El proyecto fue aprobado mediante consulta
▲ Acompañado de mandos militares, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el proyecto del aeropuerto en Santa Lucía no excederá el costo estimado.Foto Pablo Ramos
Alonso Urrutia
Enviado
Periódico La Jornada
Martes 30 de abril de 2019, p. 3
Martes 30 de abril de 2019, p. 3
Zumpango, Méx., Rodeado de la cúpula castrense y de la maquinaria pesada de la Secretaría de la Defensa Nacional desplegada como mensaje de su inminente utilización, desde la base militar de Santa Lucía el presidente Andrés Manuel López Obrador, ostensiblemente satisfecho, anunció: “Ya hasta se podría iniciar la construcción de las pistas (para el nuevo aeropuerto), pero estamos actuando con mucho cuidado, con mucha prudencia (…); estamos esperando porque falta la manifestación de impacto ambiental”.
Esta es una obra que, garantizó el mandatario, no excederá ni los costos –estimados en 100 mil millones de pesos– ni los plazos, a fin de inaugurar la primera etapa en 2021. Con el Ejército como garante de presupuestos y tiempos, aseguró, se va a dejar atrás la etapa en que se triplicaban los costos de las obras, como el caso del tren Toluca-Ciudad de México, que se proyectó originalmente en 30 mil millones de pesos y que costará finalmente 90 mil millones.
La ceremonia de ayer, anunciada en un principio para colocar la simbólica
primera piedra, después se rebautizó como
Inicio de los estudios y trabajos preliminares en la base militar de Santa Lucía, ya en trance de convertirse en el nuevo aeropuerto internacional Felipe Ángeles.
En ese acto, utilizado para que el Presidente prodigara un cúmulo de elogios al Ejército, al punto de calificarlo como
la institución de instituciones, se anunció otra
buena noticia, la que, concedió, no dejará satisfechos a
nuestros adversarios. Puedo decirles que se llevó a cabo la consulta en los pueblos de alrededor de Santa Lucía. ¿Y qué creen? La gente aprobó el proyecto.
Una más de las consultas a las comunidades indígenas consumadas, que apenas se conoció mes y medio después de su realización, pues según el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer, se llevó a cabo el pasado 10 de marzo con una nueva asamblea de seguimiento dos semanas después, como lo dispone, según aseguró, el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
–¿Por qué no hubo difusión?
–Debido al protocolo que se llevó a cabo por parte de ellos. Fue el acuerdo –dijo en entrevista.
López Obrador apeló a las cifras para exaltar la austeridad de su proyecto: un ahorro de 100 mil millones de pesos respecto del frustrado aeropuerto en Texoco, que costaría en conjunto 300 mil millones de pesos. Esta nueva terminal entrará en operación en una primera fase en 2021 y no en 2024.
Nos íbamos a pasar los seis años construyéndolo.
Para el Presidente, la construcción del aeropuerto es un proyecto fundamental, porque va a resolver el problema de la saturación del de la Ciudad de México, pero
también va a ser un ejemplo de cómo se puede llevar a cabo una política austera.
Su discurso fue de comparaciones: Texcoco hubiera significado cancelar los otros dos aeropuertos (el Internacional de la Ciudad de México y el de Santa Lucía), perdiéndose dos instalaciones fundamentales. Se iban a
tirar a la basuralos 12 mil millones de pesos invertidos hace 12 años en la Terminal 2 y los mil millones de pesos destinados al otrora hangar presidencial.
El comandate de la fuerza aérea Manuel de Jesús Hernández destacó que la construcción del nuevo aeropuerto preservará su carácter estratégico-militar –para operaciones de asistencia en casos de desastres– y para mitigar la saturación de la actual terminal aérea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario