Sexenio del empleo… precario // Aumenta desocupación en junio
Carlos Fernández-Vega
P
ara efectos estadísticos el sexenio peñanietista será registrado como el de mayor generación de plazas laborales en el sector formal de la economía, aunque al mismo tiempo aparecerá como el de menor calidad de esas mismas fuentes, dada su creciente precarización.
En números cerrados, de diciembre de 2012 a junio de 2018, la estadística oficial reconoce la creación de 3 millones 600 mil puestos de trabajo en el sector formal, lo que sin duda constituye un récord desde que se tiene registro en este renglón. Sin embargo, el grueso de esos empleos paga entre uno y dos salarios mínimos, lo que ni lejanamente contribuye a reducir el nivel de pobreza imperante en el país.
Cuando Peña Nieto se instaló en Los Pinos la tasa oficial de desocupación en el país era de 5.05 por ciento de la población económicamente activa; al cierre de junio de 2018 tal indicador se redujo a 3.4, lo que a simple vista constituye un muy buen resultado para un sexenio, el de EPN, que brilló por la ausencia de ellos.
Sin embargo, la calidad de las plazas laborales generadas deja muchísimo que desear, puesto que se incrementó el número de aquellas que pagan los peores salarios y se redujeron las de mejores sueldos. Así, en el sexenio creció la oferta de empleo formal, pero con una calidad permanente deteriorada.
El Inegi informó que en junio de 2018 la tasa oficial de desocupación se ubicó en 3.4 por ciento de la población económicamente activa, superior al 3.2 por ciento reportado en mayo.
La población ocupada por sector de actividad, de acuerdo con el detalle ofrecido por el Inegi, se distribuyó de la siguiente manera: servicios concentró 42.7 por ciento del total; comercio, 18.8; industria manufacturera, 16.7; actividades agropecuarias, 12.2; construcción, 8.1; otras actividades económicas (que incluyen minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.7, y no especificó su actividad el restante 0.7 por ciento.
La población ocupada representó 96.6 por ciento de la PEA, y de ese total 68.7 por ciento es trabajador subordinado y remunerado, 22.2 por ciento labora de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados, 4.3 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares,contribuyendo de manera directa a los procesos productivos, pero sin un acuerdo de remuneración monetaria, y finalmente 4.8 por ciento son patrones o empleadores.
Por otra parte, el Inegi detalla que la tasa de informalidad laboral (proporción de la población ocupada que es laboralmente vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por sufuente de trabajo) fue de 56.9 por ciento en el sexto mes de 2018, mismo porcentaje al reportado en mayo pasado, y mayor en 0.2 puntos respecto al de junio de 2017.
Además, la tasa de ocupación en el sector informal (que se refiere a la proporción de la población ocupada en unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa), representó 27.3 por ciento en junio del año en curso, proporción superior a la observada en el mes previo que fue de 27 por ciento, y registró un aumento de 0.4 puntos frente a la de igual mes del año pasado.
Por último, el Inegi revela que en junio de 2018 en 23 estados de la República se redujo la tasa oficial de desocupación, mientras se incrementó en los nueve restantes. Tabasco reportó la mayor, con 6.4 por ciento, casi el doble del promedio nacional, y la CDMX ocupó la segunda posición, con 5.1.
Las rebanadas del pastel
SE mantiene la luna de miel: ayer, el tipo de cambio máximo al menudeo fue 19.01 pesos por uno (Bancomer), aunque en algunas instituciones el billete verde se ofreció a 18.85.
Twitter: @cafevega
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