La rebelión de los refresqueros
El megacatarrito que viene
Los fondos del Senado, desairados
Enrique Galván Ochoa
E
n su edición de marzo de este año, la revista Forbes presentó la lista ampliada de los magnates de México. Son 35. Entre ellos aparecen cinco cuya riqueza tiene que ver con la industria refresquera. ¿Qué tanto afectaría a sus fortunas el impuesto de un peso por litro, que prevé el paquete fiscal del secretario de Hacienda, Luis Videgaray? Han reaccionado como si se fueran a quedar pobres. Sin embargo, en este capítulo Videgaray tal vez tiene razón. Por un lado, distintas organizaciones han demostrado que el excesivo consumo de bebidas azucaradas contribuye al desarrollo de diabetes, enfermedad en cuyo tratamiento las instituciones de salud pública gastan fortunas. Pero además, el secretario de Hacienda afirma que la industria refresquera es una de las principales proveedoras de la informalidad, por lo que el impuesto especial no será sólo con el objetivo de reducir la obesidad, sino también de obtener información sobre sus ventas. La idea es que no evadan impuestos, obviamente. Pero la industria se está defendiendo con todos los recursos a su alcance. Si el gobierno se deja torcer el brazo, entonces todo el discurso en torno a limitar a los poderes fácticos –como el del oligopolio refresquero– caerá en el vacío. Uno de los aliados de la industria, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, presentará a la Cámara de Diputados un millón 200 mil cartas, según dice firmadas por pequeños comerciantes que manifiestan su rechazo al impuesto. Probablemente hay una solución de medio camino: no gravar los refrescos y en cambio imponer un impuesto a las grandes fortunas, al estilo de algunos países de Europa.
El megacatarrito
¿Nos afectaría un terremoto financiero en Estados Unidos? La respuesta es sí. ¿En qué medida? Eso nadie lo sabe. ¿Quién tiene una bola de cristal para adivinarlo? Tampoco alguien se atrevería a decir que cuando mucho el efecto sería un catarrito, para citar la famosa frase del entonces secretario de Hacienda, Agustín Carstens. La crisis estallaría si se juntan dos alambres electrificados: por un lado, el parón de los burócratas –hoy llega a su día número tres– y la crisis de la deuda pública. Es decir, si el Congreso no aprobara ampliar los recursos de que dispone el presidente Obama para solventar el pago de salarios de casi un millón de burócratas y tampoco autorizara la ampliación del techo de la deuda pública. Eso sí sería el acabose porque, entre otras complicaciones, la tesorería no tendría dinero para pagar los intereses de sus bonos en poder de gobiernos y fondos privados. Por ahí está atorado incluso el Banco de México. De acuerdo con un reporte de la Reserva Federal, tiene actualmente una inversión de 63 mil 300 millones de dólares en papeles de la tesorería. Subió en 10 mil millones en el último año. Son una tercera parte de la reserva internacional mexicana. ¡Invertidos en Estados Unidos mientras que aquí buscan socios extranjeros para financiar Pemex! China es el país que está más comprometido, con 1 billón 277 mil millones. ¡Todo el oro del mundo! Asimismo, es probable que sufrieran afectaciones la inversión de mexicanos en fondos, bienes raíces y empresas.
Faros matan foros
Ya sin la presencia de representantes de los partidos del Trabajo (PT) y de la Revolución Democrática (PRD), los foros del Senado en materia de reforma energética ‘‘chuparon Faros’’. Se sabía de antemano que los foristas invitados ayer la apoyarían. Así que se llevaron un desaire Fauzi Hamdan, Mario Alberto Becerra Pocoroba y Dante San Pedro Jacobo.
e@Vox Populi
Asunto: comenzaron a pagar en el ILCE
Como decía mi abuelo: ‘‘Los políticos y los perros entienden a base de periodicazos’’. Ayer misteriosamente, sin aviso o comunicado previo por parte de las autoridades del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE), se nos depositó nuestra quincena correspondiente, esperando que esta situación no se repita. Cabe mencionar que no a todos los compañeros les pagaron. Quiero agradecer la atención que tuvo para publicar en su columna nuestro problema.
Empleados de Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa
R: No está resuelto en su totalidad. Sigan en contacto con esta columna hasta que les hayan pagado a todos los empleados del instituto. Por lo demás, me comentan que no está sujeto a control presupuestal, por ser un organismo internacional. Y también que fue centro de algunos programas de Marta Sahagún y la profesora Gordillo. ¿Cuándo le hace una revisión, auditor Juan Manuel Portal?
Twitter
Ojo con su factura de Axtel (especialmente en paperless). Podrías pagar el equivalente a 13 meses, en vez de 12.
Antonio Mendoza @tony_mendoz
¿Qué tanto brete? El gobierno federal en México lleva 10 meses paralizado y no pasa nada. ¿Querrá eso decir algo?
Ima @mtzazair
Un 68% de la población se siente insegura, y 66.7 considera a las autoridades poco o nada efectivas: encuesta del Inegi http://ow.ly/prbIH
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