El Presidente tiene nuevo desencuentro con la prensa
Alonso Urrutia y Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Viernes 1º de noviembre de 2019, p. 5
Viernes 1º de noviembre de 2019, p. 5
Si ya no es estrategia de este gobierno detener líderes de grupos delincuenciales, ¿por qué se realizó esta acción (de detener a Ovidio Guzmán)?Frente a esta pregunta, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió: “¡Nosotros no recibimos órdenes de Washington! Porque en una de esas sale hasta en portada… que nos instruyeron y que por eso se actuó?”
Este fue el inicio del mayor desencuentro registrado entre el Presidente y los medios de comunicación en las 231 conferencias matuinas, a partir de las ópticas distintas sobre el operativo en Culiacán. El mandatario cuestionó la cobertura periodística sobre la coyuntura:
Estamos informando como nunca se ha hecho. No fue así el comportamiento de los medios que actúan no en representación de los ciudadanos, sino en función de intereses...
López Obrador apeló a la historia para reflexionar en la relación prensa-gobierno: “antes de que asesinaran al presidente Madero, se creó un ambiente. Después de haber sido una prensa sometida, abyecta, rastrera, durante el porfiriato, al triunfo del movimiento se desatan en contra de Madero, todos. De ahí surgió una frase fuertísima. ¿Saben qué llegó a decir Gustavo Madero? ‘Le muerden la mano a quien les quitó el bozal’. Eso no se lo perdonaron, nunca. Por eso se ensañaron en él”.
El momento y la forma en que se dejó en libertad a Guzmán detonó el intercambio, a veces ríspido, entre reporteros y el Presidente en torno a la primera versión oficial sobre los hechos y en demanda de despejar las numerosas dudas que prevalecen sobre lo que desató la crisis en la capital sinaloense: ¿cual fue el papel de la DEA? ¿Hubo filtraciones que frustraron el operativo? ¿Que se hizo con Guzmán cuatro horas?
Fue entonces cuando pidió: “¿No tienen por ahí las ocho columnas, la foto? Sin poner el cabezal del periódico, por respeto. A ver si tienes la foto. ¡Permítanme! –atajó ante las voces que continuaban preguntando. Igual un canal de televisión famosísimo. Aquí estamos dando una versión de que se da la orden y se retiran (los soldados). Así es y ya. Pero la versión que se difundió en algunos medios es que se le disfrazó (a Ovidio) y se le puso uniforme militar para sacarlo”, arguyó.
Desde el sillerío en el salón Tesorería de Palacio Nacional se escuchó un grito:
¡Fue culpa de su gobierno, no había información!Otras voces simultáneas acompañaron los cuestionamiejtos a las afirmaciones presidenciales.
López Obrador siguió:
Es que esto es importante destacarlo, porque ya basta de la manipulación. Claro que vamos a garantizar las libertades hasta el exceso, pero también no se puede estar apostando a la manipulación, aseveró mientras mostraba la edición de La Jornada.
“Miren, ‘fue disfrazado con uniforme militar para su entrega’. Y esto, ¿qué dice abajo? ‘Integrantes del gabinete de seguridad federal informaron que a Ovidio Guzmán se le vistió con ropa castrense y un brazalete del Plan DN-III. Se le cubrió el rostro a medias y se le subió a una camioneta’”, leyó el pie de foto de la edición de La Jornada del 18 de octubre, que se proyectaba en la pantalla.
–¿Se trata de desestabilizar a México con lo de Culiacán?
–No, nada más es que se aprovechan ciertas circunstancias para desatar ataques al gobierno.
Ya sin orden o sin que él ya asignara la palabra como acostumbra, seguían a gritos las preguntas sobre el operativo. Frente a esas expresiones, López Obrador insistió en sus razones:
lo más importante, lo que más nos interesaba de todo (era) dar a conocer que se detenían las operaciones (de captura), porque estaba en riesgo la vida de la gente.
Salvar vidas, lo importante
Para disipar la confusión refirió:
¿saben cuándo me enteré de que era falsa la foto? Anteayer en la mañana. Porque cuando la mostraron así, no le di importancia porque llegué a pensar que sí se había hecho (colocarle ropa de militar) para salvarle la vida a él (Ovidio) y salvar la vida a mucha gente (entonces) se había actuado bien, porque lo más importante era la vida de la gente; no le di importancia, porque lo más importante era evitar la masacre.
El bullicio por tomar la palabra y rebatir las afirmaciones presidenciales continuó.
Son lógicas distintas, ustedes buscando la nota, la noticia...
–La información, reviraron los comunicadores.
–“Sí, información, y ¡además precisa, sin ninguna equivocación! y nosotros.
En medio de ese caos, salió a relucir la primera versión ofrecida por el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo Montaño, quien atribuyó entonces a un patrullaje de rutina y no a un operativo planeado la captura de Guzmán López.
–¿El secretario Durazo mintió? –se le increpó.
–Él lo reconoció; son lógicas distintas. A nosotros lo que nos importaba era que se salvaran las vidas. Por eso la primera información, más que los detalles, lo que nos importaba era el mensaje de que se paraba el operativo.
–Entonces, es justificable decir… –se intentó una pregunta acerca del papel de la prensa
–No, no –alzó la voz–, no se tenían todos los elementos.
Exaltado, un reportero de Chihuahua se puso de pie para sostener que mientras no había información oficial, se difundían versiones del cártel de Sinaloa. Su vehemencia motivó que el coordinador de Comunicación Social, Jesús Ramírez Cuevas, se le acercara para exhortarlo a tranquilizarse.
Más tarde circuló en redes sociales que su conducta ameritó el retiro de su acreditación, lo cual fue desmentido por la Presidencia.
En otro momento, visiblemente molesto, el Presidente ironizó:
reiteramos el compromiso de entregar toda la información para que no haya especulaciones y si sale la serie de Netflix, que echen a andar la imaginación.
El intercambio subió de tono, lo que motivó que López Obrador intentará dar por terminada varias veces la conferencia:
Es que es que están muy excitados, dijo cuando se aproximaban ya a dos horas y media.
De nueva cuenta, a gritos se abrió otro aspero diálogo con uno de los reporteros.
–¿Que pasa a las 15:17 cuando lo detienen? ¿Que pasa después? ¿Se quedaron en su domicilio?
–Ya se dijo –reviró el –Presidente–, se retiran y ahí se quedan ellos
–¿Quién llevó a cabo esa negociación? ¿Cuál pieza del cártel de Sinaloa negocia con las fuerzas federales?
–Ninguna, pero si quieren poner eso, que lo pongan.
–No, Presidente, no es un asunto de algún medio, es un asunto de hechos.
–No, no, es que ya basta, de veras, con todo respeto, son asuntos muy serios que requieren responsabilidad y no se puede, por el amarillismo, poner en tela de juicio una acción tan importante.
Ante las dudas, ofreció que hoy continuarían las respuestas y se difundirán todos los videos con que se cuenta. En medio de este prolongado desencuentro, uno de los asistentes se interesó por otro tema.
–Presidente, ¿los Astros perdieron contra los Nacionales en la Serie Mundial?
–Eso es lo más complicado de contestar –y aquí sí sonrió López Obrador
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