En México no tendremos problemas. Vamos a enfrentar la inflación para que no se pierda poder de compra, poder adquisitivo de las familias, aseveró el Ejecutivo.Foto María Luisa Severiano
Viernes 29 de julio de 2022, p. 3
El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó el pronóstico de Moody’s Analytics de que México entrará en recesión en el segundo trimestre de 2023 y enfrentará una larga inflación.
En su conferencia de ayer, el mandatario destacó la estabilidad que mantienen las variantes macroeconómicas en el país pese a la pandemia y de los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania.
En México no (habrá recesión), no vamos a tener problemas, ya enfrentamos lo más difícil, lo más doloroso, el daño que causó la pandemia, y esto lo vamos a ir enfrentando, la inflación, buscando que no se pierda poder de compra, poder adquisitivo en las familias
, aseveró.
Horas más tarde y encaminado en su idea de pasar de la austeridad republicana a la pobreza franciscana, el Presidente se reunió con su gabinete para evaluar el nivel del gasto de su gobierno y definir medidas adicionales de ahorro a fin de dirigir esos recursos a los sectores más necesitados.
Nos reunimos con integrantes del gabinete, responsables de programas para el bienestar y de obras estratégicas. Evaluamos el avance y analizamos los desafíos. También reafirmamos el compromiso de seguir trabajando con intensidad, profesionalismo, honestidad y en beneficio de nuestro único amo: el pueblo de México
, tuiteó el Presidente tras el encuentro.
Previamente, en la mañanera, aseguró que el plan de austeridad no incluye despidos ni reducción salarial a servidores públicos como maestros, doctores, militares, marinos o policías, pues la nómina es sagrada
.
Remarcó que hasta el miércoles se habían recaudado 2 billones 845 mil millones, es decir, 260 mil millones por arriba de los 2 billones 585 millones que el país obtuvo el año pasado, lo que representa un alza de 2.3 por ciento en términos reales y hasta de 10 por ciento si se considera la inflación.
Dio a conocer datos en los que evidenció los onerosos gastos que se realizaban en sexenios anteriores, entre ellos la pensión que hasta 2016 acumulaba Felipe Calderón, que lo ubicaba en primer lugar de otros ex mandatarios del mundo, con un ingreso por ese concepto de poco más de 54 millones de pesos, superior al ex presidente estadunidense George W. Bush, con 22 millones; a los 10 millones de Sebastián Piñera, ex mandatario de Chile; de los 3 millones 859 mil del ex premier de Reino Unido Gordon Brown; de los 2 millones 460 mil del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, y de los 2 millones 166 mil del ex presidente del gobierno español José María Aznar.
Interrogado sobre el pronóstico de Moody’s Analytics, señaló que los modelos de medición internacional van de la mano con la política neoliberal, pero están en franca decadencia
.
A pesar del complicado escenario mundial, afirmó que el país tiene tres ventajas respecto a otros: su cercanía con el mercado más importante del mundo, Norteamérica, la honestidad de su pueblo y la distribución justa de la riqueza.
Subrayó que no se puede crecer económicamente como nación –que es a lo que se limita el análisis– con un desigual ingreso de la riqueza, y lo poco o mucho que se obtenga debe ser distribuido con justicia, lo que representa la diferencia entre crecimiento y desarrollo. “Si un potentado, si alguien aparece en la lista de Forbes de hace un año con 60 mil millones de dólares, y ahora tiene 80 mil millones de dólares, pues eso es parte del crecimiento, sí, nada más que es de uno. Para nosotros lo más importante es la justicia, buscar que le vaya bien al de arriba, pero también al de abajo. Y darle preferencia a los más necesitados”.
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