Gabriela Rodríguez
V
iolentar las leyes y la Constitución se ha convertido en uso y costumbre en este país; se trata de un rasgo que esperamos cambiará de manera sustantiva con el cambio de régimen, el respeto a las leyes y a los derechos humanos.
La difusión en los medios sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se ha centrado más de la parte financiera que en una mucho más importante: el respeto al derecho al agua y a un medio ambiente sano. Se trata de derechos que no tienen precio y que están reconocidos en la Constitución Política de la Ciudad de México, la cual entró en vigor el pasado 17 de septiembre.
En el artículo 9, letra F, numeral 2 se establece que:
La Ciudad garantizará la cobertura universal del agua, su acceso diario, continuo, equitativo y sustentable. Se incentivará la captación del agua pluvial; en numeral 3:
El agua es un bien público, social y cultural. Es inalienable, inembargable, irrenunciable y esencial para la vida. La gestión del agua será pública y sin fines de lucro.
El derecho a un medio ambiente sano está reconocido en el artículo 13, inciso A, numeral 1:
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. Las autoridades adoptarán las medidas necesarias, en el ámbito de sus competencias, para la protección del medio ambiente y la preservación y restauración del equilibrio ecológico, con el objetivo de satisfacer las necesidades ambientales para el desarrollo de las generaciones presentes y futuras. El numeral dos de ese mismo artículo reconoce la importancia de las consultas ciudadanas, 2:
El derecho a la preservación y protección de la naturaleza será garantizado por las autoridades de la Ciudad de México en el ámbito de su competencia, promoviendo siempre la participación ciudadana en la materia.
En días pasados, Fernando Córdova, doctor en Ecología por la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que el Nuevo Aeropuerto es un ecocidio debido a la devastación ambiental de un reserva oficialmente no reconocida, la cual ya estaba en peligro e iba a ser rescatada, además explicó que el impacto ambiental del posible Aeropuerto de Santa Lucía, en términos de movilidad regional, se desconoce porque aún no hay estudios al respecto. Agregó que los mexicanos no se pueden dar el lujo de perder una región como Texcoco, especialmente en el contexto actual de la Ciudad de México que enfrenta retos de regulación y abastecimiento de agua, así como hundimientos del suelo; es necesario que se proteja el recurso del agua y las especies. Anteriormente, el ex director de la Comisión Nacional del Agua en las administraciones panistas, José Luis Luege, ya había señalado que el gobierno ocultó el impacto que el aeropuerto tendría en el lago, consideró que ignoraron el daño que tendría sobre el Lago Nabor Carrillo y su entorno.
Y mientras estamos ocupados en la consulta por el NAIM, en el Poder Judicial están por violentar también la Carta Magna de la ciudad, nada menos que quienes tienen como atribución el cumplimiento de las leyes. Ha trascendido en la prensa que el magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez pretende ser electo por segunda vez para presidir el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, lo cual sería un acto inconstitucional y de abuso de poder. De acuerdo con el artículo 35, apartado B, numeral 9 de esta Constitución establece que:
las y los magistrados integrantes del pleno del Tribunal Superior de Justicia elegirán por mayoría de votos en sesión pública, y mediante sufragio secreto, a la persona que lo presidirá. Quien lo presida durará en su encargo un año sin posibilidad de relección alguna, sea sucesiva o alternada, independientemente de la calidad con que lo haya ostentado. Hace un par de días, Javier Quijano, abogado constituyente del grupo parlamentario de Morena entregó una carta para evitar este agravio, la cual está firmada por la fracción constituyente de su partido y por algunos legisladores de otras fracciones. Porque ya es hora de que las leyes se respeten.
¡Que no crezca la mancha urbana! y ¡Que el Poder Judicial garantice y no violente los derechos humanos!
Twitter: @Gabrielarodr108
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