Palabras de Héctor Vasconcelos en la presentación del Plan de Desarrollo 2018-2024
Boletín 017-324
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Ciudad de México, 20 de noviembre de 2017
Palabras de Héctor Vasconcelos en la presentación del Plan de Desarrollo 2018-2024
El tema de política y gobierno en el Proyecto de Nación, incluye 5 esferas: Rescate del Estado, Política Exterior, Migración, Sociedad Segura y Procuración de Justicia.
Sostenemos que en México, el Estado, esfera política superior cuya razón de ser es definir y defender el interés general, no existe: se encuentra secuestrado por una minoría, por la corrupción y la voracidad de una élite. Vivimos en una República aparente, simulada, falsa. Hay poderes constitucionales, pero están confiscados por un grupo que lleva décadas sin garantizar la democracia efectiva, el respeto a los derechos humanos y la paz social. Lo que hoy existe en México es un entramado de intereses de las élites.
México es la economía número 14 en el mundo en cuanto a tamaño, pero 45 millones de mexicanos viven en la pobreza. El país vive en un círculo vicioso de desigualdad, bajo crecimiento y pobreza. México está dentro del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo: el 1% de la población concentra el 43% de la riqueza y por si fuera poco en un estudio reciente México aparece como el país con mayor corrupción en America Latina. Este círculo de desigualdad, pobreza y violencia se asocia, además, con bajos niveles de educación y altas tasas de desempleo entre los jóvenes.
El rescate del Estado significa reconstruir y fortalecer las instituciones del Estado para garantizar la paz y el estado de derecho; la democracia, la rendición de cuentas y la transparencia de los gobiernos; los derechos humanos; la laicidad; la libertad de expresión y manifestación de las ideas; la pluriculturalidad y la autonomía de los pueblos indígenas; los derechos de las mujeres y las minorías; los derechos de propiedad; los derechos sociales y la distribución justa de la riqueza; un medio ambiente sano en lo local y en lo global. El rescate del Estado significa también reconocer su capacidad de articulación en la planeación y rectoría de la economía Nacional. No creemos en el estatismo, pero tampoco en que el Estado debe subordinarse a las fuerzas del mercado. El rescate del Estado también significa recuperar una política exterior sustentada en el desarrollo nacional y la libre determinación de los pueblos.
Seguridad
La crisis de seguridad que vivimos es mucho más profunda y grave que un asunto de policías, narcotraficantes y ladrones. Se trata de una crisis de valores y de convivencia marcada por el resentimiento social a causa de la pobreza y la falta de oportunidades, particularmente para los jóvenes. Agravan dicha crisis una conjunción de factores sociales y económicos, a los que se suma el deterioro y la corrupción en los cuerpos policiales y el aparato de procuración y administración de justicia.
El componente de inequidad social en la violencia que vive México no puede soslayarse. Recuperar la paz y la tranquilidad y reconstruir la convivencia social es una lucha que se debe dar en varios frentes. La solución de fondo pasa por enfrentar desempleo, pobreza y desintegración familiar. Pasa particularmente por sustituir al narcotráfico como opción económica para los jóvenes, por opciones de educación y trabajo honesto.
Ha sido un error reducir la estrategia de seguridad a una correlación de la capacidad de fuego entre los cuerpos policiales y el crimen organizado, con el único fin de capturar a los grandes capos del narcotráfico. Llevamos más de 10 años aplicando esa lógica centrada únicamente en descabezar cárteles, sin desmantelar su infraestructura financiera.
La política de seguridad del nuevo gobierno tendrá diferentes aristas que incluyen:
1) Rediseño institucional del área de seguridad entre lo que destaca el establecimiento de una instancia de coordinación permanente bajo la dirección directa del titular del Poder Ejecutivo, integrado por la Fiscalía General de la República y las secretarías de Gobernación, de la Defensa Nacional y de Marina, que se articularán con las autoridades estatales a través de instancias como el Sistema Nacional de Seguridad Pública; El Estado Mayor Presidencial pasará a la Secretaría de la Defensa Nacional para poner al servicio de toda la sociedad mexicana su experiencia y capacidad. Se creará la Secretaría de Seguridad Pública quitando a la Secretaría de Gobernación atribuciones que en estricto rigor no le competen. Con ella se impulsarán los cambios jurídicos necesarios para regresar a un esquema civil y sin criterios políticos. Se analizará la conveniencia de crear una Guardia Nacional.
2) Coordinación de los cuerpos de seguridad con el Ministerio Público. Hasta ahora, el combate al crimen organizado ha tenido como estrategia fundamental el combate directo del crimen a través de los cuerpos de seguridad del Estado. Sin embargo, son las instancias de procuración de justicia las que definen las posibilidades de éxito, mediante la detención y posterior procesamiento de los indiciados. Por ello, más que la estrategia equívoca de la guerra contra el narcotráfico, el elemento central debe ser la procuración de justica.
3) Combate a la Corrupción y fortalecimiento de la transparencia. Estableceremos una política de cero tolerancia a la corrupción, a la impunidad y al influyentismo. Se creará la Contraloría Ciudadana, autónoma y con recursos humanos y materiales suficientes. En ella participarán representantes de la sociedad, sin vínculos políticos partidarios.
4) Se creará el Colegio Nacional de Seguridad Pública para formar mandos y cuadros policiales profesionales, altamente capacitados, honestos y dedicados exclusivamente a proteger a la sociedad.
5) La inteligencia policial está marginada y rezagada. Basaremos nuestros esfuerzos en la inteligencia, apoyada a su vez en nuevas técnicas, particularmente relacionadas con el uso intensivo de los avances tecnológicos. Impulsaremos una policía más activa y preventiva que reactiva; más de contención que de punición y encierro.
6) Retiro paulatino y programado del Ejército y la Marina. La seguridad pública es una responsabilidad del ámbito civil. No obstante, mientras todo lo anterior sucede, el Ejército y la Marina seguirán participando con su experiencia, con su disciplina y lealtad. No vamos a dejar a su suerte a comunidades y pueblos que por el momento sólo están siendo protegidos por la presencia de las fuerzas militares.
7) No se utilizarán las fuerzas de seguridad para reprimir al pueblo. La protesta política sólo se resolverá con diálogo, racionalidad y transparencia, y con decisiones públicas que respondan a las demandas sociales.
8) Se aplicarán políticas de reintegración social al delincuente sentenciado. Particular atención requerirá el combate a la ancestral corrupción en los penales y el rescate de los mismos de las garras de sus autogobiernos. Además se explorarán penas alternativas, como trabajo comunitario, para cierto tipo de delitos no violentos.
Migración
Se prevé que los retos migratorios del próximo gobierno se centren en tres aspectos: a) incremento de la migración de retorno hacia México, debido a las políticas antiinmigrantes del gobierno norteamericano y por un ciclo propio del fenómeno migratorio; b) aumento de la presión migratoria centroamericana en la frontera sur de México, y c) despoblamiento de las áreas expulsoras de mano de obra hacia las principales ciudades del país y hacia la frontera norte principalmente.
El próximo gobierno iniciará una nueva época en la política migratoria, con grandes objetivos: a) Política Migratoria Transversal que incluya promover el desarrollo integral de las principales zonas expulsoras de población migrante; b) Protección y defensa de los derechos humanos de los migrantes mexicanos en Estados Unidos; c) Combate y prevención de prácticas de corrupción en el trato a los migrantes nacionales y extranjeros, impulsando una nueva política pública migratoria con estándares altos de integridad, transparencia y eficiencia; d) Participación de Organizaciones de la Sociedad Civil, nacionales e internacionales, en la evaluación y monitoreo de la política migratoria, y e) Reconocimiento de la Frontera Sur como una prioridad migratoria.
Procuración de Justicia
Uno de los graves problemas de nuestro país es la impunidad. La profesionalización y la garantía del debido proceso son fundamentales en el combate a la impunidad y la procuración de justicia. Para ello se establecerá:1) La profesionalización y cero tolerancia a la corrupción en el Ministerio Público; 2) La especialización por delito y etapa procesal; 3) la dignificación de fiscalías; 4) Fortalecimiento de la base de datos criminalísticos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con el objeto de asegurar que todos los órganos encargados de la procuración de justicia puedan contar con información relevante y hacer pública la información que no comprometa datos personales ni procesales; 5) Modernizar los sistemas de información y procesos de la procuraduría para hacer eficiente su labor, generando nuevos esquemas basados en la inteligencia y la informática; 6) Crear una ley que establezca la autonomía de los servicios periciales que deben participar en la investigación de delitos contra la seguridad pública; 7) Creación de un órgano que, en los procedimientos penales, se constituya como el único representante de los intereses patrimoniales del Estado en relación a algún delito de corrupción, cometido en contra de la administración pública.
Un elemento sustantivo de la procuración de justicia es el respeto a la autonomía del poder judicial. Su función no puede estar supeditada a los intereses del Ejecutivo. En la medida que se respete su autonomía, la justicia no solo permitirá el estado de derecho, sino un país con mayor potencial para el desarrollo económico y social.
POLÍTICA EXTERIOR
Nuestro proyecto de nación propone una política exterior que, exenta de protagonismos artificiales, recupere la dignidad y la eficacia que la diplomacia mexicana ha logrado en sus momentos estelares. Sostenemos que la mejor manera de promover los intereses genuinos del país es empezar por poner nuestra casa en orden. México tendrá un mayor peso en el concierto de las naciones cuando sea percibido como un país, justo, estable y próspero.
Para defender nuestros intereses partiremos de los principios históricos de nuestra política exterior tales como la no intervención, el respeto a la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de los conflictos, el respeto al orden jurídico internacional y la cooperación para el desarrollo. Son estos principios los que hicieron posible que México obtuviera logros internacionales como el tratado de Tlatelolco y nuestra actuación en la Asamblea de la OEA en Punta del Este.
La política exterior mexicana de los últimos decenios ha estado excesivamente enfocada hacia América del Norte, en detrimento de nuestra relación con el resto del mundo. Proponemos diversificar nuestras relaciones económicas y diplomáticas con otras regiones tales como América Latina, la Unión Europea y las potencias que previsiblemente ostentaran un lugar determinante en la economía internacional del siglo XXI, tales como China y la India.
Deseamos recuperar nuestro papel histórico entre los países de América Latina y el Caribe y ser un factor, junto con ellos, en la geopolítica internacional.
Hacia los Estados Unidos de Norteamérica buscaremos una relación de respeto y colaboración, no de enfrentamiento. Proponemos una alianza para el desarrollo, en vez de una mera colaboración militar y policiaca contra el crimen organizado. Pensamos firmemente que tal alianza, de beneficios mutuos, sí es posible.
Hemos venido sosteniendo que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte debe posponerse hasta que México esté representado por el gobierno que resulte legítimamente electo en las elecciones del próximo primero de julio. Un gobierno como el actual, con los índices de aceptación más bajos de la historia moderna del país, carece de la legitimidad requerida para representar los intereses del país en esta negociación.
Para apoyar las condiciones legales de nuestros connacionales en Estados Unidos, proponemos que el medio centenar de consulados que México tiene en aquel país se conviertan de facto en verdaderas procuradurías para defender los derechos de nuestros compatriotas.
La participación de México en organismos multilaterales será siempre en defensa radical de los derechos humanos en todas sus ramas y servirá para coadyuvar en el saneamiento del medio ambiente y el combate al calentamiento global, cuestión esta última que consideramos como quizá el mayor reto que la humanidad enfrenta en el presente.
Pugnaremos en todo momento por mejorar las condiciones de trabajo de nuestro noble Servicio Exterior Mexicano, instrumento ejecutor de la política internacional de México.
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