miércoles, 9 de septiembre de 2020

Astillero


¿Qué hacer con México Libre? // Dividiría voto opositor // PAN abre puertas a FyM // Madero, de verdugo a anfitrión

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▲ CAUSAN MÁS DESTROZOS EN LA CNDH. Trabajadores de la CNDH intentan a marchas forzadas rescatar los archivos de ese organismo que lanzaron a la calle integrantes de grupos feministas que mantienen tomada la sede del organismo.Foto Roberto García Ortiz
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n términos tácticos le sería más favorable al morenamlismo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) contraviniera al Instituto Nacional Electoral (INE) y diera registro al proyecto de partido denominado México Libre. Para efectos netamente comiciales, la llamada Cuarta Transformación y sus candidatos en busca de cargos públicos en 2021 tendrían mejores expectativas de triunfo si la oposición llegara dividida a las urnas, así fuera poca la resta que hiciera el grupo encabezado por Felipe Calderón y Margarita Zavala.

Con registro otorgado en la segunda y definitiva instancia por el TEPJF, el felimargarismo tendría que ir en solitario a las elecciones del año en puerta, pues la ley obliga a que las organizaciones debutantes se ganen por sí mismas su lugar, sin hacer alianza con ningún otro partido, a sabiendas de que si no alcanzaran el 3 por ciento de la votación relacionada con los poderes Ejecutivo o Legislativo se les cancelaría el registro.

Así fue el primer asomo formal de Morena a las boletas en las elecciones intermedias de junio de 2015, cuando logró un porcentaje nacional de votos de 8.37, con un reparto disparejo de su fuerza en los estados, una presencia consolidada en la Ciudad de México y un resultado final que le significó ser la cuarta fuerza electoral del país, ya en un proceso de crecimiento nacional que fue desfondando al PRD y que tres años después le llevaría a una victoria arrolladora no sólo por cuanto a la Presidencia de la República.

Pareciera difícil que México Libre, en caso de que el tribunal le otorgara registro, superara la hazaña de Morena, pero también parecería difícil que no consiguiera cuando menos el 3 por ciento básico para no perder el registro. Los votos que consiguiera serían sustraídos al paquete opositor que en un porcentaje de distritos federales y de elecciones locales pretenden armar PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano (aunque el coordinador nacional de este partido, el alfarista Clemente Castañeda, ha asegurado que MC no hará ninguna alianza, declaración que más adelante podría ser corregida). En el porcentaje, mayoritario, de distritos federales y elecciones locales en que los partidos vayan sin alianzas, México Libre afectaría en particular la cosecha de votos del panismo.

Bajo esa visión práctica, en Acción Nacional están deseosos de que no se otorgue el registro a México Libre y ya hay voces que hablan de reconciliación y reintegración de Calderón, Zavala y sus seguidores. Gustavo Madero, actual senador y aspirante a gobernar Chihuahua, ha dicho que él mismo pondría tapete rojo a la pareja mexicolibrista para que regrese al PAN.

Lo irónico es que Madero fue el político que marcó el declive de Calderón. Sucedió justo cuando el entonces ocupante de Los Pinos debería haber estado en la fase que el priísta Fidel Herrera Beltrán definió para sí mismo desde Veracruz: en la plenitud del pinche poder. Sin embargo, Calderón no pudo repetir lo que había hecho al imponer como dirigentes del PAN, en diferentes momentos, a Germán Martínez Cázares y a César Nava Vázquez. Cuando intentó colocar en diciembre de 2010 a otro secretario particular, Roberto Gil Zuarth, como presidente del partido, Madero le ganó y desde entonces Calderón no pudo hacer candidato presidencial en 2012 a Ernesto Cordero y la cuota de candidaturas y cargos para el calderonismo fue disminuyendo de manera progresiva, hasta que hubo de dejar Acción Nacional.

Cuando el tribunal electoral federal decida si confirma o rechaza la decisión inicial del INE respecto a México Libre, habrá de verse si los opositores al obradorismo contarán con un aliado al que las circunstancias llevarían de regreso al redil antes repudiado o ese partido restituido termina dividiendo el voto opositor. Si el estimado lector de estas líneas fuera el estratega con poder de decisión, ¿cuál decisión tomaría? ¡Hasta mañana!

Twitter: @julioastillero

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