miércoles, 15 de julio de 2015

Revista Polemón

Miseria del periodismo mexicano | ALACRANES

Miseria del periodismo mexicano | ALACRANES
En la imagen, la periodista Carmen Aristegui.
Por: Serapio Bedoya Arteaga (@revistapolemon)
14 de julio de 2015 — Durante los últimos 14 años –desde que Genaro García Luna en persona, por órdenes de Vicente Fox, lo sacó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco– El Chapo Guzmán contó con la máxima protección del gobierno federal en todos los ámbitos.
En 2012 tuve la oportunidad de recorrer la Ciénega de Jalisco y ver, no sin ayuda, las cosas más raras. Por ejemplo, una madre de familia acompañando a su hijo en edad escolar, con mochila al hombro, esperando seis horas, a la orilla de la carretera, un autobús que nunca pasó. En realidad, la señora y su nene estaban velando por la seguridad del Chapo.
Dos docenas de hombres, no lejos de ahí, permanecían apostados sobre una glorieta ofreciéndose a limpiar el parabrisas de los coches que se detenían ante el semáforo. Eran también ángeles del Chapo. En otra región, cercana al aeropuerto de Guadalajara, habíauna columna de tanquetas de la Secretaría de la Defensa Nacional, estacionadas y alertas, porque el Chapo estaba comiendo en un rancho con sus amigos.
¿Cómo no lo iban a proteger Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto si el Chapo es el Carlos Slim del crimen organizado? Por eso, a pesar de las inconsistencias que Jaime Avilés ofrece en su Desfiladero más reciente, las conclusiones que expone son irreprochables: el Chapo no se escapó –de hecho nunca se ha escapado, ni en 2001 ni en 2015–, sino que lo soltaron, otra vez, porque lo necesitan.
¿A qué inconsistencias de Jaime Avilés me refiero? El columnista, con todo respeto lo sostengo, interpretó mal los datos iniciales que proporcionó el gobierno sobre la supuesta “fuga” del sábado por la noche.
Dado que el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, y la titular de la PGR, Arely Gómez, distribuyeron fotos de un agujero en una casucha y de unos colectores de agua pluvial, pertenecientes al sistema Cutzamala, Avilés relacionó en forma equivocada esos tubos colocados a cielo abierto con el hoyo en el suelode lo que parece una bodega de cocaína, o la tahona de una panadería.
Sólo hasta el día de ayer, lunes 13, las autoridades presentaron fotos del supuesto túnel de mil 500 metros de longitud, hecho de algo que en mucho se parece a las escenografías de cartón piedra de las comedias de Televisa –casa matriz de la señora Arely Gómez– mas no por ello remontaron el escándalo de corrupción implícito en el asunto, ni la evidente complicidad del gobierno de Peña, en los más altos niveles, con el Cártel de Sinaloa.
(Video donde se muestra el túnel por donde supuestamente se fuegó Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo)

Berréllez: disparates efímeros

El propio domingo en que el país no salía de su asombro, el semanario Proceso publicó una interesante entrevista con el ex agente especial de la DEA, Héctor Berréllez, acerca del asesinato de Enrique Camarena, otro elemento de esa agencia, que murió en Guadalajara y de manera espantosa en 1985, en el contexto de la Operación Irán Contra, que no se menciona sino muy de refilón en la nota.
“–¿Por qué cree que dejaron libre a Caro Quintero? Según su visión, ¿qué intereses hay detrás?”, preguntó el semanario.
Rafael Caro Quintero, fundador del Cartel de Guadalajara, fue condenado por la muerte de Camarena. En la entrevista de Proceso, Berréllez contestó: “No hablo por la DEA, ni soy vocero de la DEA, para mí que a Caro lo soltaron para que se hiciera cargo otra vez del narcotráfico, porque Joaquín “El Chapo” Guzmán tiene muchos enemigos en otros cárteles. Ya le habían pedido que parara la violencia, pero jamás iba a detenerla porque los cárteles oponentes le mataron dos hijos y él no hacía caso. Por eso le quitaron la escolta de protección que tenía y le dijeron que se entregara en paz o lo iban a matar.”
Sin embargo, cuando esto salió a la luz pública, ya no era válido pues el Chapo estaba de nuevo en libertad. En otro segmento de la entrevista, Berréllez vuelve a fantasear: “Policías municipales me han contado que Caro Quintero ya tenía un tiempo en la Villa Purificación, Jalisco, igual [que] Jorge Fonseca Uribe, medio hermano de Ernesto Fonseca. Allí tienen su sembradíos y al verse amenazados, Caro Quintero utilizó cohetes.¡Que no digan que no saben dónde está Caro Quintero! ¡Tiene escoltas militares!”
Imagen que muestra el túnel por donde supuestamente se escapó Joaquín "el Chapo" Guzmán.
Imagen que muestra el túnel por donde supuestamente se escapó Joaquín “el Chapo” Guzmán.
Con estas aseveraciones, Berréllez alude al fracaso de la Operación Jalisco, llevada a cabo el pasado primero de mayo, por el Ejército y la Policía Federal, en contra de Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que esa mañana se encontraba precisamente en Villa Purificación cuando –según trascendidos– alguien de la oficina de Miguel Ángel Osorio, secretario (todavía) de Gobernachong, le avisó para que se escapara.
En su más reciente columna, Avilés reitera que el meollo de la política de Peña Nieto en materia de narcotráfico partió de un plan del general colombiano, Óscar Naranjo, para crear grupos paramilitares en Michoacán (llamados “autodefensas”) a fin de echar del estado al cartel de La Familia con ayuda de CJNG, organización elegida por Peña para sustituir al Cártel de Sinaloa como empresa paraestatal en el ámbito del crimen organizado.
Si Caro Quintero estaba con el Mencho en Villa Purificación, Jalisco, el primero de mayo, a nadie le sorprendería. Que tuviera ahí “plantaciones” (¿de mariguana?) es una ocurrencia bastante pueril, ya que el CJNG se especializa en la producción, distribución y exportación de metanfetaminas.

¿Aristegui se va del país?

Alineados todos los diarios mexicanos con la política de Peña Nieto, el periodismo independiente trabaja en la oscuridad más absoluta, pero cuando acierta su credibilidad se va a las nubes. Así ocurrió con la inverosímil “operación de vesícula” del señor de las casas Higa, tres días antes de la visita de los reyes de España.
Polemón ha recopilado decenas de testimonios de personas que han sufrido, o son familiares o parejas de otras que también han sufrido la extirpación de la vesícula, y todas aseguran que después de la cirugía es imposible caminar durante dos semanas. “Mi esposa es corredora y montañista, y al día siguiente que le quitaron la vesícula se levantó y dijo: ya quiero salir a correr. El dolor en el abdomen la mandó a la cama de volada”, me aseguró un familiar de don Julio Scherer.
Otra fuente abundó: “Sabiendo lo que tarda la recuperación de una cirugía de vesícula, los reyes le ofrecieron a Peña que todas las actividades de su visita se realizaran en eventos donde estuvieran sentados. Sin embargo, Peña rechazó esta cortesía. A los tres días de haber salido del hospital caminaba junto al rey dando pasos de ganso, algo que hubiera sido imposible si de veras le hubieran abierto la barriga”.
Peña Nieto, en consecuencia, estuvo internado en el Hospital Central Militar para recibir tratamiento de quimioterapia porque padece cáncer de hígado. A Joaquín Guzmán lo soltó el gobierno. El periodismo tradicional en México está en agonía. Este martes La Jornada,en su minieditorial de contraportada, alabó al segundo máximo responsable de la “fuga” del Chapo. Muchos en Twiter preguntaron si esa bazofia había sido escrita por Carlos Marín o Ciro Gómez Leyva.
Por su parte, el Quinto Tribunal de lo Administrativo cerró definitivamente las puertas de la “justicia” a Carmen Aristegui, negándole así, en forma irreversible, toda posibilidad de volver a emitir su programa de noticias, no sólo a través de los micrófonos de MVS sino de cualquier otra cadena radiofónica. Mientras el narcorrégimen prevalezca, Aristegui no regresará al aire. Todo sugiere que, para seguir haciendo periodismo, tendrá que irse del país. Y ya ha recibido ofertas en Estados Unidos.

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