Rosa E. Vargas, Susana González, Alma Muñoz y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de julio de 2018, p. 2
Miércoles 25 de julio de 2018, p. 2
Puerto Vallarta.
La decisión de Andrés Manuel López Obrador de no asistir a la 13 cumbre de la Alianza del Pacífico (AP), al carecer todavía, según su argumento, de la constancia de presidente electo, modificó agendas y expectativas de mandatarios y delegaciones.
Empero, los integrantes del futuro gabinete que fueron enviados al encuentro tuvieron gran actividad, particularmente los futuros secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Economía, Graciela Márquez Colín, quienes adelantaron algunas posiciones de política internacional y comercial que impulsará la próxima administración. En este sentido, el ex jefe de gobierno de Ciudad de México, quien durante los trabajos de la cumbre estuvo sentado atrás de Luis Videgaray, destacó que es muy importante la relación y el acercamiento con América Latina y el Caribe.
López Obrador se convirtió en el gran ausente. Era con quien esperaban reunirse los presidentes de la AP y del Mercosur. Trascendió, por ejemplo, que en la agenda original del gobernante de Chile, Sebastián Piñera, se tenía previsto un encuentro con el ganador de los comicios presidenciales, pero que tras su anuncio de no venir a Puerto Vallarta se comunicó telefónicamente con él y lo invitó a visitar su país.
Gran socio
Más tarde, Piñera reveló que tras la llamada le quedó la impresión de que López Obrador será
un gran socio y un gran aporte a la Alianza del Pacífico.
Por la mañana, el canciller chileno, Roberto Ampuero Espinoza, y Ebrard conversaron sobre los vínculos diplomáticos y económicos de larga tradición entre los dos países, así como respecto del potencial que puede explorarse en el futuro.
Sobre la AP, el ex jefe del gobierno capitalino refirió que ese mecanismo comercial seguirá siendo importante para la articulación regional. Por tanto,
vamos a seguir trabajando.
El político sudamericano dijo que conversaron respecto de si con el nuevo gobierno México se mantendrá en el Grupo de Lima, creado el año pasado para dar seguimiento y buscar una salida a la conflictiva política de Venezuela, y que Ebrard habría ratificado la intención de mantenerse en ese mecanismo regional, si bien no abordaron en detalle la situación venezolana.
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