Niega que Cayetano Cabrera se vaya a reunir con Calderón
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de julio de 2010, p. 12
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) aseguró que existen recursos públicos necesarios para generar opciones laborales para los cerca de 17 mil trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) que no han aceptado su liquidación.
Martín Esparza, dirigente del SME, precisó que el costo nominal para emplear y dar salario a ese grupo sería de 4 mil millones de pesos al año, mientras que la facturación en la zona centro del país –área de influencia de LFC– es de 50 mil millones de pesos, según el último reporte de 2008.
De acuerdo con la minuta firmada la noche del lunes en la Secretaría de Gobernación, desde este martes se reunieron abogados del SME y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para empezar el análisis de documentos entregados por el sindicato en la solicitud de toma de nota, esto es, reconocimiento del gobierno hacia el comité central del gremio electricista. “El secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, está en una actitud de resolver. El SME siempre se ha conducido con base en la legalidad y la institucionalidad y el secretario está en esa misma postura: concertar y llegar a acuerdos”, dijo Esparza en entrevista posterior al anuncio de la firma de un pacto de unidad entre el SME y el sindicato minero.
La propuesta del SME es generar puestos de trabajo para todos los electricistas que no han aceptado su finiquito de liquidación; en principio, proponen una empresa para el área de telecomunicaciones que daría servicios con la explotación de la fibra óptica. En este caso, dijo, serían empleados alrededor de 500 personas. Por ello, el principal proyecto es generar una estructura administrativa-operativa con base en el propio diseño de la Comisión Federal de Electricidad de la “división centro”.
Comentó que la situación derivada del decreto de extinción de LFC no es “conflicto o asunto personal” con el secretario del Trabajo, Javier Lozano. “Eso es lo que le he dejado en claro en la mesa (en Gobernación): al SME no le interesa generar un conflicto de mayores consecuencias, aun cuando lo podemos hacer, sino resolver los problemas”, dijo.
Antes, durante su discurso, informó a sus compañeros que en el encuentro del lunes primero tuvo una plática “muy en corto” con el secretario Blake y luego otra amplia, con la participación de diputados, quienes señalaron que el Congreso de la Unión puede reasignar, inclusive, presupuesto para la generación de fuentes de trabajo, bajo el esquema de empresa pública, para los ex trabajadores de LFC.
“Todo se va construyendo porque hemos persistido en la lucha y no hemos aceptado la liquidación”, dijo. Esparza precisó que uno de los puntos de acuerdo fue revisar los adeudos de prestaciones ya devengadas para los electricistas, cuyo monto general se calcula –dijo– en 2 mil millones de pesos.
Mientras, en el SME se realizan asambleas departamentales para elegir a los “representantes” (especie de delegados, una dupla por cada 150 trabajadores), y se ratificó como prioridad de su movimiento opositor regresar a su fuente de empleo.
“Lo que nos interesa es eso. Lo demás, si bien son aspectos importantes, resultan acuerdos complementarios”, señaló.
Del caso de los trabajadores que participaron en la huelga de hambre, dijo que muchos de ellos, como el ingeniero Cayetano Cabrera, con 89 días en este ayuno, se encuentra en “reposo absoluto, medicado, en recuperación”, por lo que desmintió las versiones de un inminente encuentro del ingeniero con el presidente Felipe Calderón. La solicitud de audiencia de los huelguistas con Calderón fue denegada desde la semana anterior, dijo.

Este blog es un espacio de información de la Resistencia Civil Pacífica, para romper el cerco informativo y donde hombres y mujeres concientes y comprometidos den a conocer sus ideas y las opiniones que aquí encuentren sirvan para ampliar su criterio y con su participación, unidos y organizados lograr el objetivo: La cuarta transformación de la vida pública en México, Es un Honor estar con Obrador Esperamos tus comentarios colectivo.zocalo1@gmail.com
miércoles, 28 de julio de 2010
Astillero

Periodismo rehén
Mortal, el reporteo
República del miedo
Dieguismo difuso
Julio Hernández López

ELECTRICISTAS Y MINEROS, UN FRENTE COMÚN. La directiva del SME y mineros acordaron un pacto de unidad para enfrentar los embates de la Secretaría del Trabajo Foto Carlos Ramos
En el marco de la acelerada reducción de derechos y garantías a que han llevado la militarización del país y la instauración activa del poder del narcotráfico, el periodismo ha sido, de manera natural, una de las primeras víctimas. En la virtual abdicación institucional que vive el país, la gran mayoría de los periodistas, sobre todo los de a pie, y en especial los de entidades distintas del Distrito Federal, han sido sometidos, por la fuerza de las amenazas sabidamente cumplidas con crueldad ejemplar, a un ejercicio profesional diluido, superficial y necesariamente apegado a las limitadas versiones oficiales o, cuando mucho, a los genéricos indicios inocultables de los hechos que presencian o conocen y que estén relacionados con la criminalidad que se reconoce abiertamente como tal y con el entramado político y económico que da sustento y protección a las acciones de los narcotraficantes. Sabido es que muchos diarios y revistas han decidido no firmar los trabajos especiales sobre narcotráfico y que otros mantienen una reserva extrema en el tratamiento de esos temas.
La función periodística, que es de interés público, no ha sido protegida –como no lo ha sido el resto de la población y los oficios o profesiones– por los gobiernos federal y estatales, infiltrados y dominados como están muchos de estos aparatos por el poder del narcotráfico. El calderonismo ha demostrado su absoluto desdén por el daño al periodismo al mantener en la procuraduría federal de justicia a personajes grises y sin fuerza como fiscales “especiales” para atender las denuncias que algunos ingenuos se atrevieran a presentar en esas peligrosas coladeras informativas que por lo demás no sirven de nada. En la Comisión Nacional de Derechos Humanos se vive una situación parecida, aun cuando en términos generales hay más atención y seguimiento a los casos presentados, aunque finalmente los resultados sean también menores o nulos.
Precisamente ayer la CNDH ha expresado su absoluta “indignación” por el secuestro (“levantones”, les llaman a esas retenciones forzosas sin ánimo de pedir rescate) de cuatro reporteros que laboran para empresas periodísticas con sede en Gómez Palacio, Durango. El incendio político y social que vive esta entidad se inscribe, como en otros casos, en la ruta de las desavenencias electorales y partidistas, esta vez como producto del forcejeo entre el denso poder local, ejercido por el complaciente Ismael Hernández Deras, quien impuso a un propio como sucesor en el negocio regional, y el intento calderonista, a través de alianzas encabezadas por PAN y PRD, de instalar a un flamante ex priísta como alternativa gerencial. En la guerra de poderes que hoy se vive en Durango, la procuraduría federal ha develado que reos de una cárcel duranguense salían por las noches en vehículos y con armas oficiales a cumplir “encargos” como la masacre reciente en Torreón, Coahuila. Obviamente, las revelaciones del gobierno federal panista son usadas de inmediato por los dirigentes del partido blanco y azul para exigir la destitución del mandatario priísta que impuso localmente sucesor y pelea para impedir que una resolución del tribunal federal tumbe a su guardaespaldas político designado.
En esos explosivos batidillos político-delincuenciales (Durango, pero en realidad en todo el país), los periodistas han sido llevados a niveles cada vez más peligrosos de exposición y riesgo. “Cubrir” información pública, dar contexto a las notas, preguntar de más, incomodar o molestar a un declarante, publicar más allá de los límites sabidos, puede significar, en todo el país, la recepción de llamadas telefónicas amenazantes, la expresión directa de esos amagos, golpes, maltratos e insultos y, en casos extremos, el secuestro y el asesinato. Pero también comienza a usarse a los periodistas como rehenes o como obligadas cajas de resonancia. Así como en Ciudad Juárez apareció el nuevo grado de la “guerra” con el narcotráfico con el coche-bomba que se suma a otros actos de terrorismo, en Durango los reporteros podrían haber subido a otro escalón del horror. La agencia Efe, por ejemplo, difundió que “versiones periodísticas señalaron que los captores exigieron para liberar a los informadores que medios locales reprodujeran unos videos donde unos supuestos agentes federales confiesan que trabajaban para el cártel de las drogas de Los Zetas”. Periodismo rehén, pero no sólo en Durango (ayer mismo se informó que en Cuernavaca fue arrojada una bomba de humo contra la casa del director de un diario local). En todo el país, sobre todo entre quienes reportean directamente, se pasea el fantasma de la amenaza, la impunidad y la autocensura. La República del Miedo no tiene periodismo suficiente (las excepciones están a la vista) para informarse, discutir y analizar. Todos somos rehenes.
Astillas
Apuntes sobre la reapertura mediática del caso Diego: 1) La fotografía publicada ayer en primera plana de la mayoría de los diarios editados en la capital del país sólo da “prueba de vida” al 23 de mayo, fecha de la revista que muestra en la imagen. Que los familiares del secuestrado confirmen por sí mismos que el queretano está vivo es otra historia, pero la foto, en sí, en estricto sentido periodístico, no da testimonio de ello a esta fecha. Y, 2) No hay ninguna demostración de que fotografías, carta y comunicado hayan sido difundidos realmente por los secuestradores. El reportero Alfredo Méndez mencionó ayer en La Jornada que en la PGR le dijeron que Antonio Lozano Gracia había entregado a Arturo Chávez Chávez el original de la carta entre el 15 y el 19 de junio. La PGR se constituye así en una posibilidad de filtración, con intenciones políticas distintas a las de los plagiarios… Fichan a más de medio millón de niños en Sonora: el gobernador Guillermo Padrés anunció que organiza “una base amplia de huellas para cualquier investigación o delito; nos van a proporcionar su peso y estatura, así vamos a poder monitorear a lo largo de su vida el problema sobre obesidad infantil para tener claro su crecimiento” ...¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
La función periodística, que es de interés público, no ha sido protegida –como no lo ha sido el resto de la población y los oficios o profesiones– por los gobiernos federal y estatales, infiltrados y dominados como están muchos de estos aparatos por el poder del narcotráfico. El calderonismo ha demostrado su absoluto desdén por el daño al periodismo al mantener en la procuraduría federal de justicia a personajes grises y sin fuerza como fiscales “especiales” para atender las denuncias que algunos ingenuos se atrevieran a presentar en esas peligrosas coladeras informativas que por lo demás no sirven de nada. En la Comisión Nacional de Derechos Humanos se vive una situación parecida, aun cuando en términos generales hay más atención y seguimiento a los casos presentados, aunque finalmente los resultados sean también menores o nulos.
Precisamente ayer la CNDH ha expresado su absoluta “indignación” por el secuestro (“levantones”, les llaman a esas retenciones forzosas sin ánimo de pedir rescate) de cuatro reporteros que laboran para empresas periodísticas con sede en Gómez Palacio, Durango. El incendio político y social que vive esta entidad se inscribe, como en otros casos, en la ruta de las desavenencias electorales y partidistas, esta vez como producto del forcejeo entre el denso poder local, ejercido por el complaciente Ismael Hernández Deras, quien impuso a un propio como sucesor en el negocio regional, y el intento calderonista, a través de alianzas encabezadas por PAN y PRD, de instalar a un flamante ex priísta como alternativa gerencial. En la guerra de poderes que hoy se vive en Durango, la procuraduría federal ha develado que reos de una cárcel duranguense salían por las noches en vehículos y con armas oficiales a cumplir “encargos” como la masacre reciente en Torreón, Coahuila. Obviamente, las revelaciones del gobierno federal panista son usadas de inmediato por los dirigentes del partido blanco y azul para exigir la destitución del mandatario priísta que impuso localmente sucesor y pelea para impedir que una resolución del tribunal federal tumbe a su guardaespaldas político designado.
En esos explosivos batidillos político-delincuenciales (Durango, pero en realidad en todo el país), los periodistas han sido llevados a niveles cada vez más peligrosos de exposición y riesgo. “Cubrir” información pública, dar contexto a las notas, preguntar de más, incomodar o molestar a un declarante, publicar más allá de los límites sabidos, puede significar, en todo el país, la recepción de llamadas telefónicas amenazantes, la expresión directa de esos amagos, golpes, maltratos e insultos y, en casos extremos, el secuestro y el asesinato. Pero también comienza a usarse a los periodistas como rehenes o como obligadas cajas de resonancia. Así como en Ciudad Juárez apareció el nuevo grado de la “guerra” con el narcotráfico con el coche-bomba que se suma a otros actos de terrorismo, en Durango los reporteros podrían haber subido a otro escalón del horror. La agencia Efe, por ejemplo, difundió que “versiones periodísticas señalaron que los captores exigieron para liberar a los informadores que medios locales reprodujeran unos videos donde unos supuestos agentes federales confiesan que trabajaban para el cártel de las drogas de Los Zetas”. Periodismo rehén, pero no sólo en Durango (ayer mismo se informó que en Cuernavaca fue arrojada una bomba de humo contra la casa del director de un diario local). En todo el país, sobre todo entre quienes reportean directamente, se pasea el fantasma de la amenaza, la impunidad y la autocensura. La República del Miedo no tiene periodismo suficiente (las excepciones están a la vista) para informarse, discutir y analizar. Todos somos rehenes.
Astillas
Apuntes sobre la reapertura mediática del caso Diego: 1) La fotografía publicada ayer en primera plana de la mayoría de los diarios editados en la capital del país sólo da “prueba de vida” al 23 de mayo, fecha de la revista que muestra en la imagen. Que los familiares del secuestrado confirmen por sí mismos que el queretano está vivo es otra historia, pero la foto, en sí, en estricto sentido periodístico, no da testimonio de ello a esta fecha. Y, 2) No hay ninguna demostración de que fotografías, carta y comunicado hayan sido difundidos realmente por los secuestradores. El reportero Alfredo Méndez mencionó ayer en La Jornada que en la PGR le dijeron que Antonio Lozano Gracia había entregado a Arturo Chávez Chávez el original de la carta entre el 15 y el 19 de junio. La PGR se constituye así en una posibilidad de filtración, con intenciones políticas distintas a las de los plagiarios… Fichan a más de medio millón de niños en Sonora: el gobernador Guillermo Padrés anunció que organiza “una base amplia de huellas para cualquier investigación o delito; nos van a proporcionar su peso y estatura, así vamos a poder monitorear a lo largo de su vida el problema sobre obesidad infantil para tener claro su crecimiento” ...¡Hasta mañana!
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La Jornada
México SA

Banca: manos libres para expoliar a su clientela
En diez años, medio billón de pesos en comisiones
El “miedo” de la clase política cambió de apellido
Carlos Fernández-Vega
Más tarde el Legislativo en tomar la decisión y el Banco de México en ponerla en práctica, que esta última institución en reconocer el limitado alcance de reducir o cancelar comisiones bancarias, de acuerdo con el anuncio del pasado lunes (hecho público por el propio organismo). Ayer en este espacio comentamos que de nada sirve quitar una comisión, si de inmediato los bancos habilitan” y cobran 10 más, porque no existe legislación que se los impida; me quitas cinco, invento cincuenta y hazle como quieras. Si la autodenominada autoridad apela a la calidad ética de los banqueros, entonces, de plano, está frita.
Pues bien, todo indica que el organismo a cargo del doctor “catarrito” no está muy identificado con eso de obligar a los barones del dinero a que reduzcan o cancelen comisiones, pero en esta ocasión se vio en la penosa necesidad de proceder por mandato del Legislativo, lo que no quiere decir que no reivindiquen públicamente a los banqueros, como ayer mismo lo hizo el director de Relaciones Externas del Banco de México, Federico Rubli: no hay quién ni qué los impida a crear nuevos cargos, comisiones, cuotas, intereses y/o conexos; las entidades bancarias están en libertad de fijar lo que cobran, de tal suerte que si se eliminan algunos cobros, como por arte de magia surge una decena adicional.
Años lleva esa supuesta autoridad (Guillermo Ortiz, en la silla principal del Banco de México, fue uno de los más activos en este sentido, con nulos resultados) “exhortando” a los banqueros a que reduzcan su margen financiero, que se aplaquen en eso de las comisiones y conexos, y el efecto esperado ha sido exactamente el inverso: comisiones sobre comisiones, intereses sobre intereses, cobros sobre cobros. Lo comentamos recientemente: tanto se repite la historia, tantos son los discursos y exhortos” acumulados, que la conclusión lógica es que nadie, absolutamente nadie de los que (se supone) toman las decisiones en el país tiene la más remota intención de poner fin al asalto cotidiano de que son víctimas los usuarios del sistema bancario que opera en México. Año tras año crecen las utilidades bancarias por margen financiero –la diferencia entre lo que cobran a los crédito habientes y lo que pagan a los ahorradores–, y la única reacción, tanto de las “autoridades reguladoras” como de los “representantes populares”, es una andanada de discursos conciliatorios, peticiones, súplicas y “llamados de atención” a los barones del dinero, quienes ni siquiera se dan por aludidos.
En el inventario no sólo aparecen el Banco de México, Secretaría de Hacienda, Comisión Nacional Bancaria y de Valores, sino el Senado de la República, la Cámara de Diputados y demás autoridades y “representantes populares” que siempre se dan por satisfechos por el “esfuerzo realizado” para contener la voracidad bancaria, toda vez que acumulan un voluminoso historial de discursos, estudios, iniciativas truncas, exhortos, pronunciamientos, propuestas, llamados de atención, puntos de acuerdo y conexos, todos ellos con la atenta súplica a los banqueros para que, si son tan gentiles, bajen tasas de interés y comisiones, y que por favorcito dejen de exprimirla.
Y los barones como quien oye llover, porque precisamente ese es el jugoso negocio del oligopolizado sistema bancario que opera en el país, dedicado a especular con recursos de terceros y expoliar a su clientela, obviamente con la complacencia (léase complicidad) gubernamental. En este contexto, no son resultado de un acto de magia los 507 mil millones de pesos que en la última década estos supuestos intermediarios financieros se han echado al bolsillo por cobro de comisiones y tarifas (intereses aparte). Entonces, más de medio billón de pesos bien valen la pena de oír la lluvia y pasarse por el arco del triunfo el rosario de “exhortos”, “llamados de atención” y conexos de la nada esforzada autoridad.
¿Tirar al caño un negocio de esas proporciones, por el simple hecho de que es tan grande y cínico el atraco que hasta los legisladores de repente brincan, así sea en el discurso? Ni pensarlo. Para dar una idea de qué se trata, el estadunidense Citigroup y el español BBVA obtienen en México entre 30 y 35 por ciento de sus utilidades netas globales; es decir, en un solo país –este paraíso– captan de 30 a 35 centavos de cada peso de utilidad neta en su red mundial de sucursales, y eso sólo es posible en un lugar donde el autodenominado gobierno no sólo lo permite y estimula, sino que encubre todo tipo de pillerías, incluyendo las que lesionan al erario, como en el caso de Metrofinanciera.
Lo mejor del caso es que ese mismo sistema bancario cobra a su clientela todo tipo de intereses, comisiones, tarifas y conexos como gigante, pero paga como enano a sus ahorradores. Como se apunta líneas arriba, en una década se embolsó 507 mil millones de pesos por los conceptos referidos, pero a la hora de promover la captación de recursos hace como que “estimula” a los ahorradores, porque por cada peso que cargó a su clientela en el periodo referido, regresó a los ahorradores (en promedio) 20 centavos (cinco tantos menos), o si se prefiere al revés: por cada peso que pagó a los ahorradores, cobro 5 pesos en comisiones y tarifas. Eso es un descarado atraco, pero se dan casos (como los recientemente autorizados bancos chatarra Coppel y Wal-Mart) en los que la citada relación es de cada peso cobrado por comisiones y conexos, a cambio los ahorradores reciben de 2 a 4 centavos por peso, o si se prefiere de cada peso pagado se llevan entre 23 y 46 pesos por comisiones.
Es tan generoso el negocio y tan grande la complicidad gubernamental, que tan sólo en el primer trienio del calderonato los bancos que operan en el país se embolsaron cerca de 200 mil millones de pesos (más de 70 por ciento para Citigroup-Banamex y BBVA-Bancomer) por concepto de comisiones y tarifas cobradas a la clientela. En la primera mitad del sexenio de Fox, por el concepto referido, engulleron 108 mil millones, casi la mitad de lo acumulado entre 2007 y 2009, crisis incluida. Cierto es que ha crecido el número de víctimas, perdón de clientes, pero de la misma forma se ha incrementado el saqueo y la complicidad gubernamental.
Como se ve, el problema de la banca que opera en el país no se circunscribe a unas cuantas comisiones que se “borran” un día para que al siguiente aparezcan muchas más.
Las rebanadas del pastel
¡Sorpresa!: con el anuncio público del pasado domingo, ahora el miedo de la clase política ya no se apellida Peña Nieto, sino López Obrador.
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martes, 27 de julio de 2010
Gobierno Legítimo de México
La lucha del pueblo será insuficiente si en el 2012 no sacamos adelante un gobierno progresista y democrático que obedezca de veras al mandato popular: Bartra
México, Distrito Federal
Domingo 25 de julio de 2010
* Palabras del investigador universitario Armando Bartra, durante la asamblea nacional del Movimiento por la transformación de México y sus instituciones
Compañeras, compañeros:
México está en peligro. La nación se encuentra en riesgo. En el siglo pasado, durante los gobiernos que siguieron al de Cárdenas hubo corrupción, hubo injusticia, hubo autoritarismo. Pero nunca un decaimiento como el de ahora. Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón arruinaron al país.
Antes los mexicanos podíamos esperar que nuestros hijos vivieran mejor que nosotros, como nosotros habíamos vivido mejor que nuestros padres. Hoy ya no. Salvo al puñado de millonarios que engorda con la desgracia nacional, a los demás el porvenir nos depara estrechez, carencia, frustración. Los neoliberales y la oligarquía nos están robando lo más valioso: la esperanza en un futuro mejor. No lo vamos a permitir.
Los mexicanos padecemos una combinación de males nunca antes vista: deterioro ambiental, retroceso económico, descomposición social, regresión política, creciente inseguridad. Pero lo más grave es una profunda degradación moral. Una decadencia espiritual que hoy corroe a la oligarquía y sus testaferros, pero que contaminará a la nación entera si no la detenemos.
El país está en un cruce de caminos y los próximos años serán decisivos. Si no lo impedimos, la oligarquía y sus lamebotas continuarán haciendo estragos. ¿Con qué cara diremos a nuestros hijos y a nuestros nietos que no supimos defender el patrimonio material y espiritual de la nación?
Compañeras, compañeros:
Ha llegado la hora de reconstruir a México. El país necesita un cambio, un cambio verdadero. Una profunda mudanza regeneradora que nos saque del marasmo, que nos saque de la decadencia. Transformación a fondo que tiene que ser impulsada desde abajo y por los mexicanos de a pie, por las mujeres y hombres que hemos construido este país con nuestro trabajo, pero también con nuestras luchas libertarias, con nuestra resistencia a la injusticia, con nuestra inquebrantable dignidad. Y porque no decirlo, con nuestra alegría, con nuestra capacidad de burlarnos de los poderosos, de reírnos en su estúpida cara, algo que aprendimos de Carlos Monsiváis.
Pero la lucha del pueblo será insuficiente si el 2012 no sacamos adelante un gobierno progresista que impulse la regeneración nacional, un gobierno democrático que obedezca de veras al mandato popular, un gobierno de izquierda que gobernando para todos ponga por delante la reivindicación de los más pobres, un gobierno nacionalista que sin darle la espalda al mundo defienda realmente los grandes intereses de la nación.
Y este gobierno necesitará un programa, un buen programa. Un nuevo proyecto de país que desde ahora debemos esbozar y discutir.
Nuestro primero y más ineludible compromiso social es combatir la vergonzosa desigualdad que nos aqueja. El bienestar de los mexicanos es tarea principalísima de un gobierno comprometido con la democracia. Porque las libertades no se pueden ejercer a plenitud si no se tiene alimentación adecuada, vestido, techo, seguridad, tranquilidad.
Hay que atender todas las necesidades básicas, pero ante todo la alimentación. Es inadmisible que en un país de inmensas riquezas haya niños desnutridos y personas con hambre. El programa emergente de asistencia alimentaria será el primer paso para establecer el derecho Constitucional de todos a la alimentación.
Y si el hambre es inadmisible, igual lo es la enfermedad. Todos nos vamos a morir, pero que la gente se muera de enfermedades curables que no fueron prevenidas ni atendidas, es un crimen. Por eso garantizaremos el derecho a la salud mediante servicios públicos adecuados y medicamentos gratuitos.
No queremos más jóvenes que no estudian ni trabajan. Para garantizar el derecho a recibir educación frenaremos la privatización y dotaremos a la educación pública de un presupuesto equivalente a por lo menos 7 por ciento del PIB.
Disfrutar de tranquilidad y seguridad después de una larga vida de trabajo es un derecho. Por lo que se garantizará una pensión universal a todos los adultos mayores y un sistema de jubilaciones solidario y redistributivo. Nosotros no les robaremos su pensión a los asegurados, como acaba de hacerlo la Suprema Corte.
El derecho al trabajo y al empleo están en la Constitución, pero lo cierto es que miles de jóvenes no encuentran más camino que la informalidad, la migración o la delincuencia. La creación de empleos dignos, estables y bien remunerados será prioridad de nuestro gobierno.
El bienestar del pueblo es la mayor aspiración de nuestro proyecto alternativo. Bienestar que construiremos entre todos, con nuestro trabajo y empleando adecuadamente los abundantes recursos de que dispone la nación.
Y de esto, de la organización del esfuerzo productivo de los mexicanos y las mexicanas, se ocupa el programa económico.
El objetivo central de la nueva economía será el bienestar. Y para esto es necesario cambiar el rumbo. Pero el propósito de este viraje no es sólo lograr buenos indicadores financieros sino elevar el nivel de vida de la gente.
El nuevo gobierno velará por la prosperidad de la población y no sólo por los negocios de un puñado de empresarios. Y lo hará promoviendo la producción nacional, sobre todo de las empresas pequeñas y medianas que generan empleos, amarrando las cadenas productivas e impulsando los mercados regionales, propiciando la creación puestos de trabajo y apoyando al sector social de la producción, lo significa promover la economía solidaria y el mercado justo.
Prometer no empobrece y sin duda, cuando entren en campaña, el PAN y el PRI ofrecerán esto y más Pero hay cosas que ellos no plantean ni plantearán porque sus compromisos con la oligarquía no se los permiten.
Por ejemplo, nosotros nos comprometemos a gravar las operaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, un lugar privilegiado donde se hacen fortunas y no se pagan impuestos. Y no sólo en la bolsa, nos comprometemos a abolir el conjunto de privilegios que tienen los más ricos en el pago de impuestos. Y para esto terminaremos con el secreto fiscal y eliminaremos los regímenes de consolidación fiscal. Que quede claro, en el nuevo país que vamos a construir las tasas impositivas deben ser progresivas: que pague más quien gana más.
El músculo de nuestra economía es el trabajo de los mexicanos y las mexicanas, pero la palanca son nuestros recursos naturales, entre ellos el petróleo.
Y el petróleo defenderemos. Lo defendimos desde la oposición cuantimás lo defenderemos en el gobierno.
Ya basta de exportar crudo e importar diesel y gasolina. Nuestro gobierno construirá tres nuevas refinerías y reactivará la petroquímica nacional, lo que nos permitirá reducir los precios de los combustibles y de otros derivados.
Petróleos Mexicanos se ha transformado en una cueva de ladrones. Pero esto no se quedará así, nuestro gobierno creará una Comisión de la Verdad para investigar y castigar la corrupción en Pemex.
Y lo mismo decimos de la energía eléctrica. Es compromiso firme de nuestro gobierno acabar con la privatización y con el mal servicio, no acabar con las empresas públicas y con los sindicatos combativos. Aunque no sea parte del programa: ¡Qué viva el SME!
Si el trabajo es el músculo de la economía y los recursos naturales son su palanca, el campo es el territorio donde se concentran los grandes retos del desarrollo económico y del desarrollo social.
Reactivar al campo arruinado por las políticas neoliberales es asunto de seguridad nacional. De eso depende la alimentación de todos y el empleo de millones, pero también la preservación del medio ambiente, de la cultura, de la convivencia y de la seguridad interna.
O revitalizamos al campo o seguiremos destruyendo la naturaleza, importando comida, perdiendo nuestra identidad, expulsando mexicanos a Estados Unidos y sometidos al narco, que aprovecha la pobreza rural para controlar regiones enteras.
Basta de importar maíz y exportar campesinos que podían haberlo producido aquí. Nuestro gobierno recuperará la soberanía y autosuficiencia alimentarias.
Porque un pueblo que importa casi la mitad de lo que come es un pueblo sometido a las potencias agroexportadoras, ejerceremos el derecho a definir y aplicar nuestras propias políticas de producción, distribución y consumo de alimentos sanos, nutritivos y culturalmente adecuados. Y lo haremos promoviendo, ante todo, la agricultura campesina.
En Bolivia, la nueva Constitución reconoce los derechos de la naturaleza. Aquí la destruimos. Nuestro gobierno se compromete a proteger y restaurar el medio ambiente impulsando su aprovechamiento responsable.
Y para ello cambiaremos el rumbo: no más promoción a los agrotóxicos y semillas transgénicas impuestos por las transnacionales, y si en cambio impulso a las prácticas agroecológicas que aumenten la productividad sin dañar a la naturaleza.
Porque ni la tierra, ni el agua ni la vida ni la cultura son mercancías, preservaremos el carácter público y el usufructo colectivo de los recursos naturales y de los saberes comunitarios. Defenderemos de la privatización nuestro rico patrimonio físico, biológico y cultural amenazado por empresas trasnacionales que pretenden apropiarse de tierras, aguas, minas y bosques pero también patentar los conocimientos tradicionales y los códigos genéticos de los seres vivos.
Esto y más, contiene el proyecto alternativo. Pero son sólo ideas preliminares que entre todos habrá que pulir, que desarrollar, que perfeccionar.
Esto apenas empieza, en los próximos meses emprenderemos en todos los estados, en todas las regiones, con todos los sectores y con todos los expertos un amplio debate nacional sobre el contenido del programa.
Entre todos estamos construyendo la organización, entre todos construiremos el programa, entre todos cambiaremos el país.
¡Viva México!
México, Distrito Federal
Domingo 25 de julio de 2010
* Palabras del investigador universitario Armando Bartra, durante la asamblea nacional del Movimiento por la transformación de México y sus instituciones
Compañeras, compañeros:
México está en peligro. La nación se encuentra en riesgo. En el siglo pasado, durante los gobiernos que siguieron al de Cárdenas hubo corrupción, hubo injusticia, hubo autoritarismo. Pero nunca un decaimiento como el de ahora. Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón arruinaron al país.
Antes los mexicanos podíamos esperar que nuestros hijos vivieran mejor que nosotros, como nosotros habíamos vivido mejor que nuestros padres. Hoy ya no. Salvo al puñado de millonarios que engorda con la desgracia nacional, a los demás el porvenir nos depara estrechez, carencia, frustración. Los neoliberales y la oligarquía nos están robando lo más valioso: la esperanza en un futuro mejor. No lo vamos a permitir.
Los mexicanos padecemos una combinación de males nunca antes vista: deterioro ambiental, retroceso económico, descomposición social, regresión política, creciente inseguridad. Pero lo más grave es una profunda degradación moral. Una decadencia espiritual que hoy corroe a la oligarquía y sus testaferros, pero que contaminará a la nación entera si no la detenemos.
El país está en un cruce de caminos y los próximos años serán decisivos. Si no lo impedimos, la oligarquía y sus lamebotas continuarán haciendo estragos. ¿Con qué cara diremos a nuestros hijos y a nuestros nietos que no supimos defender el patrimonio material y espiritual de la nación?
Compañeras, compañeros:
Ha llegado la hora de reconstruir a México. El país necesita un cambio, un cambio verdadero. Una profunda mudanza regeneradora que nos saque del marasmo, que nos saque de la decadencia. Transformación a fondo que tiene que ser impulsada desde abajo y por los mexicanos de a pie, por las mujeres y hombres que hemos construido este país con nuestro trabajo, pero también con nuestras luchas libertarias, con nuestra resistencia a la injusticia, con nuestra inquebrantable dignidad. Y porque no decirlo, con nuestra alegría, con nuestra capacidad de burlarnos de los poderosos, de reírnos en su estúpida cara, algo que aprendimos de Carlos Monsiváis.
Pero la lucha del pueblo será insuficiente si el 2012 no sacamos adelante un gobierno progresista que impulse la regeneración nacional, un gobierno democrático que obedezca de veras al mandato popular, un gobierno de izquierda que gobernando para todos ponga por delante la reivindicación de los más pobres, un gobierno nacionalista que sin darle la espalda al mundo defienda realmente los grandes intereses de la nación.
Y este gobierno necesitará un programa, un buen programa. Un nuevo proyecto de país que desde ahora debemos esbozar y discutir.
Nuestro primero y más ineludible compromiso social es combatir la vergonzosa desigualdad que nos aqueja. El bienestar de los mexicanos es tarea principalísima de un gobierno comprometido con la democracia. Porque las libertades no se pueden ejercer a plenitud si no se tiene alimentación adecuada, vestido, techo, seguridad, tranquilidad.
Hay que atender todas las necesidades básicas, pero ante todo la alimentación. Es inadmisible que en un país de inmensas riquezas haya niños desnutridos y personas con hambre. El programa emergente de asistencia alimentaria será el primer paso para establecer el derecho Constitucional de todos a la alimentación.
Y si el hambre es inadmisible, igual lo es la enfermedad. Todos nos vamos a morir, pero que la gente se muera de enfermedades curables que no fueron prevenidas ni atendidas, es un crimen. Por eso garantizaremos el derecho a la salud mediante servicios públicos adecuados y medicamentos gratuitos.
No queremos más jóvenes que no estudian ni trabajan. Para garantizar el derecho a recibir educación frenaremos la privatización y dotaremos a la educación pública de un presupuesto equivalente a por lo menos 7 por ciento del PIB.
Disfrutar de tranquilidad y seguridad después de una larga vida de trabajo es un derecho. Por lo que se garantizará una pensión universal a todos los adultos mayores y un sistema de jubilaciones solidario y redistributivo. Nosotros no les robaremos su pensión a los asegurados, como acaba de hacerlo la Suprema Corte.
El derecho al trabajo y al empleo están en la Constitución, pero lo cierto es que miles de jóvenes no encuentran más camino que la informalidad, la migración o la delincuencia. La creación de empleos dignos, estables y bien remunerados será prioridad de nuestro gobierno.
El bienestar del pueblo es la mayor aspiración de nuestro proyecto alternativo. Bienestar que construiremos entre todos, con nuestro trabajo y empleando adecuadamente los abundantes recursos de que dispone la nación.
Y de esto, de la organización del esfuerzo productivo de los mexicanos y las mexicanas, se ocupa el programa económico.
El objetivo central de la nueva economía será el bienestar. Y para esto es necesario cambiar el rumbo. Pero el propósito de este viraje no es sólo lograr buenos indicadores financieros sino elevar el nivel de vida de la gente.
El nuevo gobierno velará por la prosperidad de la población y no sólo por los negocios de un puñado de empresarios. Y lo hará promoviendo la producción nacional, sobre todo de las empresas pequeñas y medianas que generan empleos, amarrando las cadenas productivas e impulsando los mercados regionales, propiciando la creación puestos de trabajo y apoyando al sector social de la producción, lo significa promover la economía solidaria y el mercado justo.
Prometer no empobrece y sin duda, cuando entren en campaña, el PAN y el PRI ofrecerán esto y más Pero hay cosas que ellos no plantean ni plantearán porque sus compromisos con la oligarquía no se los permiten.
Por ejemplo, nosotros nos comprometemos a gravar las operaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, un lugar privilegiado donde se hacen fortunas y no se pagan impuestos. Y no sólo en la bolsa, nos comprometemos a abolir el conjunto de privilegios que tienen los más ricos en el pago de impuestos. Y para esto terminaremos con el secreto fiscal y eliminaremos los regímenes de consolidación fiscal. Que quede claro, en el nuevo país que vamos a construir las tasas impositivas deben ser progresivas: que pague más quien gana más.
El músculo de nuestra economía es el trabajo de los mexicanos y las mexicanas, pero la palanca son nuestros recursos naturales, entre ellos el petróleo.
Y el petróleo defenderemos. Lo defendimos desde la oposición cuantimás lo defenderemos en el gobierno.
Ya basta de exportar crudo e importar diesel y gasolina. Nuestro gobierno construirá tres nuevas refinerías y reactivará la petroquímica nacional, lo que nos permitirá reducir los precios de los combustibles y de otros derivados.
Petróleos Mexicanos se ha transformado en una cueva de ladrones. Pero esto no se quedará así, nuestro gobierno creará una Comisión de la Verdad para investigar y castigar la corrupción en Pemex.
Y lo mismo decimos de la energía eléctrica. Es compromiso firme de nuestro gobierno acabar con la privatización y con el mal servicio, no acabar con las empresas públicas y con los sindicatos combativos. Aunque no sea parte del programa: ¡Qué viva el SME!
Si el trabajo es el músculo de la economía y los recursos naturales son su palanca, el campo es el territorio donde se concentran los grandes retos del desarrollo económico y del desarrollo social.
Reactivar al campo arruinado por las políticas neoliberales es asunto de seguridad nacional. De eso depende la alimentación de todos y el empleo de millones, pero también la preservación del medio ambiente, de la cultura, de la convivencia y de la seguridad interna.
O revitalizamos al campo o seguiremos destruyendo la naturaleza, importando comida, perdiendo nuestra identidad, expulsando mexicanos a Estados Unidos y sometidos al narco, que aprovecha la pobreza rural para controlar regiones enteras.
Basta de importar maíz y exportar campesinos que podían haberlo producido aquí. Nuestro gobierno recuperará la soberanía y autosuficiencia alimentarias.
Porque un pueblo que importa casi la mitad de lo que come es un pueblo sometido a las potencias agroexportadoras, ejerceremos el derecho a definir y aplicar nuestras propias políticas de producción, distribución y consumo de alimentos sanos, nutritivos y culturalmente adecuados. Y lo haremos promoviendo, ante todo, la agricultura campesina.
En Bolivia, la nueva Constitución reconoce los derechos de la naturaleza. Aquí la destruimos. Nuestro gobierno se compromete a proteger y restaurar el medio ambiente impulsando su aprovechamiento responsable.
Y para ello cambiaremos el rumbo: no más promoción a los agrotóxicos y semillas transgénicas impuestos por las transnacionales, y si en cambio impulso a las prácticas agroecológicas que aumenten la productividad sin dañar a la naturaleza.
Porque ni la tierra, ni el agua ni la vida ni la cultura son mercancías, preservaremos el carácter público y el usufructo colectivo de los recursos naturales y de los saberes comunitarios. Defenderemos de la privatización nuestro rico patrimonio físico, biológico y cultural amenazado por empresas trasnacionales que pretenden apropiarse de tierras, aguas, minas y bosques pero también patentar los conocimientos tradicionales y los códigos genéticos de los seres vivos.
Esto y más, contiene el proyecto alternativo. Pero son sólo ideas preliminares que entre todos habrá que pulir, que desarrollar, que perfeccionar.
Esto apenas empieza, en los próximos meses emprenderemos en todos los estados, en todas las regiones, con todos los sectores y con todos los expertos un amplio debate nacional sobre el contenido del programa.
Entre todos estamos construyendo la organización, entre todos construiremos el programa, entre todos cambiaremos el país.
¡Viva México!
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López Obrador será nuestro abanderado presidencial, refrenda la dirigencia del PT

No se debe dar por muerto a Marcelo Ebrard, acota Luis Walton, de Convergencia
Confía Dolores Padierna en que se logre un acuerdo político en aras de la unidad de la izquierda

El ex candidato a la Presidencia, el pasado domingo en el Zócalo capitalinoFoto Carlos Ramos Mamahua
Confía Dolores Padierna en que se logre un acuerdo político en aras de la unidad de la izquierda

El ex candidato a la Presidencia, el pasado domingo en el Zócalo capitalinoFoto Carlos Ramos Mamahua
Confía Dolores Padierna en que se logre un acuerdo político en aras de la unidad de la izquierda
El ex candidato a la Presidencia, el pasado domingo en el Zócalo capitalino oto Carlos Ramos Mamahua
Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
artes 27 de julio de 2010, p. 7
Alberto Anaya, dirigente nacional del Partido del Trabajo (PT), refrendó la disposición de los petistas de llevar a Andrés Manuel López Obrador como su candidato presidencial para los comicios de 2012, sin romper el acuerdo que los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia defienden para designar al abanderado de las izquierdas a partir de encuestas, pues “estamos seguros que él va a ganar”.
El convergente Luis Walton indicó que, luego del arranque de la precampaña de López Obrador, no se debe dar por muerto a Marcelo Ebrard Casaubon para la contienda. En tanto, la perredista Dolores Padierna Luna confió en que entre los dos principales aspirantes a la candidatura presidencial se dé un acuerdo político en aras de la unidad de la izquierda.
“Creo –indicó la dirigente de Izquierda Democrática Nacional (IDN)– que al final los dos se pondrán de acuerdo. Sabemos que se acaban de reunir y que definieron un plan y una fecha para, entre ellos dos, decidir quién va y el que no, y en qué términos sumarse.”
Jesús Ortega Martínez, dirigente nacional del PRD, ha dicho en diversas ocasiones que todos deben ser consecuentes e ir unidos para salir victoriosos, luego de que ya han probado que divididos les va mal. Ello implica para el dirigente respetar que el mejor posicionado en las encuestas sea el abanderado, y que nadie ponga en primer término sus aspiraciones, aun siendo legítimas, dijo Padierna.
Anaya, por su parte, recordó en entrevista que desde hace dos años los petistas tomaron la determinación de hacer a López Obrador su candidato presidencial. “En esa perspectiva, nuestro partido lo vuelve a ratificar.”
El senador se mostró confiado en que el camino está allanado para el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, a consecuencia de los cuatro años de trabajo que lleva en la resistencia civil pacífica, en la defensa de la economía nacional, del petróleo, contra el fraude electoral y de construir representaciones del “gobierno legítimo” en todos los estados.
Así que, sin descartar que Marcelo Ebrard se mantiene en la lucha por la candidatura, “el movimiento (lopezobradorista) tiene toda una estructura definida para realizar recorridos, hacer denuncias, propuestas y, desde luego, lograr la organización que se ocupe de que en 2012 se vuelva a ganar la Presidencia de la República”.
Luis Walton, a su vez, resaltó que Convergencia tiene dos activos muy importantes en López Obrador y el jefe de Gobierno capitalino, pero “nosotros no estamos casados ahorita con una sola persona”.
Descartó que el anuncio del ex candidato presidencial afecte la línea trazada por los partidos integrantes de Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia) hacia el 2012. “Él (López Obrador) va a iniciar su campaña, está trabajando, tiene todo el derecho, pero en su momento el mejor posicionado será el abanderado… Lo que es muy importante es que las izquierdas deben ir unidas. Si no lo logramos tenemos muy pocas posibilidades.” Por supuesto, señaló, “reconocemos la fuerza de Andrés Manuel López Obrador, pero el otro (Ebrard) también tendrá su fuerza y ya veremos”.
Dolores Padierna, por su parte, confió en que prevalezca la unidad entre PRD, PT y Convergencia al momento de la definición. “La ruta de Andrés Manuel es una estrategia de triunfo y otros deben estar viendo cómo sumarse al movimiento, (en tanto) Marcelo Ebrard sigue una estrategia complementaria, que no se contrapone.
“Él (Ebrard Casaubon) está viendo a la clase política, las clases medias, está hablando con los extranjeros, tiene una línea latinoamericanista; en fin, una serie de sectores que no están siendo atendidos por López Obrador, y entre los dos podrían ser la fórmula que dé un triunfo amplio en la elección”, concluyó la perredista.
El convergente Luis Walton indicó que, luego del arranque de la precampaña de López Obrador, no se debe dar por muerto a Marcelo Ebrard Casaubon para la contienda. En tanto, la perredista Dolores Padierna Luna confió en que entre los dos principales aspirantes a la candidatura presidencial se dé un acuerdo político en aras de la unidad de la izquierda.
“Creo –indicó la dirigente de Izquierda Democrática Nacional (IDN)– que al final los dos se pondrán de acuerdo. Sabemos que se acaban de reunir y que definieron un plan y una fecha para, entre ellos dos, decidir quién va y el que no, y en qué términos sumarse.”
Jesús Ortega Martínez, dirigente nacional del PRD, ha dicho en diversas ocasiones que todos deben ser consecuentes e ir unidos para salir victoriosos, luego de que ya han probado que divididos les va mal. Ello implica para el dirigente respetar que el mejor posicionado en las encuestas sea el abanderado, y que nadie ponga en primer término sus aspiraciones, aun siendo legítimas, dijo Padierna.
Anaya, por su parte, recordó en entrevista que desde hace dos años los petistas tomaron la determinación de hacer a López Obrador su candidato presidencial. “En esa perspectiva, nuestro partido lo vuelve a ratificar.”
El senador se mostró confiado en que el camino está allanado para el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, a consecuencia de los cuatro años de trabajo que lleva en la resistencia civil pacífica, en la defensa de la economía nacional, del petróleo, contra el fraude electoral y de construir representaciones del “gobierno legítimo” en todos los estados.
Así que, sin descartar que Marcelo Ebrard se mantiene en la lucha por la candidatura, “el movimiento (lopezobradorista) tiene toda una estructura definida para realizar recorridos, hacer denuncias, propuestas y, desde luego, lograr la organización que se ocupe de que en 2012 se vuelva a ganar la Presidencia de la República”.
Luis Walton, a su vez, resaltó que Convergencia tiene dos activos muy importantes en López Obrador y el jefe de Gobierno capitalino, pero “nosotros no estamos casados ahorita con una sola persona”.
Descartó que el anuncio del ex candidato presidencial afecte la línea trazada por los partidos integrantes de Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia) hacia el 2012. “Él (López Obrador) va a iniciar su campaña, está trabajando, tiene todo el derecho, pero en su momento el mejor posicionado será el abanderado… Lo que es muy importante es que las izquierdas deben ir unidas. Si no lo logramos tenemos muy pocas posibilidades.” Por supuesto, señaló, “reconocemos la fuerza de Andrés Manuel López Obrador, pero el otro (Ebrard) también tendrá su fuerza y ya veremos”.
Dolores Padierna, por su parte, confió en que prevalezca la unidad entre PRD, PT y Convergencia al momento de la definición. “La ruta de Andrés Manuel es una estrategia de triunfo y otros deben estar viendo cómo sumarse al movimiento, (en tanto) Marcelo Ebrard sigue una estrategia complementaria, que no se contrapone.
“Él (Ebrard Casaubon) está viendo a la clase política, las clases medias, está hablando con los extranjeros, tiene una línea latinoamericanista; en fin, una serie de sectores que no están siendo atendidos por López Obrador, y entre los dos podrían ser la fórmula que dé un triunfo amplio en la elección”, concluyó la perredista.
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“Vamos”

Pedro Miguel
Sin registro oficial ni prerrogativas, el mayor partido político de México colmó el Zócalo capitalino el domingo pasado. Fue una concentración tumultuaria pero pacífica, lejos del optimismo desbordado del primer semestre de 2006 y lejos de la rabia que florecía en las movilizaciones de los meses siguientes. Las hordas felices o iracundas de exaltados cívicos, dispuestos a darlo todo por la patria, se han ido convirtiendo, en estos años amargos, en un conjunto de ciudadanos que comprendieron la necesidad de volverse políticos ad honorem. Fue un encuentro de decenas de miles de políticos, bisoños en su gran mayoría, que escuchan, informan y discuten sobre asuntos de programa, de organización, de logística, de capacitación.
La conversión ha requerido de años de trabajo pero el resultado –siempre parcial, siempre insuficiente– está a la vista: las 32 representaciones estatales trabajan e informan a sus pares de la labor realizada. Tal vez el conjunto de los medios y la cáscara de lo que fuera la clase política formal tendrían que sorprenderse, pero no: se han repetido muchas veces ante el espejo las consignas de que el señor López ya se quedó solo (por extremista y radical, quién le manda) y que dilapidó su capital político en marchas y plantones. A fuerza de pronunciar esos mantras, han terminado por creérselo: para ellos esto es un nuevo desplante demagógico del cabecilla mesiánico. Lo sustancial sigue siendo el tema de la marca de los tenis del hijo o, a lo sumo, el cerco de las hordas primitivas y caudillistas contra el castillo de una democracia transparente, respetuosa de la legalidad y garante del derecho a la vida. Los guaruras de opinión seguirán defendiendo ese bastión a a capa y espada y pluma bien pagada.
Y como la República Formal ya no se sorprende de nada –cómo va a escandalizarse con el secuestro de Fernández de Cevallos si ella misma lleva 20 veces más tiempo de secuestrada–, los únicos sorprendidos serán los propios zocaleros, esos que por necedad pura o por sentimentalismo (éste es ya el nuevo ángulo de ataque) se niegan a “vivir mejor” bajo los términos del calderonato, es decir, a relajarse y disfrutar las migajas de país que se les asigne.
Motivos para el asombro: haber resistido a cinco años de acoso oficial implacable (del desafuero en adelante) y seguir aquí; haber construido, a pesar de todo, una organización que constituye un desafío real al poder público (eso es muy fácil para un cártel del narco, pero arduo y a veces imposible para un movimiento social, una comunidad indígena o un sindicato independiente); y algo impensable hace tres años: aceptar que el tránsito por la institucionalidad electoral podrida sigue siendo, con todo, el atajo menos costoso para la recuperación del país.
Sí, la vocación de fraude electoral del binomio PRI-PAN es progresiva, e incurable, pero hay que encararla. Sí, la soberanía del PRD no reside en su militancia sino en el Tribunal Electoral (los defraudadores de 2006, socios, por lo demás, de Acción Nacional Revolucionaria Institucional, Inc.), pero esa circunstancia debe remontarse. Sí, el adversario electoral controla (o es controlado por) el arsenal de los medios, de los presupuestos públicos, de la PGR, de las computadoras hildebrándicas del IFE y de los cañonazos de 50 mil pesos y, a como van las cosas, de los escuadrones de la muerte que igual pueden usarse para combatir a narcos adversarios que a disidentes políticos. Salvo el último, esperemos, los oligarcas emplearán a fondo esos recursos a fin de evitar que llegue a la Presidencia un proyecto político que es un peligro para sus chequeras.
Pero la vía electoral, a pesar de sus miserias, sigue siendo, parece ser, la forma menos costosa de recuperar la institucionalidad y de rescatar un país que el régimen oligárquico está reconfigurando a balazos.
El programa es de sentido común y tiene una amplia vocación de convocatoria. Nadie habló de implantar soviets sino de ver que los funcionarios no roben, que los ricos paguen impuestos y que el Estado se responsabilice de las necesidades básicas de la población. Como en Alemania y en España.
El principal partido de México –lo es, si se les descuenta a otros las militancias compradas, los difuntos en el padrón y el músculo presupuestal– no tiene todavía nombre ni estatutos formales, y menos registro o presupuesto. Pero, consultadas sus bases sobre la pertinencia de ir a los comicios, no por gusto electorero sino por necesidad, y seguramente en alianza con los partidos de la izquierda nominal, respondieron “vamos”.
TW: @Navegaciones
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Ciudad Perdida

Ecos del mitin de López Obrador
Los puntuales y los que ni falta hacen
Miguel Ángel Velázquez
Como en muchas otras ocasiones, el multitudinario mitin que convocó Andrés Manuel López Obrador el domingo pasado en el Zócalo decepcionó a todos los que pretendían que ese acto sirviera al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal para poner fin a su militancia perredista. Y a cambio de la frustración se iniciaron una serie de especulaciones que parecen no hacer sentido con la realidad.
Se dice, por ejemplo, que esta vez López Obrador decidió colocar el templete desde donde habló, frente al edificio que alberga las oficinas de Marcelo Ebrard, para señalar, frente a frente, que él, y nadie más, será el candidato de las izquierdas en la contineda por la Presidencia de la República en 2012. Aunque es muy sabido que ese templete es el mismo que se usó un día antes para un espectáculo y durante el Mundial de Futbol para colocar las pantallas gigantes que exhibieron las imágenes de aquella justa deportiva efectuada en Sudáfrica. Pero bueno, la especulación es lo único que queda.
No obstante, lo que sí es necesario recalcar es la división franca, abierta, entre el PRD cupular, ése que se agenciaron los chuchos, y el de la gente que, pese a muchos, volvió a llenar la plaza mayor de México. Era más que obvio que en la primera fila del templete, junto a López Obrador, estuvieran el dirigente del PT, Alberto Anaya; el ahora presidente de Convergencia, Luis Walton; la senadora Rosario Ibarra de Piedra, quien da certidumbre de lucha justa, junto con Elena Poniatowska. Y Enrique Gónzalez Pedrero se unía a esa primera fila, en la que también destacaba Armando Bartra. Es decir, no faltó nadie de los que siguen fieles al proyecto que mantiene vivo López Obrador por cambiar el desastroso rumbo que ha tomado el país para la mayoría de sus habitantes.
En las filas de atrás, como para hacer evidente y clara la separación, los perredistas Armando Quintero, Martí Batres, Benito Mirón y Laura Velázquez, todos funcionarios, cuando menos hasta ahora, del Gobierno del Distrito Federal. También se mostraba, ante todos, la figura de Dolores Padierna, quien desde las filas de la tribu de René Bejarano persigue la presidencia del PRD nacional. Y muchas otras figuras que sí tenían algo que hacer ese día en el acto.
Pocos, o nadie, se dieron cuenta de que en ningún lado estaba Manuel Camacho, quien como no había ningún panista a quien alzar el brazo, no fue. O de plano nadie lo invitó. Tampoco estaban allí los apóstoles de las alianzas, el chucherío; es decir, no había nadie que representara a la dirigencia nacional perredista en esa primera fila.
Y parece que no hacía falta. El Zócalo estaba en buena parte cuajado de militantes de esa organización que, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, se convirtió, desde que el tribunal que preside Maca le dio la presidencia del partido, en un simple cascarón. Militantes del PRD de la ciudad de México reiteraron su confianza al tabasqueño, sin importar lo que se diga o piense en la cúpula nacional de su partido, o como se dice en la izquierda: la gente rebasó ese liderazgo por el mismo lado, es decir, por la izquierda.
Entonces, a buen entender no existen las fracturas con las que muchos sueñan. La gente, la militancia del PRD, ya tomó su decisión. Lo que tenía que haber desechado ya lo tiró al bote de la basura de la historia. Son sabios.
De pasadita
Ahora resulta que la gente de este país le debe una al ex secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont, porque, si como dicen, al final él fue quien puso el pie a Javier Lozano para que no llegara a las oficinas principales de Bucareli, todo México tendrá que agradecérselo. Fue sin duda una prueba de que, a su modo, Gómez Mont también quiere a su país, o ¿sólo fue grilla? El tiempo nos dará la respuesta.
Astillero

Secuestro de lo político
Recordatorio criminal
Oportunidad mediática
Justificar guerra sucia
Julio Hernández López

VISITA DE CORTESÍA. El secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, se reunió con el embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, a quien pidió una investigación puntual de los hechos recientes en la frontera común en los que perdieron la vida dos mexicanos Foto Notimex
Los dominicales arranques amorosos de tempranas campañas presidenciales se toparon de inmediato con un expediente criminal denso que desplazó del escenario mediático lo político y lo electoral para recordar que el curso de este México Rojo está regido por los poderes delincuenciales desbordados (oficiales y extraoficiales) y que en el tramo final del calderonismo se buscará asociar oposición con subversión” y disidencia con “guerrilla” para justificar una vuelta más en la tuerca de la represión institucionalizada en busca de continuidad en el poder al costo que sea.
Extraños giros mediáticos actualizaron el caso Diego Fernández de Cevallos y continuaron el proceso de señalización criminal hacia presuntas organizaciones guerrilleras que estarían detrás del viscoso secuestro al que ciertos segmentos sociales consideran más propio de pleitos de élite e incluso de familias políticas en el poder, o de ajustes de cuentas e intercambios de rehenes entre las vertientes del narcotráfico, que de genuina búsqueda de beneficio económico simple para empresarios del plagio. De pronto, un día después del banderazo de salida que a sí mismo se dio López Obrador entre emisiones moralinas y románticas, apareció toda una campaña de prensa en forma (foto, carta y boletín de prensa) para fijar la vista del respetable público en los entretelones de lo criminal.
El armado del nuevo paquete mediático con cargo a Fernández de Cevallos no resiste un análisis ligero. Los pliegues del plástico sobre el que aparece Diego, supuestamente el 10 de junio, son muy similares a los mostrados en la primera fotografía (del pasado 20 de mayo), y aun cuando son diferentes la colocación del pañuelo sobre los ojos, el ángulo facial del retratado y la distancia fotográfica, la moderna tecnología básica autoriza a preguntarse con sensatez si esta “nueva” imagen no fue tomada el mismo día en que se ejecutó la difundida el pasado 20 de mayo y ahora solamente fue actualizada mediante trucos elementales al incorporarle un ejemplar del 23 de mayo de la revista Proceso. Tomada la primera fotografía (la del 20 de mayo) con un celular barato y baja resolución, la de ahora es de peor calidad, como si en las deficiencias del tramado se buscara disimular el uso de programas de alteración gráfica.
Llaman la atención, además, las presuntas intenciones publicitarias de secuestradores que buscarían presionar a los familiares del retenido mediante difusión y escándalo mediáticos y no en el plano doloroso de las demostraciones privadas del daño causado a la víctima. Un saldo de la escaramuza informativa de ayer es la etiquetación negativa de la familia Fernández de Cevallos, algunos de cuyos principales miembros habrían sido exhibidos ya como presuntos responsables predeterminados de desenlaces fatales por no atender con diligencia y ánimo resolutivo las exigencias económicas, siempre dispuestas a la negociación, al entendimiento, de los peculiares captores. La insinuación de actitudes mezquinas o poco resolutivas del ámbito familiar dieguista estaría eximiendo de culpas a otros factores sospechosos.
En términos cronológicos tampoco hay condiciones para asegurar que texto e imágenes son “prueba de vida” del ex candidato presidencial panista. Si la segunda fotografía no hubiera sido tomada en el mismo momento que la difundida el pasado 20 de mayo, y en realidad correspondiera al 10 de junio, habrían pasado más de 45 días de que el litigante queretano reportaba condiciones díficiles de sobrevivencia: paga “lo más rápido que puedas”, pues “no puedo describir el infierno que vivo y no sé cuánto aguante más”, habría escrito Diego a uno de sus hijos un mes y medio atrás. Pero el asunto fue actualizado mediante una especie de boletín informativo en el que los “misteriosos secuestradores” niegan o precisan detalles publicados sobre presuntas negociaciones para pago del rescate, hacen algunas consideraciones presuntamente humorísticas (“el archiduque de Escobedo”) y advierten que el detenido está haciendo confidencias personales y políticas.
Sin embargo, la reaparición del tema Diego fue ampliamente difundida, al grado de relegar asuntos como la asamblea dominical del principal opositor mexicano que decidió iniciar campaña presidencial con polémica anticipación. La primavera anímica de quienes apoyan esa opción electoral se encontró de pronto con la sombría asechanza de los sótanos manipulables a tal grado de alcanzar incluso a personajes políticos de primer nivel. Con el agregado peligroso de la tentación creciente de vincular la inconformidad con lo criminal, de hacer que emerja con oportuna fuerza el fantasma de las guerrillas y las organizaciones “subversivas” (varias de ellas infiltradas y manipuladas por el propio gobierno federal) que con acciones reprobables ayuden a subir de nivel la ya existente guerra sucia.
Astillas
La estructura institucional del PRD pretende sujetar a la formalidad al tabasqueño que ha decidido ir hacia delante con el sol azteca o sin él. Chucho Ortega se otorga legitimidad para llamar al orden al presunto descarriado amoroso, y Carlos Navarrete se asigna tallas políticas suficientes para llamar a que él, Ebrard y AMLO, peleen en igualdad de circunstancias la candidatura presidencial... Mexicanos residentes en Arizona se preparan para realizar acciones de resistencia civil que muestren a sus paisanos por perseguir que deben organizarse y luchar... La misma historia de comicidades trágicas de Gómez-Mont y Nava, con el asunto de los pactos firmados en Bucareli, que Calderón “desconocía” y acabó incumpliendo, se escenifica ahora con Blake y Javier Lozano respecto al SME... Y, mientras miembros del comité mexicano de solidaridad con Cuba reportan haber sido golpeados por policías capitalinos durante actos de conmemoración histórica, ¡hasta mañana, con el tribunal electoral veracruzano avalando la continuidad corrupta del fidelismo (aunque faltan las resoluciones federales)!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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Julio hernández López,
La Jornada
México SA

Buen margen de maniobra para que la banca invente otras comisiones
El BdeM se lava las manos
Carlos Fernández-Vega
Alegraos, sempiternos clientes desplumados de la banca que opera en el país, porque el Banco de México (BdeM) ha tenido a bien expedir diversas disposiciones de carácter general que establecen prohibiciones y límites al cobro de comisiones”, o lo que es lo mismo remendar un agujero de los bolsillos de los usuarios de las instituciones financieras para que éstas, a su vez y por la libre, abran 10 boquetes más, en el juego del gato y el ratón en el que, obvio es, el roedor es otro que la institución que hoy dice gobernar el doctor “catarrito”.
Es práctica conocida y padecida que a cada “prohibición” del BdeM la creativa banca que opera en el país responde con la invención y aplicación de nuevos cobros (normalmente superiores en número y cantidad monetaria) a los usuarios de estas instituciones financieras, en especial a los tarjetahabientes, que en el exceso incluyen cargos por no utilizar el plástico, es decir, por no consumir. A cada impedimento gubernamental, la réplica suele ser un rosario de comisiones adicionales aplicadas por esas sufridas fábricas de voluminosas utilidades a costillas del dinero de terceros, sin que nadie les ponga freno.
En el susodicho juego del minino y el roedor, el Banco de México anunció, a un año de expedir las primeras “disposiciones” para limitar el cobro de comisiones “que se alejan de las sanas prácticas financieras”, un nuevo listado de “prohibiciones” en ese mismo tenor, con la agravante de que, en una suerte de champurrado legal, entrarían en vigor entre octubre de 2010 y enero de 2011, es decir, su aplicación no es inmediata, lo que concede suficiente margen de maniobra para que antes de las fechas citadas los creativos muchachos de la banca inventen y carguen otras comisiones que sustituyan con creces a las “prohibidas” para ese entonces.
Eso sí, de entrada el BdeM se lava las manos en eso de las “prohibiciones”: yo no fui, fueron los diputados, toda vez que “durante los últimos años el Congreso de la Unión ha aprobado diversas iniciativas de reforma a leyes financieras para incrementar la transparencia y promover la competencia, así como para fomentar la inclusión de la población de menores recursos al sistema financiero y proteger a los usuarios de los servicios financieros”. La aclaración es más que necesaria, porque no vaya a ser la de malas que los barones del dinero vean con recelo a los integrantes de la feliz familia financiera del sector público.
Entonces, en las fechas mencionadas tales “prohibiciones” aplicarán para las siguientes comisiones: por retiro de efectivo, consulta de saldo, depósito en cuenta, pago de créditos en ventanilla y cajeros automáticos operados por las propias instituciones de crédito que lleven la relación con el cuentahabiente; de igual forma, aquellas por pago extemporáneo de créditos cuando en el mismo periodo se cobren intereses moratorios: por no utilizar durante un año calendario la tarjeta de crédito si durante el mismo periodo se cobra una comisión por anualidad o algún otro concepto equivalente; también las que ahora se cargan a la clientela que liquide créditos hipotecarios por las gestiones que las entidades financieras realicen para proceder a cancelar hipotecas en el Registro Público de la Propiedad, y se podrá cobrar solamente una por operaciones de transferencia de fondos y domiciliación, y ésta la aplicará la institución donde se origine la operación; y “se limitan” aquellas por intento de sobregiro, emitir un cheque sin fondos, no pagar un crédito a tiempo y no mantener el saldo mínimo requerido en la cuenta de depósito.
A esas “prohibiciones” la banca responderá con nuevas comisiones que, al paso que va, bien podrían ser por respirar dentro de las sucursales, dirigir la palabra a quien despache en ventanilla, introducir la tarjeta de crédito o débito en el cajero automático y los que se les ocurra, mientras el Banco de México, por disposición del Legislativo, tarda un año, o más, en aprobar nuevas “prohibiciones” en esta cadena de asalto a los usuarios de las instituciones financieras. No es casual que las utilidades netas de la banca que opera en el país (con niveles de otorgamiento de crédito similares, o incluso inferiores, a la de dos décadas atrás) reporten un espectacular crecimiento cercano a 600 por ciento en los últimos 10 años, hasta acumular casi 400 mil millones en el periodo, de acuerdo con los informes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Va un ejemplo para el regocijo de los desplumados usuarios de las instituciones financieras: sólo en la primera mitad del calderonato la “banca moderna” (Salinas dixit) que opera en el país registró utilidades netas superiores a 185 mil millones de pesos (incluido el año de la crisis), cantidad 3.5 veces superior a los poco más de 53 mil millones que obtuvo en el primer trienio foxista. ¿Cómo? Fácil: con el implacable cobro de un sinnúmero de comisiones, elevadísimas tasas de interés para los creditohabientes y rendimientos negativos (por debajo de la inflación) para los ahorradores, aderezado todo ello con un gobierno dócil hasta la ignominia que ha hecho de México el paraíso de los barones del dinero.
Qué bueno, pues, que se intente acotar el cobro de comisiones, aunque tal acción provoque que tras la “prohibición” se cobren muchas más. Pero más allá de este asalto en específico, la atracadora banca maneja otro filón: las tasas de interés a los tarjetahabientes. Mientras el BdeM atiende las indicaciones del Legislativo en el primero de los renglones mencionados, las tasas de interés de las tarjetas de crédito están entre 11 y 30 veces por arriba de la inflación oficial registrada y reportada por el propio Banco de México. De hecho, en el transcurso del presente año las han duplicado modestamente. Y en sentido contrario, las llamadas “cuentas maestras”, que antes generaban intereses en favor de los ahorradores, ahora no generan ni un centavo y en general el ahorro, en sus diferentes modalidades, paga –en el mejor de los casos– intereses muy por debajo de la inflación. Pero esa parte del asalto aún no es considerada.
Las rebanadas del pastel
Carlos Navarrete, integrante de la empresa Chuchos SA, regresó con ánimo chistoretero de su más reciente periplo europeo, y para regocijo del respetable soltó el primero de la temporada: Andrés Manuel “tendrá que someterse a las reglas que el PRD establezca para designar a su candidato presidencial”. Ja, ja, ja.
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lunes, 26 de julio de 2010
Gobierno Legítimo de México,
López Obrador: Declaramos que nuestro movimiento sí participará en las elecciones del 2012
México, Distrito Federal
Domingo 25 de julio de 2010
* Discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, en la presentación del Proyecto Alternativo de Nación
Amigas y amigos:
Como en otras ocasiones, pero ahora con mayor entusiasmo porque estamos viviendo tiempos de importantes definiciones, nos volvemos a congregar aquí, en el zócalo, en la principal plaza pública del país.
En esta asamblea, como ha quedado demostrado, participan ciudadanos de diversos sectores, clases sociales, culturas y de todo el territorio nacional. Hombres y mujeres, humanistas que con tesón y trabajo, han logrado construir una organización nacional para transformar a México.
Hoy, también se ha dado a conocer el Proyecto Alternativo de Nación, elaborado por un grupo de especialistas e intelectuales de inobjetable honestidad y comprometidos con las mejores causas del pueblo y de la patria.
Con orgullo podemos decir que ya tenemos una organización nacional y un proyecto para renovar la vida pública de México.
En estos últimos cuatro años, entre todos hemos emprendido la lucha por la transformación del país, pero sobre todo hemos aprendido a conocer mejor la realidad nacional y hemos llegado a la conclusión de que los graves y grandes problemas del país, se han originado por el predominio de una minoría rapaz que se ha venido apoderando de todo, sin que le importe el sufrimiento del pueblo y el destino de la nación.
Este grupo de 30 potentados es el responsable de la actual tragedia nacional y del estallido de odio, resentimiento, inseguridad y violencia que padecemos.
Por su ambición desmedida, han provocado la ruina en las actividades productivas del campo y la ciudad, han obligado a los mexicanos a buscarse la vida en la economía informal, nos han convertido en el país que más mano de obra exporta al extranjero, han llevado a la pobreza y a la desesperación a millones de mexicanos, han cancelado el futuro de los jóvenes y a muchos los han empujado a tomar el camino de las conductas antisociales.
Otra consecuencia de la política antipopular y excluyente que sólo beneficia a los de mero arriba, es el hecho de que en los últimos tiempos, alrededor de 50 mil familias de clases medias y altas, sobre todo de los estados del norte, se han visto en la necesidad de irse a vivir a Estados Unidos ante la inseguridad y la violencia que, lamentablemente, prevalece en casi todo el territorio nacional.
Para revertir esta decadencia y dar nueva viabilidad a la nación, no hay más remedio que llevar a cabo una renovación tajante en todos los órdenes de la vida pública.
Y como es obvio, y lo hemos entendido muy bien todos los que estamos aquí y muchos otros, el cambio que se necesita no será promovido por las élites del poder, sino tendrá que venir desde abajo y con la gente, porque en las actuales circunstancias sólo el pueblo puede salvar al pueblo, sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación.
La única salida que existe es derrotar a la oligarquía en el terreno político y de manera pacífica, para establecer una auténtica democracia, un gobierno del pueblo y para el pueblo. En eso estamos empeñados millones de mexicanos. Esa es la razón de nuestro movimiento.
Además, tenemos claro lo que se tiene que hacer para llevar a cabo la transformación del país.
Una vez más, damos a conocer las decisiones que se tomarán y lo que haremos al triunfo de nuestro movimiento para lograr el renacimiento de México.
En primer lugar, rescataremos a las instituciones y las pondremos al servicio del pueblo y de la nación.
El Estado mexicano dejará de ser un simple comité al servicio de una minoría y habrá una nueva legalidad.
Actualmente, la justicia, como lo denunció Francisco I. Madero en la época porfirista, “en vez de impartir su protección al débil, sólo sirve para legalizar los despojos que comete el fuerte”.
No hay realmente un Estado de Derecho, es un estado de chueco. Los ministros de la Corte están al servicio de la mafia del poder; casi todos ellos le deben su cargo a Salinas, a Fox, a Felipe Calderón o a Manlio Fabio Beltrones.
Esto tan sólo explica su proceder en casos como el del incendio de la guardería ABC de Hermosillo, donde perdieron la vida 49 bebés, y se otorgó impunidad a los responsables; o en la resolución en contra de los trabajadores electricistas; o en la decisión de disminuir las pensiones de los jubilados; o en el hecho de hacerse de la vista gorda en las violaciones constitucionales para permitir la privatización de la industria eléctrica y del petróleo.
Tal pareciera que estos jueces de consigna, siempre están prestos a escuchar en qué sentido quieren las resoluciones los potentados, para nada más encargarse de construir la justificación jurídica.
Por eso, para que se imparta justicia en beneficio del pueblo, promoveremos una reforma constitucional para elegir democráticamente a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Así era en la época de la República Restaurada, así lo establecía la Constitución liberal de 1857, para que las cosas marchen en el país, para que realmente haya legalidad, se tiene que lograr la independencia absoluta del Poder Judicial. Tenemos que convertir a la Suprema Corte en el faro de la ley.
También se democratizarán los medios de comunicación. Habrá competencia y se garantizará el derecho a la información. Es inaceptable que la televisión, la radio y la mayoría de los periódicos se concentren en unas cuantas manos y en vez de informar con amplitud, veracidad y profesionalismo, se utilicen como instrumentos para controlar y manipular al pueblo, y para proteger privilegios y hacer negocios al amparo del poder público.
Es una desfachatez que Televisa y Telefónica, empresa española de telecomunicaciones dirigida por Francisco Gil, quien fuera secretario de Hacienda de Fox, se estén quedando con la fibra óptica de la industria eléctrica nacional.
Es decir, que hayan obtenido la concesión, por 20 años, de 21 mil kilómetros de fibra óptica, a cambio de 850 millones de pesos, cuando esta infraestructura se construyó con presupuesto público y costó 30 mil millones de pesos.
También por influyentismo se les está entregando el espectro electromagnético para nuevos canales de radio y televisión. Siguen concentrando en unas cuantas manos todos los medios de comunicación.
Se recuperarán las riquezas y los bienes públicos que han sido concesionados ilegalmente, a través de acuerdos, reglamentos o leyes secundarias que, en ningún caso, pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país. Este procedimiento, al llegar al Gobierno, lo vamos a aplicar en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.
Acabaremos con la corrupción imperante. Habrá un gobierno honesto y austero. Se reducirán a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos y se terminarán el derroche y los privilegios de la alta burocracia.
En materia económica todos los esfuerzos se orientarán a impulsar la actividad productiva y la creación de empleos. Se rescatará al campo del abandono; se producirán en México los alimentos para dejar de importar lo que consumimos.
Se construirán –como aquí se dijo— tres grandes refinerías. Se cumplirá el objetivo de no vender un sólo barril de petróleo crudo al extranjero para procesar aquí la materia prima y elaborar gasolinas y los productos petroquímicos. El sector energético será palanca del desarrollo nacional para crear empleos e industrializar al país, reduciendo el precio de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz.
Se apoyará a las pequeñas y medianas empresas, industriales y comerciales, se apoyará a esas pequeñas y medianas empresas porque son las que más mano de obra generan.
Se protegerán los recursos naturales; no se permitirán los monopolios; se promoverá una reforma fiscal progresiva, orientada no a aumentar impuestos ni a crear impuestos nuevos, sino a terminar con los privilegios fiscales de que gozan los potentados del país.
Por ejemplo, se terminará con el llamado régimen de consolidación fiscal que en la práctica exenta a las grandes corporaciones. Como aquí se dijo también, se cobrarán impuestos por las operaciones en la Bolsa y por la extracción de minerales.
Aquí aprovecho para dar a conocer que, recientemente, los dos hombres más ricos de Estados Unidos, Bill Gates y Warren Buffet, están convocando a sus homólogos a destinar el 50 por ciento de sus fortunas a la filantropía. Inclusive, Buffet, que posee 45 mil millones de dólares, ha declarado que donará el 99 por ciento de su riqueza para acciones de caridad porque, según sus propias palabras, él y su familia podrían vivir con felicidad el resto de sus vidas, con el uno por ciento de lo que posee.
Así mismo, un grupo de 51 millonarios y multimillonarios alemanes acaba de dar a conocer que aportará 10 por ciento de sus fortunas, como impuesto a la riqueza, para que el gobierno de ese país cuente con más recursos y pueda atender las demandas sociales de los alemanes.
Nosotros no les pediremos a los multimillonarios de México que donen parte de sus fortunas, sino simple y llanamente que paguen impuestos en la misma proporción que lo hacen sus pares en otros países, con lo cual se obtendrían alrededor de 300 mil millones de pesos.
Este monto, junto con un ahorro de 200 mil millones de pesos por la aplicación de una política de austeridad republicana, nos permitiría tener recursos suficientes para reactivar la economía, generar empleos y garantizar el bienestar del pueblo.
Un objetivo fundamental del nuevo gobierno democrático, será establecer el Estado de bienestar; es decir, habrá pensión universal para todos los adultos mayores del país y para personas con discapacidad. Se otorgará atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población, se va a garantizar lo que establece la Constitución, pero que hasta ahora es letra muerta, vamos a garantizar el derecho del pueblo a la salud.
Ningún joven será rechazado en escuelas preparatorias ni en universidades públicas; habrá becas para estudiantes de escasos recursos económicos; y se llevará a cabo un importante programa de mejoramiento, ampliación y construcción de vivienda.
Abro un paréntesis para aclarar, una vez más, que no estamos en contra de la iniciativa privada ni de los verdaderos empresarios. En el nuevo gobierno democrático se garantizarán las libertades y cada quien podrá dedicarse a la actividad que más le satisfaga y convenga.
Pero, es obvio, todos tendremos que ceñirnos a la nueva legalidad y a reglas claras; se podrá hacer negocios pero no habrá influyentismo, corrupción ni impunidad; el presupuesto será realmente público; se le dará preferencia a los pobres; se cuidarán los recursos naturales; la riqueza de la nación y los frutos del trabajo de los mexicanos se distribuirán con justicia; pagarán más impuestos los que más tienen.
Y nunca más se permitirá que los privilegios de pocos se sustenten en la opresión y la miseria de muchos.
Amigas y amigos:
Pero quizá lo más importante de todo sea proponernos transformar a México, buscando alcanzar un ideal moral. Estamos convencidos que no basta con mejorar las condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo; es indispensable crear una nueva corriente de pensamiento para fortalecer valores culturales, morales y espirituales.
La crisis actual no sólo se gestó por la falta de empleos y de oportunidades, sino también porque se ha convertido a la codicia en virtud, se ha elevado a rango supremo el dinero y se ha inducido la creencia de que se puede triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole.
Por eso, a partir de la reserva moral y cultural que existe en las familias y en las comunidades del México profundo y apoyados en la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo, debemos emprender la tarea de exaltar y promover valores en lo individual y lo colectivo. Es urgente revertir el desequilibrio que existe entre el individualismo dominante y los valores orientados a hacer el bien en pos de los demás.
El propósito es contribuir en la formación de mujeres y hombres buenos y felices, bajo la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Insistir en que la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo.
La descomposición social y los males que nos aquejan no sólo deben atenderse con desarrollo y bienestar, y mucho menos aplicando medidas coercitivas, sino fortaleciendo la idea de hacer el bien sin distinción de razas o clases sociales.
Para fomentar estos valores se debe echar mano de todos los medios posibles. Introducir en la enseñanza la educación moral, propagar virtudes y destacar ejemplos positivos en los medios de comunicación. Fortalecer los valores comunitarios y la solidaridad que hay, por tradición, en la familia mexicana.
No olvidemos que se trata de la principal institución de seguridad social del país. En consecuencia, debe evitarse la desintegración familiar, el maltrato entre sus miembros y promover la comunicación, la libertad y el respeto a la diversidad. Alentar la amistad fraterna entre padres e hijos. Tener presente que el niño reconoce a la madre por la sonrisa, y besos recogerá quien siembra besos.
¿No sé, qué les parece?
Yo sé que este tema es muy polémico, pero sinceramente creo que si no se pone en el centro de la discusión y del debate, no iremos al fondo del problema. Lo material es importante pero no basta, hace falta fortalecer los valores morales.
Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra de individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación.
Amigas y amigos:
Estoy seguro de que una vez que se someta a consulta, como se va a llevar a cabo a partir de hoy, el proyecto alternativo de nación y se recojan las opiniones de todos, tendremos un programa muy acabado y preciso para transformar la vida pública del país.
Como he expresado en otras ocasiones, el momento más adecuado, más favorable para llevar a cabo de manera pacífica los cambios que postulamos, se presentará alrededor de las elecciones presidenciales del 2012.
Pero debe quedar claro que si participamos en esta contienda, no lo hacemos para buscar el poder por el poder ni para llegar a cargos públicos por ambición personal; sino fundamentalmente para sacar al país del atraso y para que no nos quiten, ni a nosotros ni a los que vienen detrás de nosotros, a las nuevas generaciones, el derecho a la esperanza y a vivir en una sociedad mejor.
Por eso, desde esta plaza pública declaramos que nuestro movimiento sí participará en las elecciones del 2012.
Hace unos días, ante la intención de la derecha de implantar el bipartidismo en nuestro país, el que sólo haya dos agrupamientos, idea que siempre han tenido los potentados para seguir engañando con la alternancia entre el PRI y el PAN que, al final de cuentas, representan lo mismo, señalé que muchos mexicanos estamos decididos a luchar por un verdadero cambio y expresé mi disposición a contender en las elecciones presidenciales del 2012, para volverle a ganar a la mafia del poder.
Están de acuerdo? ¿Vamos? ¿Están de acuerdo? ¿Vamos?
Sólo les recuerdo –aquí se ha hablado de eso— que la única manera de enfrentar con éxito el desafío que significa derrotar a la oligarquía con todo su dinero y sus medios de comunicación, radica en que logremos, en este tiempo que nos falta, consolidar nuestra organización.
Esto que vimos en el Zócalo, eso que hemos construido desde abajo, con la gente, con el esfuerzo de muchas mujeres y muchos hombres, conscientes y libres, tenemos que consolidar y fortalecer esta organización y seguir orientando y concientizando para lograr el despertar del pueblo y la insurgencia cívica que hará posible la transformación pacífica del país.
Por eso, debemos convocar a todos los afectados y agraviados por la política neoliberal, que es la inmensa mayoría del pueblo de México, a que juntos acabemos, de una vez y para siempre, con esa absurda e inhumana pesadilla.
Invitemos a participar, desde ahora, a indígenas, campesinos, maestros, estudiantes, obreros, comerciantes, trabajadores informales, empresarios, migrantes, profesionistas, intelectuales, a hombres y a mujeres de buena voluntad, en la transformación del país.
Tomemos ya la iniciativa, sin esperar ningún otro llamado, para seguir formando comités, empecemos formando comités con los integrantes de nuestras familias.
Podemos tener comités en nuestras familias, tener comités con amigos, con compañeros de trabajos, así como crear comités –como se ha venido haciendo—en rancherías, en ejidos, en pueblos. En el caso de las ciudades, en barrios, en colonias, en unidades habitacionales.
Tenemos que hacer ese trabajo, tenemos que organizarnos bien para enfrentar de nuevo a la mafia del poder. Recuerden ustedes la lección que nos dejó, entre otras, la elección del 2006.
Nos robaron la Presidencia porque en efecto es una mafia que no quiere ningún cambio en beneficio del pueblo, aunque terminen de destruir al país, desgraciarnos a todos, pero también nos robaron la Presidencia porque se valieron de que no teníamos organización.
Por eso, desde hace cerca de cuatro años, estamos construyendo esta organización, que necesitamos, en los dos años que faltan, consolidar para hacer que la gente participe para lograr el despertar de los ciudadanos.
Ahora que entraba al Zócalo y que venía saludando, muchos –y me llamó la atención—me decían que teníamos que cuidar los votos, que teníamos que orientar nuestros esfuerzos a que no se volviera a cometer un fraude electoral, que no nos vuelvan a roban la Presidencia de la República.
¿Cómo podemos lograr que se respete la voluntad del pueblo? La única forma es que nos organicemos desde abajo, con la gente. Que en donde se va a instalar una casilla, ahí tengamos uno o dos comités, que el pueblo esté organizado, que se convoque a la gente a votar, pero que también tengamos capacidad para defender los votos.
Tenemos que aprovechar los dos años que nos faltan. No tenemos dinero y es obvio que no vamos a contar con el apoyo de los medios de comunicación.
Por eso tenemos que aprovechar el tiempo. El tiempo es fundamental.
De acuerdo a la ley electoral, de manera mañosa, la campaña presidencial es de tres meses.
¿Para qué reformaron la ley de esa manera? Para que tenga ventaja siempre el candidato de los medios de comunicación y de manera particular el candidato de la televisión.
Por eso, nosotros tenemos dos ventajas, que tenemos que potenciar: tiempo para organizarnos bien, no perder el tiempo y organizarnos. Y, lo segundo, que es lo mero principal, que ellos no tienen, pueden tener mucho dinero, pueden tener todos los medios de comunicación, con voceros oficiales y oficiosos a su servicio, pero no tienen de su lado al pueblo, sobre todo no tienen el apoyo y el respaldo de mujeres y de hombres conscientes, como ustedes.
Ellos tienen que hacer campaña con los medios, introduciendo al mercado a cualquier candidato, como si se tratara de introducir un producto chatarra, como un detergente.
Así es como ellos hacen política, con la mercadotecnia, con campañas mediáticas y, desde luego, mucho dinero.
Lo acabamos de ver ahora, en las elecciones. Lo que hizo el PRI y lo que hizo el PAN, lo mismo, traficaron con la pobreza de la gente, compraron votos, entregaron despensas y materiales de construcción.
Ese es el truco que tienen bien ensayado. Pero nosotros tenemos algo muy valioso, un tesoro, que es la convicción de millones de mexicanos, de mujeres y de hombres conscientes, que actúan con voluntad.
Entonces, si nos organizamos y con la participación de mujeres y de hombres conscientes, como ustedes, se va a hacer la campaña desde abajo y no se va a hacer campaña nada más desde los medios de comunicación.
La campaña se va a hacer desde abajo y lo más importante: La campaña la va a hacer el pueblo, la van a hacer ustedes.
Yo voy a ir a muchos lugares, voy a seguir recorriendo el país, pero aquí tenemos desde ahora, porque ya no tenemos mucho tiempo que perder, que ponernos de acuerdo, que la campaña para transformar a México la tenemos que hacer entre todos.
¿Están de acuerdo en eso?
No esperemos más, vamos a trabajar en la organización, vamos a aprovechar el tiempo y vamos a convencer a más gente.
Corramos la voz, digamos con firmeza que somos distintos a los políticos de siempre.
Ustedes notan como ahora que hay tristeza, que hay desánimo, hay muchos que piensan que no hay salidas, se está cayendo en la frustración y también esto lo están aprovechando los potentados para decir que todos los políticos son iguales.
Ustedes pueden decir, con firmeza y decisión, sin temor a equivocarse, de que no todos los políticos son iguales.
Nosotros somos distintos.
Nosotros siempre hemos sabido y seguiremos honrando nuestros compromisos, que nos mueven convicciones y principios, que estamos comprometidos a no mentir, a no robar y a no traicionar.
Hagamos saber a todos que sí se puede vivir con justicia, sin miedos ni temores, en una República nueva, que estamos construyendo entre todos.
Una República nueva, libre, democrática, soberana, igualitaria y fraterna.
Una República amorosa.
¡Viva la nueva República!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
México, Distrito Federal
Domingo 25 de julio de 2010
* Discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, en la presentación del Proyecto Alternativo de Nación
Amigas y amigos:
Como en otras ocasiones, pero ahora con mayor entusiasmo porque estamos viviendo tiempos de importantes definiciones, nos volvemos a congregar aquí, en el zócalo, en la principal plaza pública del país.
En esta asamblea, como ha quedado demostrado, participan ciudadanos de diversos sectores, clases sociales, culturas y de todo el territorio nacional. Hombres y mujeres, humanistas que con tesón y trabajo, han logrado construir una organización nacional para transformar a México.
Hoy, también se ha dado a conocer el Proyecto Alternativo de Nación, elaborado por un grupo de especialistas e intelectuales de inobjetable honestidad y comprometidos con las mejores causas del pueblo y de la patria.
Con orgullo podemos decir que ya tenemos una organización nacional y un proyecto para renovar la vida pública de México.
En estos últimos cuatro años, entre todos hemos emprendido la lucha por la transformación del país, pero sobre todo hemos aprendido a conocer mejor la realidad nacional y hemos llegado a la conclusión de que los graves y grandes problemas del país, se han originado por el predominio de una minoría rapaz que se ha venido apoderando de todo, sin que le importe el sufrimiento del pueblo y el destino de la nación.
Este grupo de 30 potentados es el responsable de la actual tragedia nacional y del estallido de odio, resentimiento, inseguridad y violencia que padecemos.
Por su ambición desmedida, han provocado la ruina en las actividades productivas del campo y la ciudad, han obligado a los mexicanos a buscarse la vida en la economía informal, nos han convertido en el país que más mano de obra exporta al extranjero, han llevado a la pobreza y a la desesperación a millones de mexicanos, han cancelado el futuro de los jóvenes y a muchos los han empujado a tomar el camino de las conductas antisociales.
Otra consecuencia de la política antipopular y excluyente que sólo beneficia a los de mero arriba, es el hecho de que en los últimos tiempos, alrededor de 50 mil familias de clases medias y altas, sobre todo de los estados del norte, se han visto en la necesidad de irse a vivir a Estados Unidos ante la inseguridad y la violencia que, lamentablemente, prevalece en casi todo el territorio nacional.
Para revertir esta decadencia y dar nueva viabilidad a la nación, no hay más remedio que llevar a cabo una renovación tajante en todos los órdenes de la vida pública.
Y como es obvio, y lo hemos entendido muy bien todos los que estamos aquí y muchos otros, el cambio que se necesita no será promovido por las élites del poder, sino tendrá que venir desde abajo y con la gente, porque en las actuales circunstancias sólo el pueblo puede salvar al pueblo, sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación.
La única salida que existe es derrotar a la oligarquía en el terreno político y de manera pacífica, para establecer una auténtica democracia, un gobierno del pueblo y para el pueblo. En eso estamos empeñados millones de mexicanos. Esa es la razón de nuestro movimiento.
Además, tenemos claro lo que se tiene que hacer para llevar a cabo la transformación del país.
Una vez más, damos a conocer las decisiones que se tomarán y lo que haremos al triunfo de nuestro movimiento para lograr el renacimiento de México.
En primer lugar, rescataremos a las instituciones y las pondremos al servicio del pueblo y de la nación.
El Estado mexicano dejará de ser un simple comité al servicio de una minoría y habrá una nueva legalidad.
Actualmente, la justicia, como lo denunció Francisco I. Madero en la época porfirista, “en vez de impartir su protección al débil, sólo sirve para legalizar los despojos que comete el fuerte”.
No hay realmente un Estado de Derecho, es un estado de chueco. Los ministros de la Corte están al servicio de la mafia del poder; casi todos ellos le deben su cargo a Salinas, a Fox, a Felipe Calderón o a Manlio Fabio Beltrones.
Esto tan sólo explica su proceder en casos como el del incendio de la guardería ABC de Hermosillo, donde perdieron la vida 49 bebés, y se otorgó impunidad a los responsables; o en la resolución en contra de los trabajadores electricistas; o en la decisión de disminuir las pensiones de los jubilados; o en el hecho de hacerse de la vista gorda en las violaciones constitucionales para permitir la privatización de la industria eléctrica y del petróleo.
Tal pareciera que estos jueces de consigna, siempre están prestos a escuchar en qué sentido quieren las resoluciones los potentados, para nada más encargarse de construir la justificación jurídica.
Por eso, para que se imparta justicia en beneficio del pueblo, promoveremos una reforma constitucional para elegir democráticamente a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Así era en la época de la República Restaurada, así lo establecía la Constitución liberal de 1857, para que las cosas marchen en el país, para que realmente haya legalidad, se tiene que lograr la independencia absoluta del Poder Judicial. Tenemos que convertir a la Suprema Corte en el faro de la ley.
También se democratizarán los medios de comunicación. Habrá competencia y se garantizará el derecho a la información. Es inaceptable que la televisión, la radio y la mayoría de los periódicos se concentren en unas cuantas manos y en vez de informar con amplitud, veracidad y profesionalismo, se utilicen como instrumentos para controlar y manipular al pueblo, y para proteger privilegios y hacer negocios al amparo del poder público.
Es una desfachatez que Televisa y Telefónica, empresa española de telecomunicaciones dirigida por Francisco Gil, quien fuera secretario de Hacienda de Fox, se estén quedando con la fibra óptica de la industria eléctrica nacional.
Es decir, que hayan obtenido la concesión, por 20 años, de 21 mil kilómetros de fibra óptica, a cambio de 850 millones de pesos, cuando esta infraestructura se construyó con presupuesto público y costó 30 mil millones de pesos.
También por influyentismo se les está entregando el espectro electromagnético para nuevos canales de radio y televisión. Siguen concentrando en unas cuantas manos todos los medios de comunicación.
Se recuperarán las riquezas y los bienes públicos que han sido concesionados ilegalmente, a través de acuerdos, reglamentos o leyes secundarias que, en ningún caso, pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país. Este procedimiento, al llegar al Gobierno, lo vamos a aplicar en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.
Acabaremos con la corrupción imperante. Habrá un gobierno honesto y austero. Se reducirán a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos y se terminarán el derroche y los privilegios de la alta burocracia.
En materia económica todos los esfuerzos se orientarán a impulsar la actividad productiva y la creación de empleos. Se rescatará al campo del abandono; se producirán en México los alimentos para dejar de importar lo que consumimos.
Se construirán –como aquí se dijo— tres grandes refinerías. Se cumplirá el objetivo de no vender un sólo barril de petróleo crudo al extranjero para procesar aquí la materia prima y elaborar gasolinas y los productos petroquímicos. El sector energético será palanca del desarrollo nacional para crear empleos e industrializar al país, reduciendo el precio de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz.
Se apoyará a las pequeñas y medianas empresas, industriales y comerciales, se apoyará a esas pequeñas y medianas empresas porque son las que más mano de obra generan.
Se protegerán los recursos naturales; no se permitirán los monopolios; se promoverá una reforma fiscal progresiva, orientada no a aumentar impuestos ni a crear impuestos nuevos, sino a terminar con los privilegios fiscales de que gozan los potentados del país.
Por ejemplo, se terminará con el llamado régimen de consolidación fiscal que en la práctica exenta a las grandes corporaciones. Como aquí se dijo también, se cobrarán impuestos por las operaciones en la Bolsa y por la extracción de minerales.
Aquí aprovecho para dar a conocer que, recientemente, los dos hombres más ricos de Estados Unidos, Bill Gates y Warren Buffet, están convocando a sus homólogos a destinar el 50 por ciento de sus fortunas a la filantropía. Inclusive, Buffet, que posee 45 mil millones de dólares, ha declarado que donará el 99 por ciento de su riqueza para acciones de caridad porque, según sus propias palabras, él y su familia podrían vivir con felicidad el resto de sus vidas, con el uno por ciento de lo que posee.
Así mismo, un grupo de 51 millonarios y multimillonarios alemanes acaba de dar a conocer que aportará 10 por ciento de sus fortunas, como impuesto a la riqueza, para que el gobierno de ese país cuente con más recursos y pueda atender las demandas sociales de los alemanes.
Nosotros no les pediremos a los multimillonarios de México que donen parte de sus fortunas, sino simple y llanamente que paguen impuestos en la misma proporción que lo hacen sus pares en otros países, con lo cual se obtendrían alrededor de 300 mil millones de pesos.
Este monto, junto con un ahorro de 200 mil millones de pesos por la aplicación de una política de austeridad republicana, nos permitiría tener recursos suficientes para reactivar la economía, generar empleos y garantizar el bienestar del pueblo.
Un objetivo fundamental del nuevo gobierno democrático, será establecer el Estado de bienestar; es decir, habrá pensión universal para todos los adultos mayores del país y para personas con discapacidad. Se otorgará atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población, se va a garantizar lo que establece la Constitución, pero que hasta ahora es letra muerta, vamos a garantizar el derecho del pueblo a la salud.
Ningún joven será rechazado en escuelas preparatorias ni en universidades públicas; habrá becas para estudiantes de escasos recursos económicos; y se llevará a cabo un importante programa de mejoramiento, ampliación y construcción de vivienda.
Abro un paréntesis para aclarar, una vez más, que no estamos en contra de la iniciativa privada ni de los verdaderos empresarios. En el nuevo gobierno democrático se garantizarán las libertades y cada quien podrá dedicarse a la actividad que más le satisfaga y convenga.
Pero, es obvio, todos tendremos que ceñirnos a la nueva legalidad y a reglas claras; se podrá hacer negocios pero no habrá influyentismo, corrupción ni impunidad; el presupuesto será realmente público; se le dará preferencia a los pobres; se cuidarán los recursos naturales; la riqueza de la nación y los frutos del trabajo de los mexicanos se distribuirán con justicia; pagarán más impuestos los que más tienen.
Y nunca más se permitirá que los privilegios de pocos se sustenten en la opresión y la miseria de muchos.
Amigas y amigos:
Pero quizá lo más importante de todo sea proponernos transformar a México, buscando alcanzar un ideal moral. Estamos convencidos que no basta con mejorar las condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo; es indispensable crear una nueva corriente de pensamiento para fortalecer valores culturales, morales y espirituales.
La crisis actual no sólo se gestó por la falta de empleos y de oportunidades, sino también porque se ha convertido a la codicia en virtud, se ha elevado a rango supremo el dinero y se ha inducido la creencia de que se puede triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole.
Por eso, a partir de la reserva moral y cultural que existe en las familias y en las comunidades del México profundo y apoyados en la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo, debemos emprender la tarea de exaltar y promover valores en lo individual y lo colectivo. Es urgente revertir el desequilibrio que existe entre el individualismo dominante y los valores orientados a hacer el bien en pos de los demás.
El propósito es contribuir en la formación de mujeres y hombres buenos y felices, bajo la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Insistir en que la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo.
La descomposición social y los males que nos aquejan no sólo deben atenderse con desarrollo y bienestar, y mucho menos aplicando medidas coercitivas, sino fortaleciendo la idea de hacer el bien sin distinción de razas o clases sociales.
Para fomentar estos valores se debe echar mano de todos los medios posibles. Introducir en la enseñanza la educación moral, propagar virtudes y destacar ejemplos positivos en los medios de comunicación. Fortalecer los valores comunitarios y la solidaridad que hay, por tradición, en la familia mexicana.
No olvidemos que se trata de la principal institución de seguridad social del país. En consecuencia, debe evitarse la desintegración familiar, el maltrato entre sus miembros y promover la comunicación, la libertad y el respeto a la diversidad. Alentar la amistad fraterna entre padres e hijos. Tener presente que el niño reconoce a la madre por la sonrisa, y besos recogerá quien siembra besos.
¿No sé, qué les parece?
Yo sé que este tema es muy polémico, pero sinceramente creo que si no se pone en el centro de la discusión y del debate, no iremos al fondo del problema. Lo material es importante pero no basta, hace falta fortalecer los valores morales.
Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra de individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación.
Amigas y amigos:
Estoy seguro de que una vez que se someta a consulta, como se va a llevar a cabo a partir de hoy, el proyecto alternativo de nación y se recojan las opiniones de todos, tendremos un programa muy acabado y preciso para transformar la vida pública del país.
Como he expresado en otras ocasiones, el momento más adecuado, más favorable para llevar a cabo de manera pacífica los cambios que postulamos, se presentará alrededor de las elecciones presidenciales del 2012.
Pero debe quedar claro que si participamos en esta contienda, no lo hacemos para buscar el poder por el poder ni para llegar a cargos públicos por ambición personal; sino fundamentalmente para sacar al país del atraso y para que no nos quiten, ni a nosotros ni a los que vienen detrás de nosotros, a las nuevas generaciones, el derecho a la esperanza y a vivir en una sociedad mejor.
Por eso, desde esta plaza pública declaramos que nuestro movimiento sí participará en las elecciones del 2012.
Hace unos días, ante la intención de la derecha de implantar el bipartidismo en nuestro país, el que sólo haya dos agrupamientos, idea que siempre han tenido los potentados para seguir engañando con la alternancia entre el PRI y el PAN que, al final de cuentas, representan lo mismo, señalé que muchos mexicanos estamos decididos a luchar por un verdadero cambio y expresé mi disposición a contender en las elecciones presidenciales del 2012, para volverle a ganar a la mafia del poder.
Están de acuerdo? ¿Vamos? ¿Están de acuerdo? ¿Vamos?
Sólo les recuerdo –aquí se ha hablado de eso— que la única manera de enfrentar con éxito el desafío que significa derrotar a la oligarquía con todo su dinero y sus medios de comunicación, radica en que logremos, en este tiempo que nos falta, consolidar nuestra organización.
Esto que vimos en el Zócalo, eso que hemos construido desde abajo, con la gente, con el esfuerzo de muchas mujeres y muchos hombres, conscientes y libres, tenemos que consolidar y fortalecer esta organización y seguir orientando y concientizando para lograr el despertar del pueblo y la insurgencia cívica que hará posible la transformación pacífica del país.
Por eso, debemos convocar a todos los afectados y agraviados por la política neoliberal, que es la inmensa mayoría del pueblo de México, a que juntos acabemos, de una vez y para siempre, con esa absurda e inhumana pesadilla.
Invitemos a participar, desde ahora, a indígenas, campesinos, maestros, estudiantes, obreros, comerciantes, trabajadores informales, empresarios, migrantes, profesionistas, intelectuales, a hombres y a mujeres de buena voluntad, en la transformación del país.
Tomemos ya la iniciativa, sin esperar ningún otro llamado, para seguir formando comités, empecemos formando comités con los integrantes de nuestras familias.
Podemos tener comités en nuestras familias, tener comités con amigos, con compañeros de trabajos, así como crear comités –como se ha venido haciendo—en rancherías, en ejidos, en pueblos. En el caso de las ciudades, en barrios, en colonias, en unidades habitacionales.
Tenemos que hacer ese trabajo, tenemos que organizarnos bien para enfrentar de nuevo a la mafia del poder. Recuerden ustedes la lección que nos dejó, entre otras, la elección del 2006.
Nos robaron la Presidencia porque en efecto es una mafia que no quiere ningún cambio en beneficio del pueblo, aunque terminen de destruir al país, desgraciarnos a todos, pero también nos robaron la Presidencia porque se valieron de que no teníamos organización.
Por eso, desde hace cerca de cuatro años, estamos construyendo esta organización, que necesitamos, en los dos años que faltan, consolidar para hacer que la gente participe para lograr el despertar de los ciudadanos.
Ahora que entraba al Zócalo y que venía saludando, muchos –y me llamó la atención—me decían que teníamos que cuidar los votos, que teníamos que orientar nuestros esfuerzos a que no se volviera a cometer un fraude electoral, que no nos vuelvan a roban la Presidencia de la República.
¿Cómo podemos lograr que se respete la voluntad del pueblo? La única forma es que nos organicemos desde abajo, con la gente. Que en donde se va a instalar una casilla, ahí tengamos uno o dos comités, que el pueblo esté organizado, que se convoque a la gente a votar, pero que también tengamos capacidad para defender los votos.
Tenemos que aprovechar los dos años que nos faltan. No tenemos dinero y es obvio que no vamos a contar con el apoyo de los medios de comunicación.
Por eso tenemos que aprovechar el tiempo. El tiempo es fundamental.
De acuerdo a la ley electoral, de manera mañosa, la campaña presidencial es de tres meses.
¿Para qué reformaron la ley de esa manera? Para que tenga ventaja siempre el candidato de los medios de comunicación y de manera particular el candidato de la televisión.
Por eso, nosotros tenemos dos ventajas, que tenemos que potenciar: tiempo para organizarnos bien, no perder el tiempo y organizarnos. Y, lo segundo, que es lo mero principal, que ellos no tienen, pueden tener mucho dinero, pueden tener todos los medios de comunicación, con voceros oficiales y oficiosos a su servicio, pero no tienen de su lado al pueblo, sobre todo no tienen el apoyo y el respaldo de mujeres y de hombres conscientes, como ustedes.
Ellos tienen que hacer campaña con los medios, introduciendo al mercado a cualquier candidato, como si se tratara de introducir un producto chatarra, como un detergente.
Así es como ellos hacen política, con la mercadotecnia, con campañas mediáticas y, desde luego, mucho dinero.
Lo acabamos de ver ahora, en las elecciones. Lo que hizo el PRI y lo que hizo el PAN, lo mismo, traficaron con la pobreza de la gente, compraron votos, entregaron despensas y materiales de construcción.
Ese es el truco que tienen bien ensayado. Pero nosotros tenemos algo muy valioso, un tesoro, que es la convicción de millones de mexicanos, de mujeres y de hombres conscientes, que actúan con voluntad.
Entonces, si nos organizamos y con la participación de mujeres y de hombres conscientes, como ustedes, se va a hacer la campaña desde abajo y no se va a hacer campaña nada más desde los medios de comunicación.
La campaña se va a hacer desde abajo y lo más importante: La campaña la va a hacer el pueblo, la van a hacer ustedes.
Yo voy a ir a muchos lugares, voy a seguir recorriendo el país, pero aquí tenemos desde ahora, porque ya no tenemos mucho tiempo que perder, que ponernos de acuerdo, que la campaña para transformar a México la tenemos que hacer entre todos.
¿Están de acuerdo en eso?
No esperemos más, vamos a trabajar en la organización, vamos a aprovechar el tiempo y vamos a convencer a más gente.
Corramos la voz, digamos con firmeza que somos distintos a los políticos de siempre.
Ustedes notan como ahora que hay tristeza, que hay desánimo, hay muchos que piensan que no hay salidas, se está cayendo en la frustración y también esto lo están aprovechando los potentados para decir que todos los políticos son iguales.
Ustedes pueden decir, con firmeza y decisión, sin temor a equivocarse, de que no todos los políticos son iguales.
Nosotros somos distintos.
Nosotros siempre hemos sabido y seguiremos honrando nuestros compromisos, que nos mueven convicciones y principios, que estamos comprometidos a no mentir, a no robar y a no traicionar.
Hagamos saber a todos que sí se puede vivir con justicia, sin miedos ni temores, en una República nueva, que estamos construyendo entre todos.
Una República nueva, libre, democrática, soberana, igualitaria y fraterna.
Una República amorosa.
¡Viva la nueva República!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
Gobierno Legítimo de México
Para que viva México tenemos que forjar una nación mejor para nuestros hijos y eso solo se logrará con organización: González Pedrero
México, Distrito Federal
Domingo 25 de julio de 2010
* Palabras del historiador Enrique González Pedrero, durante la asamblea nacional del Movimiento por la transformación de México y sus instituciones
¿Hacia dónde va este pobre país? Es una frase que, con variantes, escuchamos ahora con harta frecuencia. En este caso, lo cierto es que a nuestro país México pareciera irle de mal en peor. Cada día hay más pobres, más desigualdad, cada día más inseguridad, más violencia, menos Estado, más mercado.
Frente a ello, podemos reaccionar encogiendo los hombros y resignarnos o podemos preguntarnos con honradez ¿y tú qué estas haciendo para remediar lo que pasa? Hay, pues, dos caminos frente a lo que nos ocurre: resignarse y pasarnos la vida lamentándonos de la mala suerte, o reaccionar viendo qué podemos hacer para que las cosas vayan mejor. Huir o enfrentar la realidad.
Ahora bien, lo que ahora contemplo me llena de entusiasmo: está plaza histórica llena de hombres y mujeres dispuestos a contribuir con esfuerzo, para cambiar este presente lamentable y mezquino, por un futuro digno. Transformar esta nación roída por el egoísmo y la codicia de unos cuantos, por una patria menos desigual, más solidaria, más digna, más libre, más humana. Una patria donde el hombre en vez de ser considerado “capital humano” sea lo que es: el creador de la riqueza por medio de su trabajo libre y limpio.
Tenemos, amigas y amigos, que volver a creer en las grandes palabras que son como estrellas que nos guían en la oscuridad de la noche, tenemos que volver creer en la justicia, en la libertad, en los seres dignos, en los semejantes solidarios, en la generosidad, en la fraternidad. Tenemos que legar a nuestros hijos una nación mejor a la que nos ha tocado vivir. La patria de nuestros hijos debe ser mejor que la que hoy vivimos nosotros.
¿Y esto cómo vamos a lograrlo?
Recuerdo que hacia la mitad del siglo pasado un hombre generoso, prudente, patriota, un gran estadística: el general Lázaro Cárdenas, cada vez que venía al caso, insistía en la necesidad que tenía el pueblo México para conseguir sus metas de organizarse. La meta hoy, amigas y amigos, conciudadanos, es la que recomendaba aquel gran mexicano que ajusto su palabra a los hechos y que hoy nosotros sustentamos: tenemos que organizarnos.
Para conseguir un cambio como el que nos proponemos hay que organizarse. Algo que hay que recordarlo ahora, está presente en la exclamación con la que celebramos los días patrios: ¡Qué viva México! Aparte para que viva México y no se los vaya de las manos tenemos que organizarnos, para rehacerlo, para reconstruirlo. Para que viva México tenemos que forjar una nación mejor para nuestros hijos y eso solo se logrará con organización. Organización política, organización social, organización para defender la economía nacional, para defender nuestra soberanía.
Para recordar con la mano en el corazón a los héroes que nos dieron la Independencia, a los que lograron la Reforma, a los que hicieron posible a la Revolución de 1910, tenemos que organizarnos para recrear, para volver a levantar a México. Y esto puede obtenerse haciendo posible el programa que les será sintetizado en los minutos que siguen y que ustedes deben enriquecer. Un programa donde se busca que México sean un país para todos los mexicanos: pobres y ricos, indígenas y mestizos, obreros y empresarios, jóvenes y viejos, hombres y mujeres. Un país seguro, que propicie el bienestar para todos los ciudadanos. En el que se respeten la libertad, y la diversidad cultural, sexual, religiosa, étnica.
¡Prestemos, pues, atención a los oradores que siguen! Y no lo olviden, primero la organización, después organización y siempre organización, muchas gracias.
México, Distrito Federal
Domingo 25 de julio de 2010
* Palabras del historiador Enrique González Pedrero, durante la asamblea nacional del Movimiento por la transformación de México y sus instituciones
¿Hacia dónde va este pobre país? Es una frase que, con variantes, escuchamos ahora con harta frecuencia. En este caso, lo cierto es que a nuestro país México pareciera irle de mal en peor. Cada día hay más pobres, más desigualdad, cada día más inseguridad, más violencia, menos Estado, más mercado.
Frente a ello, podemos reaccionar encogiendo los hombros y resignarnos o podemos preguntarnos con honradez ¿y tú qué estas haciendo para remediar lo que pasa? Hay, pues, dos caminos frente a lo que nos ocurre: resignarse y pasarnos la vida lamentándonos de la mala suerte, o reaccionar viendo qué podemos hacer para que las cosas vayan mejor. Huir o enfrentar la realidad.
Ahora bien, lo que ahora contemplo me llena de entusiasmo: está plaza histórica llena de hombres y mujeres dispuestos a contribuir con esfuerzo, para cambiar este presente lamentable y mezquino, por un futuro digno. Transformar esta nación roída por el egoísmo y la codicia de unos cuantos, por una patria menos desigual, más solidaria, más digna, más libre, más humana. Una patria donde el hombre en vez de ser considerado “capital humano” sea lo que es: el creador de la riqueza por medio de su trabajo libre y limpio.
Tenemos, amigas y amigos, que volver a creer en las grandes palabras que son como estrellas que nos guían en la oscuridad de la noche, tenemos que volver creer en la justicia, en la libertad, en los seres dignos, en los semejantes solidarios, en la generosidad, en la fraternidad. Tenemos que legar a nuestros hijos una nación mejor a la que nos ha tocado vivir. La patria de nuestros hijos debe ser mejor que la que hoy vivimos nosotros.
¿Y esto cómo vamos a lograrlo?
Recuerdo que hacia la mitad del siglo pasado un hombre generoso, prudente, patriota, un gran estadística: el general Lázaro Cárdenas, cada vez que venía al caso, insistía en la necesidad que tenía el pueblo México para conseguir sus metas de organizarse. La meta hoy, amigas y amigos, conciudadanos, es la que recomendaba aquel gran mexicano que ajusto su palabra a los hechos y que hoy nosotros sustentamos: tenemos que organizarnos.
Para conseguir un cambio como el que nos proponemos hay que organizarse. Algo que hay que recordarlo ahora, está presente en la exclamación con la que celebramos los días patrios: ¡Qué viva México! Aparte para que viva México y no se los vaya de las manos tenemos que organizarnos, para rehacerlo, para reconstruirlo. Para que viva México tenemos que forjar una nación mejor para nuestros hijos y eso solo se logrará con organización. Organización política, organización social, organización para defender la economía nacional, para defender nuestra soberanía.
Para recordar con la mano en el corazón a los héroes que nos dieron la Independencia, a los que lograron la Reforma, a los que hicieron posible a la Revolución de 1910, tenemos que organizarnos para recrear, para volver a levantar a México. Y esto puede obtenerse haciendo posible el programa que les será sintetizado en los minutos que siguen y que ustedes deben enriquecer. Un programa donde se busca que México sean un país para todos los mexicanos: pobres y ricos, indígenas y mestizos, obreros y empresarios, jóvenes y viejos, hombres y mujeres. Un país seguro, que propicie el bienestar para todos los ciudadanos. En el que se respeten la libertad, y la diversidad cultural, sexual, religiosa, étnica.
¡Prestemos, pues, atención a los oradores que siguen! Y no lo olviden, primero la organización, después organización y siempre organización, muchas gracias.
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Imposible hablar de democracia mientras no se incluya a los mexicanos más pobres, sostiene Poniatowska
México, Distrito Federal Domingo 25 de julio de 2010
* Palabras de la escritora Elena Poniatowska, durante la asamblea nacional del Movimiento por la transformación de México y sus instituciones
LA CULTURA, TECHO Y SUSTENTO
En los años setenta, conocí a un niño excepcional que venía de Tomatlán, Puebla, Gelasio Castillo. Lleno de curiosidad, de iniciativa, me deslumbró por su inteligencia. Era un cerebro que podía encauzarse con educación, un posible Benito Juárez, un posible Flores Magón, un posible López Velarde, pero su tía me dijo que lo necesitaba para cuidar las borregas. Unos años después, pregunté por él. “Murió”, fue la respuesta.
Lo encontraron en una zanja de un campo de manzanas. Pensé en todos los Orozcos, Riveras, Rulfos, Revueltas, asesinados en México por la miseria y la falta de oportunidades. Gelasio, en otro contexto, sería ahora un referente de nuestra sociedad.
El techo y el sustento, la educación y la cultura son las dos mitades de la manzana que no le tocaron a Gelasio. En México, a la fecha, dos millones trescientos mil niños se quedan sin escuela. Desde hace un tiempo se habla de los “ninis”, jóvenes que ni estudian ni trabajan. El Instituto Mexicano de la Juventud dice que son unos siete millones. Para muchos la alternativa es ir a engrosar las filas del narcotráfico. ¡Y cuántos Gelasios huérfanos está dejando esta guerra! Tan sólo en Ciudad Juárez, hasta junio de 2010, diez mil niños perdieron a sus padres.
¡Y cuántos hacen falta para que el gobierno comprenda que no puede dejar sin sustento a familias enteras! ¡Y cuántos migrantes asesinados en ambas fronteras para integrar un continente, nuestro continente, que aspira a la civilización y a dejar atrás a la barbarie. A lo largo de los últimos cuatro años pueden contarse veinticuatro mil ochocientos treinta y dos ejecutados y la inseguridad es tal que se ha vuelto normal que los padres prevengan a su hijo adolescente: “Si sales hoy en la noche, te van a matar”. El abandono de los jóvenes por parte del gobierno es un crimen que el futuro nos cobrará muy caro.
Nada más ligado a la cultura que los sentimientos comunitarios, el amor que nos tenemos unos a otros, el amor a los niños, a los ancianos, a los animales. Educar es hacer aflorar en la mente y en el corazón lo más digno, valioso y crítico que hay en la persona. La educación es la que forja la realidad política, económica y ética de cada sociedad. La cultura es identidad y es cohesión.
La identidad la dan los usos y costumbres y en nuestro país tenemos un patrimonio extraordinario que nos enaltece y nos singulariza. Fomentarlo es hacernos un lugar sobre la tierra, un sitio privilegiado dentro de la comunidad de las naciones.
La cultura en los países europeos es un instrumento de defensa nacional integrada a la vida cotidiana, la influencia más definitiva en su desarrollo humano. En América Latina, México lo tiene todo para identificarse con la palabra cultura, porque nuestro pasado indígena asombra al mundo entero y nuestra cultura independiente puede exportar bienes culturales a todos los países.
Nuestra resistencia está en las personas que crean, los hombres y las mujeres de ciencia, las artesanas y los alfareros mexicanos que de la nada hacen surgir una olla de barro negro oaxaqueño, un tejido chiapaneco, un bordado huichol, una tortuga de Toledo.
La cultura lleva necesariamente a la democracia porque la creatividad hace al hombre libre y sobre todo más crítico. El disfrute de la cultura en todas sus manifestaciones también es un instrumento no sólo de respeto por uno mismo, sino de liberación. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras universidades públicas han formado a profesionistas que nos honran. Con sus aportes, construyen el tejido social de México y fomentan la integración de los ciento cinco millones de mexicanos que somos.
La creatividad de los mexicanos es materia prima para el engrandecimiento de México. La marcha silenciosa y el mitin del desafuero del 24 de abril de 2005 del político que ha demostrado tener más base social en México, Andrés Manuel López Obrador, fue una muestra de creatividad sin precedentes y surgió de uno de los barrios más pobres donde las escuelas de artes y y oficios como el Faro de Oriente han dado resultados óptimos.
Imposible hablar de democracia mientras no se incluya a los mexicanos más pobres. Imposible hablar de identidad mientras se excluya a los diez millones de indígenas. Imposible seguir adelante sin integrar a las mujeres que hasta la fecha somos las grandes olvidadas de la historia. Allí están las 400 asesinadas de Ciudad Juárez para comprobarlo. Imposible olvidar a las minorías con opciones sexuales distintas. Así como el presidente Lázaro Cárdenas se ocupó de los de abajo, un presidente que se ocupara de las mujeres, transformaría al país.
Los que tienen que dar ejemplo de austeridad son los que están en el poder. Si los funcionarios mandaran a sus hijos a escuelas públicas éstas mejorarían junto con la educación que se imparte, si tomaran el metro y el autobús, éstos serían más eficaces, más limpios y más seguros, si los poderosos se atendieran en las clínicas del IMSS y del ISSSTE la atención sería de primera. Subir los salarios mínimos, sería dignificante para todos.
Si se elevara el nivel educativo de los mexicanos, nuestro país sería más democrático, más solidario, más tolerante y más culto porque la educación incluye a todos: maestros, alumnos, padres de familia, sociedad y gobierno.
Un pueblo educado tiene más elementos para condenar los actos de impunidad y de corrupción de sus gobernantes y no cae en la adulación o el servilismo. Una educación laica y gratuita crea ciudadanos críticos que no tienen miedo de expresarse.
Lo primero que salió de los escombros de una Varsovia destrozada por la Segunda Guerra Mundial fue una florería. Era conmovedor ver cómo por encima del desastre, entre dos muros caídos se erguía una insólita tiendita floreada. “Esto es lo que queremos “-parecían decir las mujeres. “Queremos pan y rosas”. “Porque aquí no pasan cosas de mayor importancia que las rosas” escribió Carlos Pellicer.
Hoy las mujeres del mundo seguimos luchando por pan y rosas. Además de pan, necesitamos belleza, cultura, arte y en México nos resulta indispensable seguir haciendo juguetes, golosinas, palomitas de papel, piñatas para cantar: “Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino”.
Perder el camino es perder nuestra oportunidad de un cambio verdadero. México tiene todo para construir su identidad sobre la cultura, es decir, el disfrute de su patrimonio y el fomento de su creatividad. México, estado cultural, México, nación de cultura, México, sociedad de conocimiento, México (como lo fue Grecia) patrimonio cultural de la humanidad. Fascinante y conmovedora ha sido nuestra resistencia.
En los años que vienen, la cultura podría salvarnos al convertirse en el objetivo de todas las clases sociales, una cultura que hiciera renacer la confianza en nosotros mismos. La filosofía nahuatl nos dijo que éramos los cimientos del cielo y los antiguos mexicanos nos llamaron el pueblo del sol. Bajo ése sol y ése cielo se levanta nuestra esperanza.
México, Distrito Federal Domingo 25 de julio de 2010
* Palabras de la escritora Elena Poniatowska, durante la asamblea nacional del Movimiento por la transformación de México y sus instituciones
LA CULTURA, TECHO Y SUSTENTO
En los años setenta, conocí a un niño excepcional que venía de Tomatlán, Puebla, Gelasio Castillo. Lleno de curiosidad, de iniciativa, me deslumbró por su inteligencia. Era un cerebro que podía encauzarse con educación, un posible Benito Juárez, un posible Flores Magón, un posible López Velarde, pero su tía me dijo que lo necesitaba para cuidar las borregas. Unos años después, pregunté por él. “Murió”, fue la respuesta.
Lo encontraron en una zanja de un campo de manzanas. Pensé en todos los Orozcos, Riveras, Rulfos, Revueltas, asesinados en México por la miseria y la falta de oportunidades. Gelasio, en otro contexto, sería ahora un referente de nuestra sociedad.
El techo y el sustento, la educación y la cultura son las dos mitades de la manzana que no le tocaron a Gelasio. En México, a la fecha, dos millones trescientos mil niños se quedan sin escuela. Desde hace un tiempo se habla de los “ninis”, jóvenes que ni estudian ni trabajan. El Instituto Mexicano de la Juventud dice que son unos siete millones. Para muchos la alternativa es ir a engrosar las filas del narcotráfico. ¡Y cuántos Gelasios huérfanos está dejando esta guerra! Tan sólo en Ciudad Juárez, hasta junio de 2010, diez mil niños perdieron a sus padres.
¡Y cuántos hacen falta para que el gobierno comprenda que no puede dejar sin sustento a familias enteras! ¡Y cuántos migrantes asesinados en ambas fronteras para integrar un continente, nuestro continente, que aspira a la civilización y a dejar atrás a la barbarie. A lo largo de los últimos cuatro años pueden contarse veinticuatro mil ochocientos treinta y dos ejecutados y la inseguridad es tal que se ha vuelto normal que los padres prevengan a su hijo adolescente: “Si sales hoy en la noche, te van a matar”. El abandono de los jóvenes por parte del gobierno es un crimen que el futuro nos cobrará muy caro.
Nada más ligado a la cultura que los sentimientos comunitarios, el amor que nos tenemos unos a otros, el amor a los niños, a los ancianos, a los animales. Educar es hacer aflorar en la mente y en el corazón lo más digno, valioso y crítico que hay en la persona. La educación es la que forja la realidad política, económica y ética de cada sociedad. La cultura es identidad y es cohesión.
La identidad la dan los usos y costumbres y en nuestro país tenemos un patrimonio extraordinario que nos enaltece y nos singulariza. Fomentarlo es hacernos un lugar sobre la tierra, un sitio privilegiado dentro de la comunidad de las naciones.
La cultura en los países europeos es un instrumento de defensa nacional integrada a la vida cotidiana, la influencia más definitiva en su desarrollo humano. En América Latina, México lo tiene todo para identificarse con la palabra cultura, porque nuestro pasado indígena asombra al mundo entero y nuestra cultura independiente puede exportar bienes culturales a todos los países.
Nuestra resistencia está en las personas que crean, los hombres y las mujeres de ciencia, las artesanas y los alfareros mexicanos que de la nada hacen surgir una olla de barro negro oaxaqueño, un tejido chiapaneco, un bordado huichol, una tortuga de Toledo.
La cultura lleva necesariamente a la democracia porque la creatividad hace al hombre libre y sobre todo más crítico. El disfrute de la cultura en todas sus manifestaciones también es un instrumento no sólo de respeto por uno mismo, sino de liberación. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras universidades públicas han formado a profesionistas que nos honran. Con sus aportes, construyen el tejido social de México y fomentan la integración de los ciento cinco millones de mexicanos que somos.
La creatividad de los mexicanos es materia prima para el engrandecimiento de México. La marcha silenciosa y el mitin del desafuero del 24 de abril de 2005 del político que ha demostrado tener más base social en México, Andrés Manuel López Obrador, fue una muestra de creatividad sin precedentes y surgió de uno de los barrios más pobres donde las escuelas de artes y y oficios como el Faro de Oriente han dado resultados óptimos.
Imposible hablar de democracia mientras no se incluya a los mexicanos más pobres. Imposible hablar de identidad mientras se excluya a los diez millones de indígenas. Imposible seguir adelante sin integrar a las mujeres que hasta la fecha somos las grandes olvidadas de la historia. Allí están las 400 asesinadas de Ciudad Juárez para comprobarlo. Imposible olvidar a las minorías con opciones sexuales distintas. Así como el presidente Lázaro Cárdenas se ocupó de los de abajo, un presidente que se ocupara de las mujeres, transformaría al país.
Los que tienen que dar ejemplo de austeridad son los que están en el poder. Si los funcionarios mandaran a sus hijos a escuelas públicas éstas mejorarían junto con la educación que se imparte, si tomaran el metro y el autobús, éstos serían más eficaces, más limpios y más seguros, si los poderosos se atendieran en las clínicas del IMSS y del ISSSTE la atención sería de primera. Subir los salarios mínimos, sería dignificante para todos.
Si se elevara el nivel educativo de los mexicanos, nuestro país sería más democrático, más solidario, más tolerante y más culto porque la educación incluye a todos: maestros, alumnos, padres de familia, sociedad y gobierno.
Un pueblo educado tiene más elementos para condenar los actos de impunidad y de corrupción de sus gobernantes y no cae en la adulación o el servilismo. Una educación laica y gratuita crea ciudadanos críticos que no tienen miedo de expresarse.
Lo primero que salió de los escombros de una Varsovia destrozada por la Segunda Guerra Mundial fue una florería. Era conmovedor ver cómo por encima del desastre, entre dos muros caídos se erguía una insólita tiendita floreada. “Esto es lo que queremos “-parecían decir las mujeres. “Queremos pan y rosas”. “Porque aquí no pasan cosas de mayor importancia que las rosas” escribió Carlos Pellicer.
Hoy las mujeres del mundo seguimos luchando por pan y rosas. Además de pan, necesitamos belleza, cultura, arte y en México nos resulta indispensable seguir haciendo juguetes, golosinas, palomitas de papel, piñatas para cantar: “Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino”.
Perder el camino es perder nuestra oportunidad de un cambio verdadero. México tiene todo para construir su identidad sobre la cultura, es decir, el disfrute de su patrimonio y el fomento de su creatividad. México, estado cultural, México, nación de cultura, México, sociedad de conocimiento, México (como lo fue Grecia) patrimonio cultural de la humanidad. Fascinante y conmovedora ha sido nuestra resistencia.
En los años que vienen, la cultura podría salvarnos al convertirse en el objetivo de todas las clases sociales, una cultura que hiciera renacer la confianza en nosotros mismos. La filosofía nahuatl nos dijo que éramos los cimientos del cielo y los antiguos mexicanos nos llamaron el pueblo del sol. Bajo ése sol y ése cielo se levanta nuestra esperanza.
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