Remesas, ingreso principal
México, número uno en AL
Barril: 34.49; dólar: 17.76
Carlos Fernández-Vega
E
n 2015 México retuvo la medalla de oro como receptor de remesas en América Latina y el Caribe con alrededor de 25 mil millones de dólares enviados por los emigrantes nacionales avecindados, principalmente, en Estados Unidos. Ese monto superó en 33 por ciento el ingreso petrolero en igual año, de acuerdo con el más reciente informe temático del Banco Mundial.
Oro latinoamericano en remesas (cuarto lugar a nivel mundial), pero lamentablemente el mismo galardón –compartido con Guatemala, El Salvador y Honduras– en lo que se refiere a migración de menores de edad no acompañados por adultos. Y una tercera presea para el país por tratarse del mayor corredor migratorio en el mundo (México-Estados Unidos), seguido de Rusia-Ucrania y Bangladesh-India.
El Banco Mundial detalla que en relación con el PIB de cada país, Haití, seguido de Honduras, El Salvador y Jamaica son los que mayor proporción registran. De acuerdo con sus estimaciones, en 2016 México captaría alrededor de 26 mil millones de dólares en remesas, monto que aumentaría a 27 mil millones en 2017, de tal suerte que en el sexenio peñanietista la captación de divisas por el concepto referido podría rondar los 150 mil millones de billetes verdes.
En su más reciente informe sobre migración y remesas, del que se obtuvo la siguiente numeralia, el organismo multilateral refiere que Estados Unidos se mantiene como el principal destino de los emigrantes, seguido de Arabia Saudita, Alemania y la Federación Rusa. El número de los trabajadores migrantes como porcentaje de la población es la más alta en las naciones más pequeñas de Qatar (91 por ciento), los Emiratos Árabes Unidos (88 por ciento) y Kuwait (72 por ciento).
En 2015 más de 250 millones de personas en el mundo (3.4 por ciento de la población mundial), vivían fuera de sus países de origen. El volumen de la migración Sur-Sur representa 38 por ciento del total de migrantes, más grande que la migración Sur-Norte. India fue el mayor país receptor de remesas, con un estimado de 69 mil millones de dólares en 2015, seguido por China (64 mil millones), Filipinas (28 mil millones) y México (24 mil 800 millones). La estimación actual del volumen de las remesas resultó ligeramente inferior al pronóstico de seis meses atrás.
El valor de las remesas hacia las economías en desarrollo registradas oficialmente fue de 431 mil 600 millones de dólares en 2015, aumento de apenas 0.4 por ciento respecto del monto registrado un año antes.
El ritmo del crecimiento de 2015 ha sido el más bajo desde la crisis financiera mundial de 2008-2009. Las remesas mundiales, que incluyen los envíos hacia países de ingresos altos, disminuyeron de 592 mil millones en 2014 a 581 mil 600 millones en 2015, caída de 1.7 por ciento, detalla el Banco Mundial.
El crecimiento más lento se debe, principalmente,
a las difíciles condiciones económicas en los principales países de donde provienen las remesas y la apreciación del dólar. El rublo cayó en 42 por ciento desde el tercer trimestre de 2014 y el euro 16 por ciento. La depreciación de la moneda rusa tuvo un efecto significativo en el valor en dólares de las remesas a Europa y Asia Central, donde una gran proporción de los envíos a esos países provienen de Rusia. La depreciación del euro contribuyó a la disminución de 0.9 por ciento del valor en dólares de las remesas que fluyen hacia Medio Oriente y el Norte de África, y también tuvo un impacto importante en las remesas hacia América Latina y el Caribe, y África subsahariana, explica el organismo financiero multilateral.
Otro efecto pernicioso para las naciones receptoras de remesas es la continua caída en el precio del petróleo. El desplome en la cotización del crudo contribuyó a una reducción de la actividad económica en Rusia, nación que aporta más de 60 por ciento de las remesas a Kirguistán, Tayikistán y Armenia. Si persisten los bajos precios del petróleo, es probable que disminuyan aún más el envío de remesas. Entre las regiones geográficas destaca América Latina y el Caribe, pues registró el mayor crecimiento de las remesas: alrededor de 4.8 por ciento, debido a la recuperación del mercado laboral en Estados Unidos.
La aceleración del flujo de remesas es impulsada por un modesto crecimiento del PIB de Estados Unidos y la zona euro, una mejoría en Rusia y la estabilización de los tipos de cambio. Las mejores condiciones económicas en Rusia y una mayor estabilidad en el cambio del rublo-dólar permiten proyectar un incremento de 5.1 por ciento en los flujos de remesas a Europa y Asia Central.
El organismo financiero señala que
un nuevo descenso en el precio del petróleo o incluso la creencia creciente de que el precio no repuntará en el largo plazo, podría alentar a las autoridades para ajustarse a los precios más bajos del petróleo. El resultado reduciría los ingresos para los migrantes en estos países, y tal vez se endurecerían las medidas para restringir la contratación de trabajadores extranjeros o incluso la repatriación de ellos, lo que podría reducir sustancialmente la salidas de remesas a Medio Oriente y Asia en general.
El esperado menor ritmo de crecimiento en los países de altos ingresos, que son las principales fuentes de remesas a los países en desarrollo,
también podrían deprimir los flujos de remesas estimados. Un crecimiento más lento en Estados Unidos sería particularmente grave, pues limitaría el flujo de remesas hacia América Latina y el Caribe, mientras que una mayor agitación en la zona del euro afectaría las remesas a Medio Oriente, el norte de África y Europa del este. Algunos países en desarrollo que reciben montos sustanciales de remesas podrían imponer controles de cambio para limitar la depreciación de la moneda.
Por otro lado, anota el Banco Mundial, el costo total promedio de enviar 200 dólares en remesas fue de aproximadamente 7.4 por ciento (casi 15 dólares) en el cuarto trimestre de 2015, una leve disminución respecto del trimestre anterior y 0.6 puntos porcentuales por debajo de finales de 2014. África al sur del Sahara, con un costo promedio de 9.5 por ciento, sigue siendo la región con los mayores costos para los migrantes.
Las rebanadas del pastel
Para cerrar la semana financiera, el dólar se vendió a 17.76 famélicos pesitos, y el barril mexicano de exportación a 34.49 billetes verdes. En lo que va de abril, el precio del oro negro mexicano se ha incrementado en cerca de 10 por ciento.
Twitter: @cafevega
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