martes, 19 de julio de 2022

México SA


Más fertilizantes para el campo// CSG y su idea de lo estratégico// Jueces, cuento de nunca acabar

Foto
▲ En su reciente gira por Veracruz el presi-dente Andrés Manuel Obrador anunció que el gobierno federal invertirá 10 mil millones de pesos para rehabilitar y construir plantas de fertilizantes, a fin de cubrir la demanda para el agro y reducir la enorme dependencia que tiene el país de estos insumos al exterior.Foto Presidencia
E

l presidente López Obrador anunció que el gobierno federal invertirá alrededor de 10 mil millones de pesos para rehabilitar y construir plantas de fertilizantes, incrementar su producción y con ello favorecer mayor producción de alimentos básicos. Actualmente, detalló, en las condiciones en las que se encuentran las plantas se están produciendo 900 toneladas diarias de fertilizantes, que permiten beneficiar alrededor de 6 mil hectáreas. El plan es aumentar la producción a 2 mil 500 toneladas para 25 mil hectáreas, para que tengamos los alimentos, maíz, frijol.

El plan gubernamental es dar fertilizantes gratuitos a dos millones de campesinos, ejidatarios y pequeños propietarios que permitan cubrir entre 25 mil y 30 mil hectáreas diariamente en el país. Es un subsidio, desde luego, pero no hay que satanizar estos apoyos, porque esta urea (se convierte) en maíz, frijol, es lo que consumimos. Sin maíz no hay país. Desde febrero de 2020, cuando menos, el mandatario anunció el inicio de la producción de fertilizantes por el gobierno en las plantas de Coatzacoalcos, Pajaritos, que en su momento fueron básicas para documentar y denunciar la corrupción existente y actuar en consecuencia contra tipejos como Alonso Ancira y Emilio Lozoya. En esa fecha, López Obrador dijo que esas plantas ya producen.

Pues bien, en su reciente gira por el estado de Veracruz el mandatario dio cuenta de que la inversión gubernamental en ese sector productivo (los citados 10 mil millones de pesos) se mantiene en ascenso, siempre con el objetivo de cubrir la demanda de fertilizantes para el campo y disminuir la enorme dependencia foránea que de estos productos tiene el país.

El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados documenta que el país importa 79 por ciento de fertilizantes que se usan en el país y la mayoría provienen de Rusia, China, Irán y Egipto. En 2017 la importación ascendió a 20 mil millones de pesos, amén de que el mercado opera prácticamente sin regulaciones de precio y calidad; importadores, fabricantes y distribuidores son los que determinan los precios que rigen en el mercado, con altos márgenes de ganancia.

El presidente informó sobre los planes de inversión, pero también hizo referencia a la pérdida de soberanía en esta materia, toda vez que hay una historia negra en las plantas de fertilizantes que originalmente pertenecieron al Estado. Y la hay, sin duda alguna.

En este espacio se ha comentado que Carlos Salinas de Gortari, como parte de su proyecto modernizador, privatizó, entre muchas más, la paraestatal Fertimex, por tratarse, dijo, de un sector productivo no estratégico (¡¡¡!!!) para el país, con todo y que México no sólo era autosuficiente en fertilizantes, sino que exportaba excedentes.

Ese nefasto personaje alegremente decidió que, como las empresas del sector no eran estratégicas lo conveniente era privatizarlas y qué mejor que sus amigos (Alonso Ancira y Fabio Covarrubias) para quedarse con ellas para llenar sus respectivas alforjas. Entre bandoleros te veas.

Como toda la política privatizadora, la venta de Fertimex fue un excelente negocio para los empresarios y políticos, pero desastroso para el país; Ancira (Agronitrogenados) y Covarrubias (Fertinal) exprimieron a las ex paraestatales; no dejaron piedra sin labrar, se llenaron los bolsillos y las quebraron, sólo para revenderlas al Estado, ya chatarrizadas, en una operación totalmente fraudulenta en la que participó Emilio Lozoya, entre otros. Por si fuera poco, dejaron al país sin fertilizantes.

Para dar una idea del fraude, la historia es la siguiente: entre 1991 y 1992, Salinas de Gortari privatizó 13 plantas productoras de fertilizantes (agrupadas en Fertimex); las vendió a precio de ganga: 316 millones de dólares por todas. Dos décadas después, Petróleos Mexicanos, con Lozoya en la dirección, pagó unos mil millones de billetes verdes por sólo dos de ellas (Agronitrogenados, de Ancira, y Fertinal, de Covarrubias), y éste es sólo un ejemplo de lo que al país le representó la política privatizadora.

Las rebanadas del pastel

Los jueces están desatados: protegen los negocios sucios de las trasnacionales, impiden que las multen y evitan que les cancelen la comercialización de productos inmundos, pero también dan servicio y cobertura a narcotraficantes. Alguien debe cerrar esta cloaca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario