Ciudad de México. Ni los mercados ni el peso deberían ser sacudidos si el candidato izquierdista a la presidencia de México gana en las elecciones del domingo, como predice la mayoría de los sondeos, ya que los participantes han incorporado ese escenario, dijo un directivo de alto rango del banco central.
El 1 de julio México elegirá al sucesor del presidente Enrique Peña Nieto, en una contienda donde el líder opositor Andrés Manuel López Obrador ha encabezado sostenidamente las intenciones de voto, apoyado principalmente en mensajes contra la corrupción, la inseguridad y la mala gestión económica del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"El candidato puntero... pues lleva siendo puntero prácticamente toda la campaña. Entonces yo sí soy de la impresión que el mercado ya descontó con una alta probabilidad que ese equipo sea el que resulte ganador", dijo Jaime Cortina, director general de Operaciones y Sistemas de Pagos de Banco de México, sin mencionar directamente a López Obrador.
Sin embargo, el directivo de la entidad monetaria aclaró que la necesidad de "ajustes bruscos" en los mercados tras conocerse el resultado también dependerá de cuál sea el mensaje del equipo del candidato respecto a lo que piensan hacer en materia de política macroeconómica.
"Si uno ve lo que los distintos voceros y asesores han venido mencionando, pues parecería que no debería ser ninguna sorpresa. Si ese mensaje se ratifica, (...) si bien a lo mejor podríamos ver algo de volatilidad, algo de movimientos, deberían de ser bastante moderados", agregó Cortina.
Un asesor de alto rango de la campaña de López Obrador dijo el lunes que, de ser elegido presidente, su gobierno buscaría fortalecer el peso aumentando la confianza de los inversores.
Moneda local sufre, pero menos
El peso mexicano se hundió este mes a niveles mínimos en un año y medio, golpeado por la fortaleza del dólar, el estancamiento en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la incertidumbre sobre las elecciones locales.
Sin embargo, a la moneda local le ha ido mejor en 2018 que a algunos de sus pares de mercados emergentes como Argentina, Turquía y Brasil, en medio de una ola de ventas globales desde abril luego de que unos mayores costos de endeudamiento en Estados Unidos disminuyeron el atractivo por los activos más riesgosos.
Cortina lo atribuye principalmente a que México pasó de tener la divisa con menor tasa a ser una de las más altas de los países emergentes, especialmente cuando se analiza con relación a su calificación crediticia.
"Al ser una economía tan abierta, podríamos haber sido más afectados que otros países emergentes (...) Al final del día, lo que nos ha ayudado a protegernos es la postura de la política monetaria y la postura fiscal", comentó Cortina.
El banco central de México elevó su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos a 7.75 por ciento el 21 de junio, en un intento por contrarrestar los efectos del desplome del peso y mantener una tendencia a la baja en la inflación.
La decisión ocurrió después de que la Reserva Federal de Estados Unidos elevó su tasa de referencia y proyectó un ritmo más rápido de alzas en los próximos meses.
La posición relativa de la política monetaria con Estados Unidos es una de las variables que el banco central de México toma en cuenta a la hora de adoptar decisiones de política monetaria y "siempre ha sido un elemento importante", según su directivo.
Al preguntarle si el Banco de México seguiría las alzas futuras de tipos en Estados Unidos con sus propios aumentos de la tasa clave, Cortina dijo que "una cosa es que lo que hace la Reserva Federal sea un elemento que la junta de gobierno toma como información para tomar una posición y otra cosa es que vayamos a replicar uno a uno lo que haga hacia adelante".
"Hemos apretado la política monetaria mucho más agresivamente que la Reserva Federal, por lo que también podría haber un argumento de que ya hemos hecho una buena parte del trabajo". agregó.
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