miércoles, 29 de febrero de 2012

Astillero



Los Pinos y los Dinos SAL

Cald y Cold, en lo oscurito

Chepina, ¿a la cocina?

EPN: medicina al niño

Julio Hernández López
La nueva República Amorosa ha sido formada con los territorios antes presuntamente en pugna del peñanietismo y el calderonismo, luego del abrazo de Los Pinos que la noche del lunes se dieron Cald y Cold. El quintanarroense Pedro salió hablando maravillas del michoacano Felipe, convencido de que éste es todo un demócrata y que garantiza un excelso tránsito rumbo a las urnas. El jefe de Cold (well) también ve las cosas muy bien, al grado de reconocer la posición” del ocupante de Los Pinos expresada un día después de mostrarse faccioso mediante encuestas en una reunión con consejeros de Banamex. “Celebramos la afirmación del Presidente”, dijo Peña Nieto, así convertido en fan de la presunta conversión definitiva de Cald a la democracia.

El romance bipartidista trata, como era evidente, de sacar de cuadro a López Obrador. La tramposa presentación de gráficas hecha por Calderón para decretar que “Josefina Vázquez Mota está a cuatro puntos de Peña Nieto en las encuestas” sirvió para instalar públicamente la percepción de que el pleito se ha circunscrito al prianismo, sin espacio para un tabasqueño al que insisten en declarar casi en desahucio electoral pero al que le siguen cerrando puertas como si tuviera notable vitalidad.

Seguirán, sin duda, los pleitos y jaloneos entre Los Pinos y el PRI, pero la súbita amorosidad debería poner muy nerviosa a la candidata presidencial panista, nunca bien vista por el círculo interno del felipismo, sino todo lo contrario. Zedillo cedió el paso a Fox para garantizarse tranquilidad e impunidad (con Salinas en busca de venganza); Fox, a Calderón con similares propósitos (con el escándalo encima de la enorme corrupción propia, de su esposa e hijos), y Calderón podría negociar el retorno del PRI para conseguir impunidad ante el gran saqueo, protección ante el narco vengativo y continuidad de los acuerdos transexenales con Estados Unidos. Chepina, ¿a la cocina?

Por si poco fuera el nuevo amor (Los Pinos y Los Dinos Se Aman Locamente, podría ser la leyenda escrita en la corteza de algún árbol de paso), el peñanietismo no quiere gastarlo en infiernitos, de tal manera que ni siquiera se dignó responder en forma a las provocaciones de Vázquez Mota, que pareciera estar fuera de la jugada, al cuantificar en milenio y medio los años de cárcel que juntarían algunos de quienes rodean al Copete querendón. Tampoco reaccionaron los priístas en la Cámara de Diputados ante las pullas y críticas en tribuna de algunos panistas despistados, y prefirieron los amorosos de tres colores dar azucarado voto de confianza al amado Felipe y enderezar sus enojos contra el perredismo, al que no desean permitir que haga mal tercio.

El prianismo nuevamente tocado por Cupido electoral estuvo a punto de dar a luz una criatura guanajuatense, durante la noche y madrugada en que sucedió esa cópula de intereses en Los Pinos entre Cald y Cold. El médico panista José Ángel Córdova Villalobos, quien fue secretario de Salud del gabinete felipista, estuvo en la mesa quirúrgica del PRI con la intención de operarlo para que acabara convertido en candidato de tres colores a la gubernatura que El Yunque cree tener ya en la bolsa, con la intervención del actual mandatario, Juan Manuel Oliva, volcado a favor de su delfín Miguel Márquez, al que sacó adelante como candidato contra la voluntad del resto del panismo, incluyendo a Los Pinos.


LABORES EN LA SCJN. Los ministros Margarita Beatriz Luna Ramos, José Ramón Cossío Díaz y Sergio Salvador Aguirre Anguiano, ayer durante la sesión en la Suprema Corte Foto María Luisa Severiano

El parto, que obviamente no habría sido natural, acabó en aborto porque se atravesó Juan Ignacio Torres Landa, quien junto con Francisco Arroyo peleaba con mucha anticipación la postulación del partido en el que sí militan. Al final, Córdova se queda como estaba: candidato al Senado en una posición inviable de la lista nacional, la número 20, y coordinador de asuntos de salud en la campaña de Vázquez Mota. Torres Landa va como candidato priísta a la gubernatura, y Arroyo, actual senador, espera ir a San Lázaro por la vía plurinominal.

Desde luego, habrá otras oportunidades para los nuevos tórtolos electorales. Por ejemplo, el Senado, adonde ayer la Secretaría de Gobernación envió el acuerdo firmado por Calderón respecto a explotación con Estados Unidos de yacimientos energéticos transfronterizos. Ya antes el jefe de esa cámara, Manlio Fabio Beltrones, había hecho comentarios positivos para ese texto, calificándolo de “paso adelante”, así que es de suponerse que serán diligentemente atendidos los requerimientos de la oficina del inspector Poiré, quien solicitó a los senadores que atiendan y voten este asunto en el presente periodo de sesiones, como si el proceso del Poder Legislativo estuviera sujeto a los apetitos o necesidades de quienes ocupan el Ejecutivo. Pero la nueva amorosidad prianista todo lo sobrelleva con buena cara, sobre todo si el amancebamiento es por bienes compartidos.

Peña Nieto, mientras tanto, reincidía en el error de hablar en público sin sujeción absoluta al apuntador electrónico. Invitado a un Laboratorio Político organizado por empresas encuestadoras urgidas de legitimar su impugnado oficio con mucha frecuencia doblegado ante el interés del cliente en turno, el ex gobernador priísta dijo que en la política se toman decisiones como las correspondientes al tratamiento de niños a los que es necesario aplicar medicina aunque ellos no la quieran. Vázquez Mota pasó sin pena ni gloria por el foro, asegurando que ella ha consultado directamente a los pobres y no a los pobretólogos. Y AMLO aprovechó para reiterar sus propuestas de campaña y defender a su gabinete de las burlas del chepinismo, señalando el tabasqueño que, en todo caso, en sus propuestas hay mil 500 años de experiencia y honestidad.

Finalmente, el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, se reunió la noche del lunes con quienes velaban los restos de una jovencita afuera de la fiscalía estatal en Ciudad Juárez, y a consecuencia de ese encuentro nombró un fiscal especial para “homicidios de género”. Pero resulta que el presunto justiciero, Ernesto Jáuregui, fue señalado en 2003 como violador de derechos humanos por la comisión estatal del ramo. ¡Hasta mañana!

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