miércoles, 16 de julio de 2014

Morena: ¡proeza ciudadana!

Tomás Pliego Calvo
2012/2013.
L
uego de la retorcida elección presidencial y más allá de la indignación que generó la imposición de un peón más de la oligarquía, el júbilo colectivo inundó el espíritu de miles de personas cuando en septiembre de 2012 Manuel López Obrador (como lo llaman en algunas zonas del norte del país) dio a conocer en el Zócalo capitalino la separación de Morena de los tres partidos políticos de izquierda con registro, lanzando la convocatoria para que las y los integrantes de nuestro movimiento, junto con la sociedad civil, eligiéramos a nuestros dirigentes municipales, estatales, nacionales y, a su vez, definiéramos si continuábamos siendo movimiento o nos convertíamos en partido político.
Pasada la emoción primera, a muchas y muchos se nos espantó el sueño. Partir de cero era lo que procedía, sin lugar a dudas, aunque implicaba, como posteriormente lo comprobamos una y otra vez, un esfuerzo sin precedente en circunstancias sumamente adversas.
Tomada la decisión, iniciamos una vez más un largo y difícil proceso con el fin de continuar defendiendo al pueblo y la nación, y obtener el registro como partido político a nivel nacional.
2014: partido político nacional. El 9 de julio de 2014, la institución facultada para ello procedió a otorgar el registro correspondiente. No fue una concesión, favor o gracia del poder fáctico en turno y/o sus aliados, no le pedimos nada a nadie ni aceptamos ofrecimiento alguno; fue el esfuerzo libre, desinteresado y valiente de miles de jóvenes, mujeres y hombres libres lo que hizo posible que cumpliéramos con los requisitos establecidos por la ley.
Hicimos camino andando, aun en contra de los obstáculos que pusieron en nuestra ruta algunos miembros de los partidos políticos con registro, del gobierno federal, de los gobiernos estatales y municipales, así como de la mayoría de los directivos de los medios de comunicación, que un día de la semana nos atacan y calumnian y los otros seis nos censuran.
Avanzamos haciendo retroceder la apatía y el desánimo, que junto con el individualismo y egoísmo de un sector importante de la sociedad constituyen éxitos parciales del sistema político y económico.
A nivel interno, no exentos de errores y fricciones, logramos mantener a raya, e incluso hicimos retroceder, la práctica política sectaria y corporativista, profundamente arraigada en nuestra sociedad, y que en la mayoría de los casos se lleva a cabo de manera inconsciente como consecuencia de una profunda ausencia de cultura política democrática.
Lo logramos a base de promover, impulsar, convocar y practicar de manera constante la organización, disciplina y unidad. Predicamos con el ejemplo, no nos doblamos, no nos asustamos ni vendemos, ni nos entristecemos, y tampoco nos achicamos frente al monstruoso y macabro sistema actual.
Seguiremos como movimiento, aunque ahora como instituto político también le vamos a tener que entrar al escritorio; lo cual implica utilizar una parte (mínima) de nuestros recursos humanos, materiales y financieros en asuntos de carácter meramente burocrático.
Administraremos con absoluta trasparencia y honestidad los recursos públicos que recibiremos por primera vez a partir de agosto. Ningún dirigente de Morena engordará su patrimonio personal ni viajará por el mundo entero a costa de los recursos públicos que se nos asignen.
La diversidad: nuestra columna vertebral. Desde 2013 y lo que va de este año se han afiliado a nuestro movimiento/partido como protagonistas del cambio verdadero: científicos, amas de casa, obreros, académicos, campesinos, maestros, poetas, deportistas, empleados de gobierno, militares, demócratas, liberales, socialistas, comunistas, socialdemócratas, zapatistas, ex panistas, ex priístas, derechistas arrepentidos, católicos, protestantes, cristianos, judíos, mormones, ateos, etcétera.
De la mano de todas y todos ellos mantendremos abiertas las puertas de Morena para que quien desee sumarse lo haga sin necesidad de amigos, familiares o compadrazgos que le den un empujoncito. La principal fuerza de nuestro movimiento/partido radica en su diversidad, alimentada por un férreo deseo y voluntad de cambio.
2015/2018. En 2015 participaremos en el proceso electoral intermedio, teniendo perfectamente claro que Morena no se constituyó para que sus integrantes, mucho menos sus dirigentes, lo utilicen para llegar a curules, regidurías, presidencias municipales o gubernaturas. Será sólo un paso más rumbo a nuestro principal objetivo: la transformación de la vida pública en nuestro país.
Para 2018 anunciamos y convocamos a una lucha tenaz e indeclinable hasta lograr la victoria. Romperemos el molde sembrando conciencia y esperanza, seremos millones de mujeres y hombres que no nos permitimos claudicar, ni perder nuestra voluntad de justicia; ahí en la vanguardia estaremos todas y todos los que queremos un cambio verdadero, consolidándonos como la esperanza de México.

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