Felipe habla de tragedias
Se casa estrella de Televisa
Reconocimiento de ME a FC
Ulises, con vía política libre
Julio Hernández López
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Ulises, con vía política libre
Julio Hernández López
SEGURIDAD EN LA CUMBRE. Vigilancia en carreteras de Quintana Roo, a unas horas de que se inicie la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Cancún Foto Carlos Ramos Mamahua
Jugando a condicionar el futuro, Calderón se reafirma en la presidencia (del comité nacional panista, desde luego) al establecer como lema de campaña electoral el frankesteinismo blanquiazul de la década reciente: Vamos (México) por más (de lo mismo). Felipe decidido a cerrar el paso al PRI, haiga de ser como haiga de ser, al grado de virtualmente declarar que el retorno del partido de tres colores al poder sería un peligro para México.
El precarista que ocupa Los Pinos hace un repaso alegre de diez años de administración derechista, aunque el personaje inaugurador de esa era, Vicente Fox, se abstiene o lo abstienen de asistir al festejo en el que, por lo demás, su indolencia o entendimiento con el narcotráfico sería puesto de relieve en las críticas generales al pasado que hizo el presunto triunfador del presente. Perlas felipistas a las que ya se va acostumbrando el respetable: “... la violencia, la violencia es culpa de los criminales, es culpa de los violentos; la violencia no es culpa del gobierno, que tuvo el valor de combatir a esos criminales y a esos violentos”.
Optimismo transexenal de quien reconoce que “en muchos ciudadanos existe incertidumbre, existe desaliento y pesar”, pero a quienes promete que sí se podrá recuperar la seguridad pública, aunque el proceso sea largo y doloroso (obviamente, más allá del 2012 que políticamente está encima), pues, oh sí, ¡mexicanos!: vamos por más seguridad en nuestro país. Paraíso prometido con dedicatoria negativa al priísmo que ya se hace de regreso a Palacio Nacional, lo que, a juicio del continuista Felipe, sería “la tragedia de regresar a lo antiguo, a lo autoritario, a lo irresponsable”, lo cual México “no se lo merece, porque eso significa pobreza, significa corrupción, significa negación o simulación de la libertad y del derecho”.
Un día antes de que el mesías del Auditorio Nacional declamara su decálogo de presuntos logros decenales, el máximo representante actual de esa tragedia, según San Felipe, daba la nota electoral del año: rodaje en Toluca de la boda de coyuntura que las pantallas, las revistas del corazón y las crónicas políticas habrán de añadir al catálogo de razones de farándula por las cuales el sobrino de Arturo Montiel debe ser el siguiente ocupante de la silla embrujada del poder mexicano. La estrella de Televisa que se casó fue, desde luego, el político y no la actriz, en una ceremonia cuyo supuesto bono democrático sucedió cuando la contrayente lanzó el ramo a los centenares de revisadas personas que en las afueras del templo esperaban el instante de júbilo en que vieran pasar a la pareja real. Primera dama en el tablero del ajedrez mediático en que, obviamente, el importante, al que se defiende, es al rey.
Alfil con aspiraciones de ser candidato de unidad perreánica en 2012, Marcelo Ebrard se permitió extender un sincero reconocimiento a Felipe Calderón. No a su origen electoral, pues el jefe del gobierno capitalino sigue jugando a no tomarse una fotografía con el panista michoacano, pero sí a su ejercicio gubernamental, a su valentía al enfrentar los problemas de la delincuencia organizada, a no darle la vuelta a las cosas. Ciertas palabras dicen más que una fotografía, sería la paráfrasis de la frase famosa que encomia la fuerza argumental de lo gráfico: Ebrard pide que no se juzgue a Calderón con mezquindad y se le reconozca lo hecho hasta ahora (¿su campaña bélica de 30 mil muertos?). Todo sea por una eventual alianza PRD-PAN que sería la coronación de la estrategia camachista actual.
En Oaxaca, mientras tanto, el tiempo de Ulises Ruiz acaba (y no), al tomar Gabino Cué el poder este miércoles, en un proceso con tal tufo a negociación que este astillador dijo el pasado viernes, en un encuentro con periodistas que organizó Cuauhtémoc Blas López para conmemorar un aniversario más de la revista En marcha, que si de verdad se busca una transición política en esa entidad, y no sólo una alternancia de siglas, el mandatario entrante debe llevar a instancias judiciales al saliente, acusado históricamente de crímenes y corrupción (la nota http://bit.ly/gkYQyN en el diario Noticias de Oaxaca).
Ulises Ruiz, sin embargo, está seguro de que tiene el camino libre para continuar su carrera política, con auditorías hechas, exoneraciones judiciales, inviabilidad de un nuevo juicio político y una lista de logros durante su gobierno que considera están a prueba de los jaloneos propios del cambio de gobierno. No irá a la ceremonia de transmisión de mando para no dar pie a “provocaciones”, sobre todo de diputados opositores al PRI sobre los cuales no tiene control Gabino Cué. Asegura que no dará nuevas concesiones de transporte ni notarías, en golpes de fin de sexenio, y precisa que no hará nada contra la nueva administración, más que defenderse si es atacado. Pero él está listo para ir a trabajar por el PRI en la franja colindante de Oaxaca con el estado de Guerrero, en razón de los comicios de esta entidad, y luego en Baja California Sur. Cuando haya cambio en la presidencia nacional del PRI podría recibir nuevas encomiendas partidistas. Y deja en el reino de los enigmas el sentido exacto de la frase “nos veremos pronto” que incluyó en su propaganda de despedida.
Astillas
Santiago Creel va por su segundo aire (o hace como que va), mientras a Manuel Espino se le acaba el gas, pues en el PAN se ha cumplido la orden pinolera de expulsarlo... El gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, al presentar su último informe, insistió en que debe aclararse el asesinato de quien iba enfilado a ser su sucesor, Rodolfo Torre Cantú, asunto que pareciera destinado al olvido... El caso de la presunta liberación de Diego FdeC dio este fin de semana materia para sesudos análisis en escuelas de periodismo y de ciencias de la comunicación... Y, mientras la reunión de Cancún pasa al archivo de las conferencias internacionales de poca o nula trascendencia, ¡hasta mañana, viendo cuánto tiempo dura y con qué eficacia se realiza el combate brasileño a los narcotraficantes!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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