En un recorrido por varias casillas, los votantes optan por Santa Lucía // Greenpeace reparte panfletos en los que advierte de graves afectaciones ambientales
Arturo Cano
Periódico La Jornada
Viernes 26 de octubre de 2018, p. 4
Viernes 26 de octubre de 2018, p. 4
La consulta es sobre un aeropuerto en construcción y otro que funciona más uno nuevo. En la discusión en redes y medios, sin embargo, el debate es sobre la consulta misma. Salvo excepciones, ese debate no ocurre en la calle: los ciudadanos que acuden a votar agradecen, en su mayoría, que se les tome en cuenta. El sondeo informal en un recorrido por cinco mesas de votación resulta en que la mayoría rechaza Texcoco y se inclina por la opción aeropuerto actual más Santa Lucía.
El debate mediático aterriza en la calle. Por ejemzzplo, en una discusión que sostienen varias señoras en la mesa del Metro Viaducto.
Tiene que ser en Texcoco porque es una zona muy pobre donde no hay trabajo. ¿Qué puede ser mejor que darles empleos?, dice una señora. La mujer que ocupa el siguiente lugar en la fila le responde:
¿Aunque se lo quiten a los que trabajan en el aeropuerto de ahora?
Las dos mujeres siguen su intercambio en el que salen a relucir los temas que han estado en el debate desde la campaña electoral: la corrupción, los sobrecostos de la terminal en construcción, el lago e incluso el tema de que sólo los expertos pueden opinar.
La discusión se interrumpe brevemente porque un hombre mayor mienta madres al saber que no puede votar sin credencial del INE. El señor se va mientras el resto de ciudadanos se miran como diciendo
ni modo, entre ellos una pareja de ancianos que expone sus razones para votar.
Por la corrupción, dice él. Ella agrega que no está de acuerdo con Texcoco y, además del argumento de su marido,
por el daño ecológico.
Poco después llega Miguel Guerrero, quien se presenta como
agente aduanal libre, y dice que vino a votar porque conoce bien el aeropuerto actual.
La realidad nos rebasó. Por eso voté por Texcoco, la opción que siempre ha sido viable.
Los voluntarios que están a cargo de las mesas de votación dicen que recibieron capacitación durante un día, sobre todo para manejar adecuadamente la aplicación de Internet donde capturan la clave del elector, además de que recibieron un manual que muestra
lo que debemos y lo que no debemos hacer.
Las responsables de la mesa en el Metro Coyuya permiten que los votantes tomen foto de su boleta, porque el ejercicio no tiene nada de secreto. Maru Anastasio explica que desde temprana hora llegaron,
en grupos de cuatro o cinco, empleados federales de oficinas cercanas y que todos tomaron fotos de sus papeletas. “Uno decía: ‘márcale ahí’”, dice Anastasio, y entonces marcaban la opción de Texcoco antes de depositar la boleta en la urna. Cerca de esta mesa hay oficinas del Servicio de Administración Tributaria, de la Procuraduría Federal del Consumidor y de la Secretaría de Educación Pública.
Se pregunta a Maru si se puede votar más de una vez. Ella reta:
Intente.
Ya voté, se le dice. Ofrece entonces introducir el número de la credencial del INE para probar que es
imposiblehacerlo. En la pantalla del teléfono aparece en letras negras:
No puede votar. Y debajo, en rojas:
Ya votó en otro lugar.
▲ En varias alcaldías de Ciudad de México miles de ciudadanos participaron en la consulta.Foto Carlos Ramos Mamahua
El reportero pide que sus datos sean introducidos en otras tres mesas.
Con todo gusto, si es para probar; ya vinieron de otros periódicos, dicen en una. Sólo en uno la aplicación no muestra la leyenda referida. En el Metro Viaducto, un hombre de mediana edad es testigo de ese intento y concluye: “Consulta patito”. Aun así, permanece en la fila para votar.
La explicación que dan los organizadores de la consulta en horas de la tarde es que
la falta de conectividad de datos en algunas zonasproduce un retraso en el registro de las claves de elector,
que ha abierto la posibilidad de que un ciudadano pueda votar más de una ocasión. Sin embargo, los datos de que disponemos hasta el momento nos permiten afirmar que se trata únicamente de situaciones focalizadas que no configuran un patrón de comportamiento que pongan en duda la validez de la consulta.
A la falta de conectividad, los organizadores añaden que recibieron
ataques informáticos al aplicativo que han retrasado el registro de los votantes, con mayor impacto en las zonas de baja conectividad. Afortunadamente estos ataques han sido contenidos y la aplicación funciona correctamente.
Por el flujo de votantes, la preocupación de los voluntarios en las mesas –una breve charla con ellos en una u otra indica que todos forman parte de la estructura de Morena– es que las 2 mil 400 boletas que les dieron resulten insuficientes.
Entre ellos circula un boletín que este día emitió Greenpeace, en el cual resume los argumentos contra la opción Texcoco.
Dice la organización ambientalista que el proyecto del sexenio que fenece:
aumentará la emisión de gases de efecto invernadero, agravará el problema de mala calidad del aire en la zona metropolitana, destruirá el hábitat de las miles de aves migratorias, cancela toda posibilidad de recuperar y extender la vocación lacustre de la zona, y que sus efectos van
más allá del polígono de construcción del aeropuertopor la extracción de materiales pétreos y el depósito de lodos tóxicos en las zonas aledañas.
Faltan tres días de una consulta bajo fuego. El presidente electo se ha pronunciado abiertamente por la opción Santa Lucía y entre los voluntarios de las mesas circulan profusamente las conclusiones de Greenpeace:
Entre el lago y un aeropuerto de gran envergadura, el valle de México necesita un lago. Esta es la mejor apuesta a corto, mediano y largo plazos para recuperar y ampliar la vocación lacustre de esa región de la cuenca del valle de México y aspirar a una Ciudad de México y Zona Metropolitana más sustentable y resiliente a los impactos derivados del cambio climático.
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