A revisión, concesiones de penales federales: AMLO

 Es un fraude que va a terminar, afirma

Sostener un reclusorio equivale a mantener un hotel de cinco estrellas

Alonso Urrutia y Néstor Jiménez

 

Periódico La Jornada
Miércoles 30 de diciembre de 2020, p. 3

El gobierno federal revisará los contratos mediante los cuales en el pasado se concesionó la construcción y operación de los penales federales, pues no solamente se les permitió construirlos, sino que manejan los servicios de alimentos para los reos, la lavandería y la seguridad interna, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador. Para el gobierno, el costo de sostener uno de estos reclusorios es equivalente a mantener un hotel de cinco estrellas, y se les paga el 100 por ciento.

Durante su habitual conferencia de prensa, el mandatario derivó en sus críticas a la corrupción del pasado, e hizo un cuestionamiento a la inminente alianza entre Morena y el Partido Verde. “No me meto en eso, es otra cosa.

“También nos hicieron creer que el problema estaba abajo. En el caso de la corrupción, nos engañaron con que el problema era la mordida al de tránsito, al oficinista, y arriba hacían los negocios más grandes, pero ni siquiera perdían su respetabilidad. Nos tenían entretenidos, que el problema era la corrupción, pero siempre pensando en la mordida, no en las tarascadas.”

López Obrador afirmó que se analizan estos contratos de reclusorios por miles de millones de pesos, lo acabamos de revisar hace poco. Y es que, dijo, a pesar de que lleva ya dos años de gestión en el gobierno, aún se sigue enterando de cosas, por lo que ya se dio la instrucción de revisar estos contratos, porque es un fraude. Nosotros estamos también en falta, porque ya se pagó en 2019 y en 2020. Eso es lo que quieren, que se mantenga, por eso dicen que quieren regresar; yo digo que sí, que regresen, pero lo que se robaron.

El jefe del Ejecutivo federal describió que durante años quienes mandaban elegían entre los dos partidos dominantes. Ese grupo oligarca utilizaba a un partido o a otro, de acuerdo con lo que le convenía. Si un partido se desgastaba, recurría al otro para que se aparentara que había cambios. Era lo que se llama gatopardismo. Eso sucedió en 2006 y en 2012.

–¿Pero eso de gatopardismo, no es lo mismo que hace el Partido Verde, irse con el mejor postor?

–No me meto en eso; es otra cosa –respondió.