sábado, 27 de marzo de 2021

EDITORIAL La jornada

 Subsidios públicos, ganancias privadas

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urante la conferencia de prensa matutina de ayer, los directores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, y de CFEnergía, Miguel Santiago Reyes, detallaron los múltiples mecanismos a través de los cuales la empresa productiva del Estado y su filial subsidian a grandes compañías privadas, tanto al adquirir energía con sobrecosto a los productores como al venderla por debajo de su costo de generación a los usuarios corporativos.

Uno de los esquemas más dañinos, urdidos por los gobernantes del ciclo neoliberal, es el del autoabasto, mediante el cual las grandes empresas privadas usan de manera gratuita la red eléctrica construida con recursos del erario, registran a clientes de paja que con un peso o un dólar acceden a los mismos privilegios de las corporaciones más importantes y quitan 76 mil clientes a la CFE, causando a ésta pérdidas por 437 mil millones de pesos. Además, al estar obligada a comprar la energía generada por privados, la compañía debe frenar o subutilizar la mitad de sus centrales, lo que le supone pérdidas de 215 mil millones de pesos. Otros 222 mil millones se pierden en la compra de electricidad a generadores privados.

No para ahí el carrusel del saqueo elevado a rango de ley por los partidos del Pacto por México en la reforma energética aprobada en 2013. Ésta supone un quebranto adicional a las arcas públicas de 471 mil 200 millones de pesos, distribuidos en 209 mil millones por subsidios (diferencia entre la compra a grandes empresas y la venta a usuarios), 60 mil 200 millones de apoyo por no despacho de centrales privadas, 29 mil millones por transmisión, 21 mil millones por respaldo y 11 mil 509 millones de pesos por riesgo inflacionario, entre otros factores.

Como destacaron los funcionarios, la reforma neoliberal es una transferencia de la riqueza desde las clases bajas y medias hacia ese uno por ciento de la población que acapara 59 por ciento de la renta nacional. Así, mientras un hogar mexicano paga 2.3 pesos por cada kilowatt hora, Bimbo paga un peso; WalMart, 1.1, y Oxxo, 1.2. Este subsidio a las grandes fortunas se traduce en que mientras las tiendas de conveniencia de Femsa pagan 14 mil 52 pesos (por consumo de 7 mil 807 KWh), una tienda de abarrotes, un micronegocio de propiedad familiar, eroga 40 mil 592.

De esta manera, las decisiones administrativas y los cambios legales emprendidos por Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto causaron un quebranto incuantificable a las arcas públicas y pervirtieron el objetivo con que el presidente Lázaro Cárdenas creó la CFE. De ser una palanca para el desarrollo nacional, ésta pasó a ser el vehículo de una desvergonzada y criminal transferencia de rentas públicas a manos privadas.

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