martes, 18 de marzo de 2014

México SA

México, estancado
EPN, 15 meses
San Lázaro: despojo
Carlos Fernández-Vega
C
erca ya de concluir el primer trimestre de 2014, el México que todos queremos (EPN dixit) se mantiene en lista de espera, y al ritmo que van las cosas allí se quedará, por muchos adornos retóricos que le pongan. De hecho, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados rompe el encanto del discurso oficial: los componentes del Sistema de Indicadores Cíclicos revelan que la economía mexicana está en fase de recesión y se anticipa que se mantenga en esa situación.
Transcurridos 15 meses y pico de la nueva administración gubernamental, la sobada promesa de que los grandes cambios que necesita el país se reflejarán en los bolsillos de los mexicanos no ha trascendido el discurso, aunque tampoco es novedad, porque esa ha sido la frase más trillada desde los tiempos de Miguel de la Madrid. Seis sexenios al hilo, y nada de nada, salvo para los amigos y socios del régimen.
El CEFP detalla que en diciembre de 2013 el indicador coincidente (que refleja el estado general de la economía mexicana) se colocó, por sexta ocasión consecutiva, en fase de recesión al presentar un valor de 99.72 puntos y tener una disminución de 0.07 puntos con relación al mes anterior. La evolución del indicador coincidente fue consecuencia de que el indicador de la actividad económica mensual, el de la actividad industrial y el de las importaciones totales, se localizaron en la fase recesiva.
El escenario expuesto por el indicador coincidente “es reflejo de la debilidad existente en la actividad productiva nacional; en el cuarto trimestre de 2013, el producto interno bruto registró un incremento anual de apenas 0.67 por ciento, lo que implicó que fuera la segunda tasa más baja desde el primer trimestre de 2010 y que se ubicara muy por debajo de lo observado en el mismo trimestre de 2012 (3.34 por ciento).
Por su parte, en el último mes de 2013 el indicador adelantado (cuya función es la de anticipar la posible trayectoria del estado general de la economía) retomó una senda recesiva al ubicarse en 99.95 puntos y bajar 0.02 puntos. Con información oportuna para el primer mes de 2014, dicho indicador se situó también en fase de recesión al tener un valor de 99.89 puntos y bajar 0.06 puntos.
Lo anterior, señala el CEFP, como consecuencia de que las exportaciones no petroleras y el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores en términos reales se encontraron en fase recesiva; mientras el tipo de cambio real se posicionó en fase de desaceleración.
Un elemento que destaca el CEFP es el desplome del índice de confianza del consumidor, consecuencia, apunta, de que los consumidores perciben que la situación económica del país está peor en comparación a la registrada hace un año y no anticipan que mejore en el futuro. Así, bajo este escenario, los miembros del hogar no contemplan la posibilidad de adquirir bienes de consumo duraderos, lo que podría incidir en la dinámica del consumo interno. Entre los principales factores que podrían estar explicando el desánimo de los consumidores están: la baja generación de empleos formales, la lenta disminución de la tasa de desocupación, la pérdida del poder adquisitivo del dinero ante el nivel de la inflación y la pausada recuperación de las remesas familiares.
Por otra parte, en el Reporte sobre las Economías Regionales octubre-diciembre 2013, el Banco de México reveló que en ese periodo la actividad económica en las cuatro regiones del país presentó niveles diferenciados. La economía de la región norte registró mayor dinamismo, mientras el resto de las regiones perdieron fortaleza. La generación de empleo formal continuó aumentando, pero perdió dinamismo en gran parte de las regiones. De acuerdo con dicho informe, la inflación general anual repuntó en casi todas las regiones debido a los ajustes en las tarifas de transporte público y al alza en el costo de un número reducido de productos agrícolas.
De hecho, apunta el CEFP, para enero de 2014 la inflación continuó elevándose como reflejo del ajuste en los precios públicos y de las nuevas medidas fiscales; sin embargo, su dinámica se redujo en la primera quincena de febrero. La evidencia sugiere que el impacto de los recientes cambios en precios relativos sobre la inflación será temporal y que hasta ahora el proceso de determinación de precios no se ha visto contaminado. Sin embargo, el marrazo está dado.
Entre los factores internos que podrían reducir el ritmo de crecimiento pronosticado en las economías regionales se encuentran el deterioro de la percepción sobre la seguridad pública; un impulso económico menor al anticipado por lasreformas estructurales; efecto de las medidas fiscales sobre el poder de compra mayor al previsto; menor dinamismo del gasto público en infraestructura, y la ocurrencia de fenómenos meteorológicos adversos. Mientras, por el lado externo se ubica la posibilidad de nuevos episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales.
El CEFP refiere que de acuerdo con la Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado de febrero de 2014, se estima que el PIB reporte un aumento de 3.23 por ciento en el presente año, proporción inferior a la prevista un mes atrás (3.4), mientras para 2015 el pronóstico es de 3.91 por ciento, inferior a la estimación del mes previo (3.94).
Bajo este contexto económico, “el sector privado prevé una mayor generación de empleos formales para el cierre de 2014, pues se considera un aumento anual de 611 mil trabajadores asegurados al IMSS, 4 mil empleos más que en la encuesta pasada. En contraste, para 2015 se anticipa un registro anual de 683 mil plazas nuevas, una reducción de 4 mil puestos de trabajo a lo advertido en el primer mes de 2014. De cualquier forma, en caso de alcanzarse, tal generación de plazas laborales sólo atendería a la mitad de la demanda. La expectativa sobre la tasa oficial de desocupación nacional prácticamente no se mueve.
En lo que se refiere a la perspectiva inflacionaria, la estimación del sector privado para el cierre de 2014 mejoró, al ubicarse en 4.01 por ciento, cifra inferior en 0.08 puntos porcentuales a la de la encuesta pasada.
Las rebanadas del pastel
En la Cámara de Diputados se cocina un atraco más a los trabajadores: el seguro de desempleo, o lo que es lo mismo, el despojo de aquéllos a favor de empresas y dueños de Afore. Se trata del Estado benefactor, pero en riguroso sentido contrario. Entonces, con representantes populares como esos, para qué quieren enemigos.
Twitter: @cafevega

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