Ni el intenso sol ni la lluvia impidieron a sus seguidores acudir por cientos para despedirlo

A los asistentes sólo se permitió contemplar medio minuto la urna con las cenizas

Con la partida de García Márquez perdemos parte de la imaginación: Narro Robles

Admiradores del premio Nobel de Literatura se trasladaron desde diversas partes del país para acudir al homenaje en Bellas ArtesFoto María Meléndrez

Desde temprana hora cientos de admiradores esperaban en la explanada al autor de Cien años de soledad,a quien recibieron con cálidos aplausosFoto María Meléndrez Parada

Gente de todas las edades pasó un momento frente a la urna que guardaba las cenizas de Gabo para expresar su cariño a la persona y gratitud y admiración a su legado literarioFoto Cristina Rodríguez

Ángel Vargas y Fabiola Palapa

 

Periódico La Jornada
Martes 22 de abril de 2014, p. 4

Las cenizas de Gabriel García Márquez llegaron al Palacio de Bellas Artes a las 3:45 de la tarde de este lunes. Veinte minutos después, el máximo recinto cultural del país abrió sus puertas al público para comenzar el homenaje póstumo al entrañable escritor colombiano, quien falleció en la capital mexicana el pasado jueves a los 87 años de edad.

Allí esperaban, desde por lo menos cuatro horas antes, centenares de lectores y admiradores del premio Nobel de Literatura 1982. Fue un espera entre ovaciones y música, que terminó por hermanar a los ahí presentes, al tener como tema en común la obra de Gabo.

Varios provenían ex profeso desde diversos puntos de la República, como Veracruz, Guanajuato, Guerrero y Tabasco. La comunidad colombiana avecindada en el país también se hizo presente.

Pulularon entre todos ellos variedad de flores y mariposas amarillas, así como ejemplares de los diversos títulos garciamarquianos.

Ni la alta temperatura registrada este lunes, cercana a los 30 grados centígrados, ni más tarde la lluvia inhibieron las numerosas muestras de afecto para Gabo.

Tampoco fue obstáculo el fuerte operativo de vigilancia instrumentado en el recinto cultural y en la periferia por parte del Estado Mayor Presidencial, mediante vallas metálicas y elementos de seguridad.

Hubo, eso sí, reacciones y expresiones de molestia e indignación cuando los elementos castrenses colocaron esos artefactos de acero, ante lo cual tuvieron que cambiar de lugar los retenes.

Larga fila

El acceso al público a Bellas Artes fue por bloques de 30 personas, aunque no permanecían adentro más allá de medio minuto. La larga fila era interminable, se extendía por la Alameda Central hasta pasado el Hemiciclo a Juárez.

Desde el comienzo de la ceremonia estuvieron presentes figuras de la cultura y la política mexicanas. A las siete de la tarde, el edificio de mármol cerró sus puertas para dar paso al homenaje especial, encabezado por los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Colombia, Juan Manuel Santos. Esteúltimo arribó a territorio nacional esta tarde, al filo de las 15 horas.

Música popular, como vallenatos, cumbias y boleros, que tanto gustaban al autor de La hojarasca, sonó en un escenario montado al centro de la explanada de Bellas Artes, a cargo de artistas profesionales. También se comenzó la lectura en voz alta deCien años de soledad.

La primera guardia en torno de los restos de Gabo fue montada por su viuda, Mercedes Barcha, y sus hijos, Gonzalo y Rodrigo.

La despedida oficial de García Márquez comenzó a muy temprana hora de este lunes en la casa de la familia García Barcha, ubicada al sur de la ciudad.

Al filo de las 10:30 horas, una veintena de elementos de la Policía Bancaria e Industrial, con su uniforme de gala, montó un operativo frente a la residencia, en el Pedregal de San Ángel, donde reporteros, fotógrafos y camarógrafos de medios de comunicación nacionales e internacionales mantenían su guardia en espera de información y/o imágenes.

Fuera del recinto del Eje Central se sentía el pesar por la partida del premio Nobel, el pasado 17 de abrilFoto José Carlo González

Muchos, como este joven, llevaron ejemplares de libros para honrar al periodista y literatoFoto María Meléndrez Parada

Fue al filo de las 13:30 horas cuando comenzó el movimiento. Llegaron uno de los dos hijos de García Márquez, Gonzalo, y amigos cercanos del Nobel de Literatura, entre ellos el escritor, periodista y fotógrafo colombiano Guillermo Angulo.

También se reforzó la vigilancia policiaca en las calles aledañas de la zona, a la que se impedía el acceso a vehículos de personas que no fueran residentes o trabajadores de los domicilios vecinos.

Antes, alrededor de las 11:30 horas, llegó a la residencia el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, quien hizo una rápida visita de no más de cinco minutos.

El funcionario universitario, interrogado por la prensa, definió al escritor como un hombre maravilloso y un grande del pensamiento: Un hombre con cuya pérdida perdemos parte de la imaginación; para quienes formamos parte de una generación es algo simplemente importante e insustituible. Gabriel García Márquez es un gigante de las letras, un gigante de la imaginación, de la creatividad y del pensamiento.

El anuncio de que la hora había llegado lo dio el arribo de más elementos policiacos, tres camionetas Suburban y otro vehículo de transporte de servicio privado. Eran las 14:30 de la tarde.

Una treintena de uniformados, provenientes de la Secretaría de Seguridad Pública, se integró a la valla que mantenían desde horas atrás sus pares de la Bancaria e Industrial. El propósito era impedir que los comunicadores se aproximaran a las puertas de la que fue el hogar del autor de El amor en los tiempos del cólera.

A lo anterior se sumó un escuadrón de 10 motociclistas de tránsito, que minutos más tarde abrió paso al cortejo, y una treintena de motociclistas del agrupamiento policial denominado Potros fue responsable de custodiar la retaguardia de la comitiva.

Familiares de García Márquez, como su esposa Mercedes Barcha y sus hijos Rodrigo y Gonzalo, lo mismo que amigos cercanos, salieron del domicilio a las 15:20 horas y abordaron los mencionados vehículos para emprender camino hacia el Palacio de Bellas Artes, en medio de un vistoso y férreo operativo de seguridad de más de un centenar de elementos, que incluyó policías de a pie, en motocicleta y en patrullas.

La ruta seguida incluyó tres de las principales arterias de la capital mexicana: el segundo piso del Periférico, el Viaducto Miguel Alemán y el Eje Central, hasta llegar al Palacio de Bellas Artes.