sábado, 19 de diciembre de 2020

EDITORIAL La Jornada

 Semáforo rojo, decisión adecuada

E

n conferencia de prensa conjunta, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo, anunciaron que la capital del país y su área metropolitana volverán al semáforo rojo desde hoy y hasta el 10 de enero próximo, como medida extraordinaria para frenar el ritmo acelerado de contagios por Covid-19 en el cierre de este año. El regreso a este nivel de alerta epidemiológica implica el cierre de las actividades económicas no esenciales, es decir, todas excepto la industria de alimentos, transporte, telecomunicaciones, energía, servicios financieros, fabricación y venta de medicamentos, construcción, talleres de reparaciones y refacciones, servicios tributarios, así como determinadas áreas de gobierno.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a la población a permanecer en casa, evitar aglomeraciones y reuniones con numerosos asistentes, y guardar la sana distancia, tanto para preservar la propia salud como en solidaridad con el personal médico, el cual se encuentra comprensiblemente exhausto tras los largos meses de la pandemia. Al igual que los dos mandatarios estatales y el subsecretario de Salud, el Presidente enfatizó que el incremento en la capacidad hospitalaria que ya se encuentra en curso será siempre insuficiente sin medidas preventivas por parte de los ciudadanos.

A estos exhortos también se sumó la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), cuyo dirigente señaló que el incremento en las hospitalizaciones por Covid-19 obliga al sector comercio, servicios y turismo a unirse a las disposiciones de las autoridades. Cabe destacar la toma de conciencia por este organismo patronal acerca del hecho de que la plena reactivación económica sólo llegará cuando se haya estabilizado la pandemia, cuando ya no exista un riesgo latente de contagios y pueda operar la capacidad productiva, por lo que ignorar o simular el cumplimiento de las medidas de emergencia sanitaria únicamente redundará en una prolongación de la crisis.

Hace tres semanas, en este espacio se advirtió del alarmante repunte en el número de personas contagiadas y hospitalizadas, que para ese momento ya había provocado en los nosocomios un nivel de ocupación de 52 por ciento. Transcurrido este periodo, en el cual muchos habitantes del Valle de México decidieron hacer caso omiso de los llamados a redoblar precauciones y se sucedieron las imágenes de imprudencias como zonas comerciales abarrotadas o fiestas multitudinarias, la saturación en los hospitales ya llega a 75 por ciento en la zona metropolitana y sube a 78 por ciento en el caso de la Ciudad de México.

La Concanaco manifestó, y es de conocimiento general, que un nuevo cierre puede representar un golpe financiero letal para gran parte de los establecimientos comerciales de la nación, sobre todo para los más pequeños. Asimismo, es entendible que los ciudadanos se hallen agotados mental y emocionalmente tras el confinamiento de los meses pasados, y que en esta temporada busquen la compañía de sus seres queridos. Sin embargo, resulta evidente que ninguna consideración puede ponerse por encima de la salud y la vida, por lo que es imprescindible emprender este esfuerzo adicional a fin de evitar un escenario más doloroso que el actual.

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