Grupos de poder querían apropiarse de las 600 hectáreas de la actual terminal áerea, afirma
▲ A través de un video publicado en redes sociales, Andrés Manuel López Obrador advirtió a los empresarios que tiene un mandato de los mexicanos y
no estoy de adorno.Foto La Jornada
Néstor Jiménez y Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de octubre de 2018, p. 3
Miércoles 31 de octubre de 2018, p. 3
Detrás del proyecto de la terminal aérea en Texcoco había la intención de inversionistas de apoderarse de los terrenos del actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México para convertirlo en un desarrollo similar al de Santa Fe, afirmó el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Tras subrayar que no permitirá que grupos, por poderosos que sean, se beneficien con recursos públicos, dijo a los empresarios que ya hay otro México.
No voy a ser florero, no estoy de adorno, sentenció.
Ayer, mediante un video que publicó en redes sociales, el futuro presidente de la República señaló que las reacciones de los grupos empresariales y políticos que lo critican por la decisión de cancelar el aeropuerto en Texcoco para trasladar la obra a la Base Aérea de Santa Lucía se deben a intereses que van más allá de un negocio legal o legítimo, y que tiene que ver con otros proyectos planeados a futuro.
En el fondo, lo que estaba de por medio es el quedarse con los terrenos del actual aeropuerto, llegué a ver hasta el anteproyecto. Ya tenían pensado hacer una especie de Santa Fe en las 600 hectáreas del actual aeropuerto. Yo entiendo que estén molestos porque ya no van a poder hacer ese negocio, señaló López Obrador.
Dijo que no había dado a conocer esa información para mantenerse neutral en el desarrollo de la consulta ciudadana.
Aunque admitió que el anuncio provocó
ataques, afirmó que éstos
no pudieron generar inestabilidad. Sin embargo, reconoció que hubo un
deslizamientodel peso frente al dólar, pero la moneda, aseguró, se recuperará. Destacó que no hubo devaluación,
ya que los mercados actúan con inteligencia.
¡Cuánto escándalo, cuánta bulla, cuánto ruido por lo de la consulta del aeropuerto!, expresó.
Es una campaña orquestada por los que se sienten afectados. Hemos dicho una y mil veces que vamos a garantizar las inversiones, los contratos, que no hay nada que temer, agregó.
A pesar de las reacciones, López Obrador sostuvo que con la decisión de cancelar el proyecto de Texcoco
se gana muchísimo, porque se evita la corrupción, que es el objetivo a eliminar.
Cero corrupción, cero impunidad, no va a haber interés personal o de grupo, por poderoso que sea, que haga negocios al amparo del poder público con el dinero de los mexicanos. Se terminó ya la corrupción. Ojalá se vayan adaptando a la nueva realidad, subrayó.
Envió un mensaje a los empresarios:
Serénense, tranquilícense, ya se llevó a cabo un cambio en el país. Hay que notificarles algunos, hay que informarles que ya es otro México y que yo no voy a ser florero, no estoy de adorno. Yo traigo un mandato de los mexicanos.
Insistió en que no habrá injusti-cia con inversionistas y contratistas que ya trabajan en Texcoco. Serán atendidos, explicó, para garantizar acuerdos y que sus obras puedan realizarse en Santa Lucía.
López Obrador grabó el mensaje ayer por la mañana en su oficina junto a una pila de libros donde destacaba la obra ¿Quién manda aquí? La crisis de la democracia representativa, en la cual se menciona que el modelo de gobernanza de las sociedades occidentales está en crisis y que la ciudadanía busca alternativas al no sentirse tomada en cuenta.
Por la tarde, un grupo de simpatizantes que portaban botargas con las figuras de López Obrador; Claudia Sheinbaum, próxima jefa de Gobierno capitalino; Cuitláhuac García, futuro mandatario de Veracruz, y Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos, arribaron a la casa de transición para tratar de saludar al presidente electo, pero no tuvieron éxito.
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