n ocasión del Foro del Orgullo 2021 organizado por el Instituto Mexicano de la Juventud para visibilizar a las juventudes de la comunidad LGBTI, un equipo de la secretaría general del Consejo Nacional de Población (conformado por Maricruz Muradás, Ana Gabriela López, Luis Felipe Jiménez y Yolanda Téllez) realizó una estimación sobre el tipo de hogares donde viven parejas del mismo sexo.
Se trata de una aproximación con base en los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020, el cual no contempla preguntas sobre la preferencia sexual, pero cuyo cuestionario ampliado contiene una pregunta para identificar a la pareja o cónyuge, y a partir de esta identificación se relacionó el sexo de cada residente de la vivienda con el sexo de la pareja. Con este método indirecto fue posible saber si existía una pareja de mujeres, una pareja de hombres o diferentes combinaciones, y así poder caracterizar hogares y parejas del mismo sexo. Hay que considerar que una tercera persona suele proporcionar la información de todos los integrantes de la vivienda, puede haber subregistro o negación de la situación conyugal de las parejas no heterosexuales e inconsistencias cuando convive más de una pareja en los hogares censados.
De acuerdo con los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020, la convivencia entre parejas del mismo sexo ha tenido un crecimiento de 62.9 por ciento en cinco años, siendo más importante el incremento de parejas de hombres que el de mujeres. En términos absolutos, se estima que hay 415 mil hogares en los que convive al menos una pareja del mismo sexo, lo cual representa 1.2 por ciento de los 35 millones de hogares censados en el país. En los hogares con convivencias del mismo sexo, en 63.2 por ciento (de los 415 mil) hay al menos una pareja masculina y en 36.8 por ciento, una pareja femenina. En relación con el total de hogares conformados por parejas con hijos, se estima que 1.1. por ciento son parejas del mismo sexo; y en hogares de parejas sin hijos, las parejas del mismo sexo representan 2.3 por ciento.
En cuanto a las entidades del país, la mayoría de hogares con al menos una pareja del mismo sexo reside en el estado de México (13.5 por ciento), le siguen la Ciudad de México (9.9 por ciento) y Jalisco (7.6 por ciento), y después están Veracruz (5.9 por ciento) y Nuevo León (5.0 por ciento). Se trata de proporciones que reflejan las de mayor volumen poblacional en sentido descendente.
Entre las correlaciones interesantes se encuentra que las personas que conviven con parejas de su mismo sexo tienen en promedio más escolaridad que quienes conviven en parejas heterosexuales: las parejas de mujeres tienen en promedio 10.9 grados de escolaridad, las de hombres, 10.3 grados; en tanto que el promedio de escolaridad de las parejas heterosexuales es de 9.6 grados.
Al considerar la población económicamente activa (PEA) y su ocupación, el ejercicio censal muestra que las parejas de mujeres del mismo sexo tienen una participación económica un poco mayor (65.1 por ciento) que la de los hombres (64.4 por ciento). Y al desagregar la PEA de las parejas de mujeres por categoría ocupacional, se encontró que más de una quinta parte de ellas desempeña actividades calificadas como profesionistas o técnicas (22.3 por ciento); menos de 5 por ciento son funcionarias, directoras o jefas (4.8 por ciento); y 8.8 de por ciento son auxiliares administrativas, proporción que supera a las parejas heterosexuales, quienes ejercen estas ocupaciones en 5 por ciento. Diez por ciento de mujeres que conviven en vinculos igualitarios se ocupa de servicios personales y de vigilancia, frente a 8 por ciento de las que tienen un vínculo heterosexual.
En relación con los matrimonios, al recurrir a los registros administrativos de nupcialidad se encuentra que entre 2010 y 2019 el promedio anual de matrimonios igualitarios fue de mil 914 nupcias, y al analizar la razón de éstos por cada mil matrimonios heterosexuales, hay un incremento de seis puntos en el número de los igualitarios, al pasar de 1.2 a 7.2 por cada mil del total de uniones formales. Hay también una homogamia etaria en las parejas del mismo sexo, las relaciones de estas parejas se dan principalmente con personas de su mismo grupo de edad, con excepción de las personas de 60 años y más, quienes en su mayoría conforman vínculos con personas de entre 30 y 59 años, como ocurre en 58.7 por ciento de las parejas de mujeres y en 68.7 por ciento en parejas de hombres.
La diversidad de los hogares y de quienes tienen preferencias no heterosexuales no termina de salir del clóset en las encuestas. El Inegi anuncia que este año levantará la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y Género (Endiseg), para identificar, visibilizar y caracterizar a la población según su orientación sexual e identidad de género. Sin duda, hay una mayor apertura hacia el reconocimiento y respeto de la comunidad LGBTI por parte de la sociedad mexicana, lo cual contribuye a la formulación de políticas públicas que garanticen y reconozcan la misma dignidad y derechos a todas las personas.
* Secretaria general del Conapo.
Twitter: Gabrielarodr108
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