martes, 14 de mayo de 2013

México SA


Economía, en reversa
Tambores de catarrito
¿Y la infraestructura?
Carlos Fernández-Vega
E
motor económico mundial permanece con la caja de velocidades en posición de reversa, en la eurozona se empujan entre sí para salir del hoyo y lo único que logran es hacerlo más profundo, y en México cada día que pasa se escuchan menos lejanos los tambores que anuncian la llegada de otrocatarrito, mientras se desvanece el supuesto de que todo es pasajero, una meracoyuntura negativa que no afectará mayormente la solidez del navío de gran calado.
¿Qué tan alejado está el discurso oficial de la realidad económica nacional? ¿Cómo va la sólida economía mexicana? El Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México nos ofrece un paseo temático no muy alentador, no sin antes advertir que si el gobierno federal no implementa un programa contingente 2013 podría ser un mal año (uno más, dirá la mayoría nacional, que ya no siente lo duro, sino lo permanente).
La actividad industrial nuevamente muestra que el crecimiento económico se encuentra inmerso en una desaceleración que va más allá de una breve coyuntura negativa, pues en realidad la tendencia y el ciclo de este importante sector indican que las malas noticias continuarán al menos hasta julio del 2013, apunta el CIEN.
La caída industrial de 4.9 por ciento registrada en marzo no es algo menor, porque aun si se descuentan los efectos estacionales se tiene un retroceso de 0.3 por ciento respecto a febrero, lo que implica que las empresas del sector enfrentan un entorno adverso, tanto por razones externas como internas. El comercio exterior ya había dado las primeras muestras: la pérdida de dinamismo en la exportación de manufacturas y el retroceso en las importaciones de bienes intermedios y de capital claramente plantean que las empresas nacionales y trasnacionales están disminuyendo sus inversiones productivas (pero incrementan las especulativas).
Los sectores automotriz y de la construcción constituyen un foco de atención, subraya el CIEN, ya que si bien el primero tuvo un resultado positivo en abril, no necesariamente se mantendrá si sus exportaciones continúan desacelerándose. En la construcción la situación es delicada: concluyó la breve recuperación que manifestó en los dos años previos, y la crisis que viven algunas de las empresas relacionadas con la edificación de vivienda no ayudará, al igual que la baja en su calificación. El riesgo en el sector de la vivienda sigue creciendo, fruto del yerro que se cometió en los sexenios previos, cuando se desató una política que no garantizó una expansión del sector fundamentada sobre bases sólidas.
En el primer trimestre del año también se observa que las cuentas gubernamentales no cuadran: una contracción del gasto de gobierno se ve acompañada con la merma en el ingreso fiscal, derivada de la menor captación de algunos impuestos y la baja de ingresos de origen petrolero. De manera particular, la reducción en renglones estratégicos con la infraestructura y el desarrollo social. La reducción en estos aspectos sin lugar a dudas tiene un efecto negativo en el crecimiento y desarrollo económico. De igual manera inhibe la solución a problemas estructurales que están vinculados con la pobreza, la desigualdad y la inseguridad. Menor gasto de gobierno exacerba la desaceleración económica que vive el país.
El CIEN advierte que “lo anterior no es una buena noticia para México, especialmente en lo referente a su mercado laboral. La tasa de desocupación de 4.9 por ciento registrada en el periodo enero-marzo de 2013 es igual a la contabilizada un año atrás. Ello muestra la dificultad que el sector productivo nacional tiene para crear la suficiente cantidad de plazas laborales, particularmente formales.
Las cifras del IMSS son claras, entre diciembre y marzo pasado ha existido una caída en el número de trabajadores registrados ante la institución, por lo que se tiene una merma en el empleo que ofrece la prestación de seguridad básica. Si bien existió una disminución en la tasa de subocupación, ello no necesariamente implica un freno a la precarización del mercado laboral mexicano. Como muestra se tiene la cifra de personas que cuentan con un empleo informal, 28.2 millones, cantidad similar a la observada un año antes.
La estimación oficial para el primer trimestre del año es un crecimiento económico de uno por ciento. El problema de esto es que marzo muestra que ello no se solventará en el corto plazo. La desaceleración minará los cimientos de la sociedad mexicana, tanto por sus consecuencias económicas como por las sociales y de seguridad.
El desempeño de la actividad industrial nacional se ha deteriorado durante los últimos meses debido a la desaceleración en la que se encuentra inmersa la economía. Al revisar el ciclo estadunidense de manufacturas, es obvio que su comportamiento continúa a la baja, al igual que el ciclo industrial y de manufacturas de México. Sin embargo, aun cuando el ciclo de la actividad industrial de Estados Unidos comienza a mostrar un ligero repunte, su contraparte mexicana exhibe todavía un movimiento pronunciado a la baja.
En lo que respecta a la variación en términos anuales, la actividad industrial en marzo presentó un caída de 4.9 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado. La caída ocurrió debido a que prácticamente todos los componentes exhibieron comportamientos negativos, siendo manufacturas (-5.8 por ciento) y construcción (-5.2 por ciento) los sectores más afectados.
Al analizar las tendencias, el panorama no luce alentador. En lo que respecta a los ciclos, el escenario tampoco resulta favorable ya que prácticamente todos los componentes de la actividad industrial exhiben un comportamiento negativo, con excepción de construcción, que presenta una ligera alza. Lo anterior implica que el dinamismo de la actividad industrial pudiera continuar con tasas de crecimiento negativas para los próximos periodos.
Las rebanadas del pastel
El tan publicitado gasto público en infraestructura no ha trascendido el discurso. Al cierre de marzo pasado, el avance es de sólo 12.9 por ciento (si se incluye a Pemex sube a 16 por ciento). Eso en términos generales porque, por ejemplo, en la Sedesol esa proporción apenas es de 1.3 por ciento, aunque con cero por ciento destacan las secretarías de Turismo y Gobernación, Conaculta, Proméxico, Diconsa y Liconsa. En sentido contrario sobresalen el IMSS, con 44.4 por ciento, y la Secretaría de Economía, con 98.8 por ciento, de acuerdo con los informes de la Secretaría de Hacienda.

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