viernes, 21 de diciembre de 2018

México no tiene interés en ser tercer país seguro, afirma Martha Bárcena

No hay acuerdo con Washington
El Senado de la República ratifica su nombramiento como embajadora de México en Estados Unidos
 
Periódico La Jornada
Viernes 21 de diciembre de 2018, p. 4
La decisión del gobierno de Estados Unidos de aplicar de manera unilateral una cláusula de la ley de inmigración para que México sea tercer país seguro, es un asunto muy complejo, debido a que por razones humanitarias se ha tenido que aceptar en la práctica, aunque no se ha firmado ningún acuerdo, señaló Martha Bárcena Coqui, quien ayer fue ratificada por unanimidad en el Senado de la República como embajadora de México en Washington.
La nueva representante diplomática confió en que será una medida temporal.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores, a pregunta expresa de las senadoras Claudia Ruiz Massieu (PRI), Josefina Vázquez Mota (PAN) y Bertha Caraveo (Morena) manifestó que una y otra vez se ha aclarado al gobierno del vecino país del norte que no hay ningún interés en firmar un acuerdo de tercer país seguro.
Se intentó durante el gobierno de Barack Obama y ahora la administración de Donald Trump insiste en pedir a México que le resolvamos la inoperancia de sus leyes sobre asilo.
México recibe a los migrantes que Estados Unidos rechaza por respeto a sus derechos humanos y haciendo honor al principio que se consagra en la Convención de Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados, detalló.
La embajadora Bárcena Coqui consideró que la respuesta que ayer dio de inmediato el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a la decisión unilateral de Estados Unidos fue muy buena. La aceptación, insistió, es temporal y México sólo recibirá a los migrantes que hayan solicitado asilo a la administración de Trump y estarán en territorio nacional hasta que les sea otorgada una audiencia ante el juez que determine su calidad migratoria.
Si se les niega el asilo en Estados Unidos, corresponderá a Washington regresarlos a su país de origen, manifestó.
Diplomática de carrera, con experiencia de 40 años en el Servicio Exterior Mexicano, explicó a los senadores que uno de sus propósitos es combatir la propaganda racista y antimexicana que hoy difunden los sectores más conservadores de Estados Unidos, con la finalidad de enfatizar la importancia y contribución de los migrantes mexicanos en la economía estadunidense.
Expuso que uno de los retos más urgentes es la ratificación del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, que en febrero podría someterse a los poderes legislativos de los tres países para su ratificación.
Expuso que para ella es una gran responsabilidad ser la primera mujer que accederá al cargo de embajadora ante Estados Unidos.
Ser miembro del Servicio Exterior Mexicano es no sólo un gran orgullo, sino que ratifica el compromiso del presidente López Obrador con el Servicio Civil de Carrera más antiguo del país, que ha estado siempre en la primera línea de la defensa de los mexicanos en el exterior.
Se tenía previsto que por la noche, al concluir la discusión de la Ley de Ingresos, la nueva embajadora rindiera protesta ante el pleno del Senado.

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