(Malas) Campañas en Edomex
Del Mazo, sin fuerza
AMLO infló a Delfina y a Juan
Meade y el plan Xolos
Julio Hernández López
¡ALTO A LA IMPUNIDAD! Comunicadores de varios estados de la República se manifestaron ayer en la plaza Francisco Zarco, en el Ángel de la Independencia y en plazas de Chihuahua, Campeche y Sinaloa para recordar el homicidio del columnista Manuel Buendía, ocurrido hace 33 años, y exigir que se aclaren todos los asesinatos de periodistas, como los de Miroslava Breach y Javier Valdez, corresponsales de La Jornada Foto Jesús Villaseca
L
a peor fue la de Alfredo del Mazo Maza. El lema,
Fuerte y con todo, desentonó con el perfil y las posturas del presunto postulante, falto de la personalidad política, la enjundia oratoria y el manejo de circunstancias que la crisis priísta mexiquense requiere. Del Mazo no pudo superar el triple estigma: nieto e hijo de gobernadores (tufo
dinástico), primo de Enrique Peña Nieto (con toda la carga negativa de éste) y priísta en el peor momento para ser priísta en el estado de México.
A falta de habilidades y estrategias políticas propias, el PRIMazo no pudo crecer ni siquiera por la descarada y delictiva inyección de recursos públicos federales, con secretarios de Estado y altos funcionarios federales y estatales como operadores por demarcaciones. Sus expectativas de triunfo, en todo caso, dependen de la combinación de factores fraudulentos movidos más por el espíritu de supervivencia de una facción mexiquense (y sus aliados de varias partes del país) que por los méritos propios del candidato identificado con las tarjetas rosas (de cartón, sin habilitación tecnológica, condicionadas al triunfo del promovente, muestra rectangular de la fraudulencia de la campaña toda).
Delfina Gómez no tuvo una campaña propia. Fue sustituida en factores clave, declarativos y de convocatoria, por el presidente de su partido, Andrés Manuel López Obrador, en expansiva campaña personal por la Presidencia de la República. Si una campaña debería servir para mostrar a los electores lo que una candidatura contiene y significa, la de la maestra Delfina la exhibió en falta. Antes, en Texcoco, fue movida por el Grupo de Acción Política, dirigido por Higinio Martínez, quien actualmente preside ese municipio; ahora, en busca de gobernar uno de los estados más importantes del país, su dependencia política fue más evidente.
El fuerte rechazo de un segmento de los mexiquenses al PRI y sus pretensiones de continuidad, el imán electoral de López Obrador y una personalidad política ligera permitieron a la maestra Delfina remontar sus carencias y mantenerse como una opción electoral viable, el máximo reto que el priísmo mexiquense ha enfrentado en su historia. Su suerte va más allá de las campañas propias o ajenas y de su valía individual, con la elección presidencial de 2018 como referente y condicionante.
A Juan (Manuel) Zepeda lo hizo crecer Andrés Manuel López Obrador. La suya era una campaña de relleno, pensada para favorecer al patrocinador divisorio, Eruviel Ávila, y al candidato
predestinado, Del Mazo. Zepeda tenía la vista puesta en recompensas menores en la franja territorial de negro y amarillo, y sus estridencias actorales no habrían pasado de la anécdota barrial, tan herido a escala nacional el PRD que en suelo mexiquense sólo aspiraba a no ser arrollado por su hermano dividido, Morena.
Pero llegó el momento de los ultimátums (nunca pegó la adaptación
ultimatos) y Juan Zepeda los aprovechó. Se convirtió en interlocutor directo de un político de talla superior a la suya, López Obrador, y se permitió momentos impensados, que junto a una notable disponibilidad de recursos para movilizaciones y una amable cobertura mediática nacional, lo convirtió en un contendiente que rebasó, al menos en protagonismo, a la panista Josefina Vázquez Mota.
Nada le funcionó a la ex candidata presidencial de 2012, quien mucho se hizo del rogar para aceptar la postulación en el estado de México. Artificial, afectada, hizo campaña bajo el estigma de los más de mil millones de pesos recibidos para apoyar a paisanos en Estados Unidos, como si su especialidad fuera ser derrotada electoralmente para luego ser recompensada en términos económicos por vías alternas. Otro dardo fue el señalamiento, desde áreas del gobierno peñista, de presuntas irregularidades financieras de su padre y hermanos, expediente que apenas este domingo fue desmontado mediante una igualmente extraña exoneración familiar desde la PGR.
Vázquez Mota podría tener, a pesar de todo, una tarea relevante en el futuro inmediato, pues se ha esforzado en denunciar irregularidades en el proceso mexiquense, en específico contra Del Mazo y el PRI. Esa enjundia en busca de tirar el resultado electoral del próximo domingo sería muy útil no contra el priísmo, pero sí en caso de que la victoria sea para Morena. Pasar la decisión a la mesa judicial, más que a las urnas, es una de las posibilidades que analizan los aliados que concurren en operaciones antipeje.
Ayer, en la Ciudad de México, se realizaron dos actos públicos de periodistas. En el monumento a Francisco Zarco, la Casa de los Periodistas recordó, como se hace cada año, el asesinato del columnista Manuel Buendía, sucedido 33 años atrás. Horas más tarde, en el Ángel de la Independencia, hubo otra reunión. En ambos casos se denunció la cadena de agresiones que ha vivido el periodismo mexicano, sobre todo en años recientes, con Miroslava Breach y Javier Valdez como dolorosos puntos de referencia. En las reuniones se habló de la necesidad de impulsar formas de organización nacional de periodistas, con capacidad de reacción política y social inmediata en cuanto a agresiones al gremio. También se busca llegar a propuestas por consenso que puedan ser impulsadas por los poderes Ejecutivo y Legislativo que se constituyan en 2018.
El secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña (a quien, como aquí se ha dicho con mucha anticipación, se le pretende construir un perfil
independiente,
apartidista, para ser candidato presidencial del PRI), dijo ayer a consejeros de BBVA Bancomer que el rendimiento de la economía mexicana es parecido al del equipo de futbol profesional Xoloitzcuintles de Caliente. Con una plantilla de jugadores menos cara que otros competidores, los tijuanenses han tenido mejores resultados, explicó. Los Xolos pertenecen al Grupo Caliente, de Jorge Hank Rhon, así que Meade podría proponer como plan de campaña convertir a México en un casino. ¡Hasta mañana!
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