González. Conocí a su abuelo, Roberto González Barrera y tuve una muy buena relación con él desde que fui jefe de gobierno en la Ciudad de México.
Pero también después, ya en la oposición, que ahí es donde se pueden aquilatar mejor las cosas, ahí es donde se ve si hay amistad sincera o no la hay, porque en la política suele pasar que se tiene amigos de mentira y enemigos de verdad. Don Roberto era un amigo de verdad.
Y quiero aquí recordar algo que es importante para nosotros:
Cuando estábamos en la oposición, asediados porque se pasaron momentos difíciles, para mantenernos después de la elección del 2006, se creó una asociación civil para obtener fondos y mantener el movimiento. Acababa de pasar la elección del 2006, fue muy difícil, -porque nosotros sostenemos que hubo fraude, que nos robaron la Presidencia, respetamos a quienes piensan de otra forma- y fuimos víctimas, además de que nos robaron la Presidencia, de toda una guerra sucia, de una campaña de desprestigio, se creó una especie, un ambiente de linchamiento político, porque protestamos, lo hicimos de manera pacífica, no se rompió un vidrio, pero de todas maneras se nos lanzaron muy fuerte.
Bueno, luego de eso empezamos de abajo, porque nos afectaron mucho en la imagen, distorsionaron todo lo que nosotros buscábamos y lo que queremos. Acababa de pasar aquella campaña de un publicista estadounidense que acuñó la frase de que yo era un peligro para México, luego esa misma frase se la aplicaron al presidente Obama, no tuvo el mismo efecto, porque aquí en ese tiempo, -ya estoy hablando de hace mucho- había un control casi absoluto de los medios de información.
Entonces, se aplicaba y tenía eficacia la máxima de Goebbels, era el principal propagandista de Hitler, según la cual una mentira que se repite muchas veces puede convertirse en verdad, y eso nos afectó mucho.
En Estados Unidos, cuando le aplican esta frase a Obama, no tiene el mismo efecto porque no había ese monopolio que existía en nuestro país y que afortunadamente ya no padecemos. Bueno, encima de todo se presenta un ambiente de acoso.
Se abre la cuenta, fijamos las reglas para que no se fuesen a depositar cantidades grandes de dinero y que se nos fuese a acusar de estar recibiendo dinero ilícito, ya saben ustedes que existe una oficina de inteligencia financiera en Hacienda que le da seguimiento a los fondos que se manejan en la banca y en aquel entonces todos los opositores éramos muy cuidados en todo lo que se hacía.
Se pusieron estas reglas para que no se abusara, creo que se permitía depositar hasta 20 mil pesos y mucha gente del pueblo depositaba a la cuenta, jubilados, pensionados; y así obteníamos fondos y mantuvimos el movimiento.
Bueno, teníamos la cuenta en un banco que no voy a mencionar, no voy a decir el nombre, el caso es que, sin ninguna explicación, así de manera arbitraria, se cancela la cuenta, no querían ninguna relación con nosotros, y don Roberto nos abrió la cuenta en Banorte y así continuamos recibiendo las aportaciones.
¿Verdad que sí merece un reconocimiento? Porque era un empresario con dimensión cívica y social. Entonces, aprovecho para recordarlo y por eso con gusto estoy aquí.
Vengo a decirles que estamos llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país, que debemos de felicitarnos los mexicanos porque estamos llevando a cabo esta transformación de manera pacífica, sin violencia.
Las tres transformaciones que se han realizado en nuestro país -por las circunstancias- se tuvieron que hacer con las armas. Ahora se están llevado a cabo cambios profundos y lo estamos haciendo en paz. Vamos al cambio por el camino de la concordia. Esto lo tenemos que celebrar.
Y son cambios profundos porque estamos dispuestos a erradicar, a desterrar la corrupción, que es el principal problema de México. Y pueden sentirse afectados algunos, pero se está avanzando sin sobresaltos, estamos limpiando de corrupción el gobierno de arriba para abajo, como se barren las escaleras.
Y esto es muy positivo, porque no sólo es moralizar la vida pública, es también ahorrar, que todo lo que se fuga, que todo lo que se va por el caño de la corrupción, se utilice para financiar el desarrollo. Y no es poco, es bastante lo que se obtiene cuando no se permite la corrupción.
Lo otro es llevar a cabo un gobierno austero, sobrio, que no haya lujos en el gobierno, porque no se puede caer en la contradicción de ser un gobierno rico con pueblo pobre. Es muy importante la austeridad, no solo es un asunto administrativo, es un asunto de principios.
Eso lo practican las buenas empresas, los bancos y desde luego que lo tiene que practicar con más ahínco el gobierno; no podemos quedarnos en el gobierno con el presupuesto, no nos podemos ensimismar.
El presupuesto es para impulsar el desarrollo y para el bienestar del pueblo, no se puede quedar el presupuesto en mantener un aparato burocrático oneroso, costosísimo, porque entonces ya no se pueden liberar fondos para el desarrollo y el bienestar.
Esto también significa un cambio de fondo, el que no tengamos lujos, que no haya gastos superfluos, se ahorra muchísimo dinero.
Les pongo el ejemplo del gasto en la Presidencia:
El año pasado, tres mil millones de pesos; este año hasta ahora llevamos ejercidos 350 millones, va a terminar el año con un presupuesto ejercido de 600 millones. Para tres mil, nada más en la Presidencia, dos mil 400 millones de pesos de ahorro.
Y así podría hablar de otros gastos que se han eliminado y que nos permite contar con más presupuesto. Sin corrupción y con austeridad se puede financiar el desarrollo sin aumentar impuestos, sin crear impuestos nuevos, sin incremento en los precios de las gasolinas, del diésel, del gas, de la luz y algo que es muy importante, sin seguir endeudando al país.
Todo este año no ha crecido la deuda pública y estamos proyectando para el año próximo lo mismo, que no aumente en términos reales la deuda pública.
Claro, no basta con el combate a la corrupción, con la austeridad, se requiere también que haya crecimiento económico y esa es la asignatura pendiente. Eso es lo que tenemos que procurar.
Ya se está poniendo orden para que no haya corrupción, que no haya derroche en el gobierno, ahora es importante que impulsemos el crecimiento. Y estamos planteando cuatro acciones con ese propósito.
Primero. Fortalecer la economía popular, la microeconomía, que es muy importante, el que pueda haber circulante, que haya dinero abajo. Esto se logra básicamente de tres maneras.
Primero, por el trabajo de la gente, lo que puede ser la economía de autosuficiencia, la economía familiar, porque la gente se busca la vida y siembra, aun cuando lo tenga que hacer en situaciones difíciles, y dependa de que llueva o no llueva, pero siembra el maíz, siembra el frijol, lo que necesita para su consumo; o se dedican a las artesanías o al tejido o al taller. Todo eso es muy importante.
Esto se complementa con algo que ha sido una bendición: las remesas, o sea, son héroes vivientes nuestros paisanos migrantes, porque se fueron por no tener aquí oportunidades de trabajo, se fueron a buscarse la vida arriesgándolo todo, a sufrir, a buscar algo que mitigara su hambre y su pobreza; y ahora están enviando a sus familiares en México, este año se calcula que esas remesas van a ascender a 35 mil millones de dólares. Es la principal fuente de ingresos que tiene nuestro país, y se distribuye por todo México. Eso ayuda mucho a la economía popular.
Y lo tercero es lo que estamos haciendo, destinar más fondos para el bienestar. Ya puedo decir que de cada 10 hogares del país, en cinco está llegando un apoyo de un programa de Bienestar; y en el caso de las comunidades indígenas, de las comunidades más pobres, hasta ahora de cada 10 hogares, ocho están recibiendo un apoyo.
Y vamos a llegar a los 10 hogares pobres, porque vamos a atender a todos, vamos a escuchar a todos, vamos a respetar a todos, pero le vamos a dar preferencia a la gente humilde, porque por el bien de todos, primeros los pobres. Entonces, de esta manera se fortalece la economía popular, abajo. Esa es una acción.
Lo segundo es el que se pueda promover el desarrollo que el Estado cumpla con su función de promover el desarrollo, que haya proyectos del Estado, impulsados el Estado, para que se hagan obras, se construya infraestructura como se hizo durante mucho tiempo en el país, en la época del desarrollo estabilizador, que se hicieron las grandes presas, que se construyeron las hidroeléctricas, los hospitales, las carreteras, que se impulsó el desarrollo del sector energético. Todo esto fue promovido por el Estado.
De repente se planteó que no hacía falta que el Estado interviniera, que todo lo podía hacer el mercado y eso fue una visión, una concepción equivocada, desde mi punto de vista, porque se requiere la participación del Estado, la promoción del Estado, así está establecido en el artículo 25 de nuestra Constitución.
Entonces, ahora el Estado está promoviendo el desarrollo y por eso los proyectos como el Tren Maya, el desarrollo del Istmo, la construcción de una nueva refinería, la rehabilitación de las refinerías que se tienen y que habían quedado en el abandono, el resolver el problema de la saturación del actual aeropuerto de la Ciudad de México.
Todos esos proyectos van a ayudar mucho para que haya crecimiento y haya empleos, y se están haciendo con la participación, no sólo del sector público, también del sector privado y del sector social.
Lo tercero es lo que pueda llevar a cabo la iniciativa privada, lo que están haciendo los empresarios de México.
Acabo de estar hace relativamente poco reunido con los empresarios del país y han hecho el compromiso de invertir este año 30 mil millones de dólares en México, y ya hay proyectos de inversión en el país que tienen que ver con empresas y que tienen que ver con la participación y el financiamiento de los bancos. Entonces, esto también va a ayudar al propósito de que México pueda crecer.
Y por último, que es muy importante, seguir promoviendo la inversión extranjera. Ayer se dio a conocer un dato bueno: en seis meses se han recibido 18 mil millones de dólares de inversión extranjera, un crecimiento con relación a lo que se obtuvo de inversión extranjera en el mismo periodo del año pasado de 1.5 por ciento, y está creciendo también el comercio exterior.
Esto se va a consolidar, esta acción, porque hay indicios -y estamos también haciendo lo que nos corresponde- para que se apruebe el Tratado de Libre Comercio en Estados Unidos y en Canadá. Y yo espero que sea pronto, esto va a significar más inversión para el país, más creación de empleos, más crecimiento económico.
Estas cuatro acciones van a consolidarse con el tiempo y vamos a crecer.
Aquí también quiero aclarar que ahora -aunque poco- se está creciendo. No caímos en recesión y aunque es poco el crecimiento hay una mejor distribución del ingreso, porque no basta con crecer, hay que crecer y también distribuir el ingreso. Así como no se puede distribuir lo que no se tiene y por eso se tiene que crear la riqueza; así también la creación de la riqueza tiene que ir acompañada de la distribución del ingreso, se tiene que distribuir la riqueza, eso significa que haya crecimiento con bienestar, porque el progreso sin justicia es retroceso. Nosotros queremos crecer con bienestar.
Y queremos la modernidad forjada desde abajo y para todos. Por eso también le estamos dando mucha atención a todo lo que tiene que ver con el bienestar, porque la justicia social no sólo tiene rostro humano, es también la mejor forma de conseguir la paz y la tranquilidad.
Si se rescata el campo, si se generan empleos, si hay bienestar, si se atiende a los jóvenes, vamos a serenar al país, vamos a vivir todos en paz y con tranquilidad, y nos vamos a sentir además espiritualmente muy bien, porque vamos a tener esa dimensión cívica, esa dimensión social. No sólo de pan vive el hombre, se requiere también el amor al prójimo, el no darle la espalda al que sufre, tenemos que darle la mano al que se quedó atrás para que se empareje y caminemos todos juntos.
Y esto es lo que me llena de satisfacción, el saber que en Banorte hay este deseo, este afán de poner el banco también al servicio de la sociedad, que el banco sea un instrumento para el desarrollo y el bienestar del pueblo de México.
De modo que felicidades a todas, a todos.
Muchas gracias, Carlos, por la invitación.
Y yo recomendaría a todos los usuarios del sistema de bancos que no dejen de optar por Banorte, es un buen banco.
Muchas gracias.
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