AMLO en Reynosa: la Guardia Nacional no cometerá abusos

Le piden justicia para los desaparecidos

Presenta el Programa de la Zona Libre de la Frontera Norte

▲ Elementos del Ejército escoltan a la caravana del presidente Andrés Manuel lópez Obrador, quien viajaba en una camioneta blindada, ayer en Reynosa.Foto Luis Castillo

Alonso Urrutia y Martín Sánchez

Enviado y Corresponsal

Periódico La Jornada
Sábado 5 de enero de 2019, p. 5

Reynosa, Tamps., En uno de los estados más sacudidos por la violencia donde fue recibido con gritos de ¡Justicia para los desaparecidos!, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que no sería responsable decir que regresen los soldados a los cuarteles, nos quedamos en estado de indefensión. Y rei­vindicó la Guardia Nacional como opción que operará sin violar derechos humanos y sin abusar de la ­fuerza.

Durante la presentación del Programa de la Zona Libre de la Frontera Norte precisó que en su estrategia para frenar la inseguridad, 80 por ciento será inversión en bienestar social para atender las causas y sólo 20 por ciento en desarrollar la Guardia Nacional, porque los militares son necesarios. La paz y la tranquilidad son los deseos más entrañables de la sociedad por eso –dijo– vamos a invertir en el bienestar, quiero que serenemos a Reynosa, a Tamaulipas y al país.

Al referirse a los alcances del programa que reducirá impuestos e incrementará el salario mínimo, López Obrador reconoció que enfrenta resistencias, hasta dentro del gobierno tengo resistencias, pero cuando yo digo va, es porque va; me canso ganso. Si bien hay quienes cuestionan que sólo los empresarios se beneficiarán de la reducción del impuesto al valor agregado, confió en que ese beneficio sea trasladado a los ciudadanos, a pesar de la imposibilidad de establecer medidas coercitivas para lograrlo.

Se ha dicho, continuó, que provocará la caída de la recaudación en los 43 municipios fronterizos, lo cual puede ocurrir en el corto plazo, pero la pretensión es atraer inversión en esta zona. Con ello, si ahora la zona crece a 3.2 por ciento, confío en que crecerá ahora entre 5 y 6 por ciento, entonces habrá mayor recaudación.

Apeló a la historia como fun­damento de la decisión de esta zona especial, ya desde el siglo XIX se determinó una zona ­franca con buenos resultados. Refirió que se aceptaron propuestas de que el decreto fuera por dos años por si fracasa, como una salida de emergencia, pero no va a fracasar y van a ser seis años.

De igual manera desestimó que muchas empresas pretendan facturar desde la frontera para evadir impuestos pues ahora será delito grave emitir facturas falsas. Con estas medidas, el otorgamiento de becas, el respaldo a los jóvenes, salarios justos para lograr el desarrollo y conseguir el bienestar del alma, nos vamos a sentir mejor, vamos a ir con más satisfacción a los templos porque vamos a estar cumpliendo los mandamientos.

Inevitable fue abordar la seguridad en esta ciudad, donde desde su llegada el Ejército custodiaba el lugar con un despliegue discreto de vehículos. Duele mucho que haya inseguridad y violencia pero no vamos a enfrentarla con la misma estrategia. No se puede enfrentar el mal con el mal, tenemos que atender las causas.

Tras reivindicar la creación la Guardia Nacional refirió que Ejército y Marina ya han asumido que será sin violar derechos humanos ni abusar de la fuerza. Citó cifras para justificar su presencia: ¿Saben cuantos elementos tiene el Presidente para enfrentar la seguridad? Veinte mil elementos de la Policía Federal.

Si se suman 220 mil miembros del Ejército y 40 mil de la Marina se reforzará la presencia y para eso ayudaría mucho la reforma constitucional porque ahora es ilegal que militares participen en tareas de seguridad.

A las afueras del lugar, observando en las pantallas colocadas el desarrollo del acto, el ánimo oscila entre la algarabia por los anuncios y la desesperanza por los desaparecidos, herida que no cierra entre los tamaulipecos. Decenas de rostros impresos en pancartas mantienen la indignacion: René, Vanessa, Rocío, Vilma... Demasiados para olvidar.

Pese a todo, el Presidente escucha el grito rítmico que lo acompaña hace ya tiempo: ¡Obrador, Obrador!