lunes, 8 de diciembre de 2014

Justicia e igualdad, caminos de México para hacer frente a la crisis: José Mujica

Los únicos derrotados son los que dejan de luchar, afirma el presidente uruguayo

La guerra contra el narcotráfico obliga a revisar todo; el camino seguido no ha resultado
Ericka Montaño Garfias
Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 8 de diciembre de 2014, p. 10
Guadalajara, Jal.
Los únicos derrotados son los que dejan de luchar, afirmó el presidente de Uruguay, José Mujica, al terminar una breve visita a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde habló sobre la situación de su país en materia de drogas, violencia y lo que será su vida una vez que concluya su mandato, es decir, en tres meses.
Faltaban unos minutos para terminar la charla que sostuvo con el periodista Ricardo Rocha. Decía Mujica que ya estaba extrañando a su perrita de tres patas, a su esposa y su rancho, cuando se escuchó el grito de una mujer: ¡Aquí estamos extrañando a 43! A lo cual el mandatario respondió: Búsquelos dentro de su corazón. El día que los encuentren tendrá muchos otros que están olvidados.
Poco antes señaló que, ante la crítica situación que viven México y otros países, existen dos caminos: el de la justicia y el de la igualdad. “De la justicia esa que llamamos de los hombres, un camino de la investigación policial que a la corta o a la larga lo va a encontrar, porque México es una sociedad relativamente moderna y muchísima gente tiene sentido de responsabilidad, pero hay otra que va más allá de esto, que es la cuestión de la igualdad y la de un país más equitativo, problema que tienen éste y todas las naciones latinoamericanas y que no debemos eludir.
“Si por un lado hay que aclarar y ver a los responsables y las distintas responsabilidades, la condición que hace posible eso es la equidad. Tampoco nos podemos refugiar en que esto no lo aclaramos con el pretexto de que el día que arreglemos la utopía de la igualdad estas cosas ya no van a pasar.
No es tan idealista la cosa. A Dios rogando y con el mazo dando. Esto hay que aclararlo, pero nunca será definitivo si tenemos una sociedad tan desigual. No es problema de México, sino de todos los latinoamericanos. Esto hay que entenderlo. Siempre va a haber un margen de cosas inexplicables, pero de todas maneras tenemos que apostar a ser algún día parecidos en el reparto, en la equidad, a países como Suecia, Noruega, Dinamarca o Nueva Zelanda, que tienen problemas, pero Dios me libre al lado de los que tenemos nosotros.
José Mujica, quien el sábado recibió la presea Corazón de León de la Federación de Estudiantes Universitarios, señaló que vivimos en el continente más injusto que existe. Probablemente el más rico, pero el que distribuye peor. Como consecuencia de ese pésimo reparto hay conflictos sociales y violencia. Somos el continente más violento. Esa es una realidad tangible.
Uruguay es una excepción relativa. Lo que trajo el crecimiento del narcotráfico en toda América “es que la metodología es plata o plomo, y eso cunde o va más allá del narcotráfico. Se convierte en una epidemia que corre por debajo, en la sociedad, y la sociología no se da cuenta. Aparece el sicariato, que multiplica la muerte a pedido, como ajuste de cuentas. Las cuentas se arreglan con balazos de la rodilla hacia arriba o hacia abajo, según convenga.
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José Mujica, mandatario de Uruguay, al concluir su visita a la feria de GuadalajaraFoto Arturo Campos Cedillo
“No queremos ver intelectualmente que tenemos una guerra sorda, declarada, que estamos perdiendo, porque no se puede convertir con héroes largamente en guerras policiales, porque lo que nos contestan es: o agarras plata, o amenazo a la familia, o colaboras, o te amago. Quienes trabajan en el Estado no son héroes, son seres comunes de carne y hueso. Ante esa disyuntiva, se van ubicando y la debilidad de nuestros mecanismos se expresa por eso. Me dijo un militar en Uruguay: ‘nunca nos vayan a meter en la cuestión del narcotráfico, porque lo que ningún ejército del mundo resiste son los granadazos de 100 dólares.
México no es culpable. Ello está pasando en todos lados. La culpa de México es que vive al lado del gran mercado, el negocio está en Estados Unidos, y ustedes ponen todo el costo y la lana se queda en otro lado. No se desgarren como sociedad. Esta es una batalla que nos obliga a revisar todo, porque hemos llevado un camino que no ha resultado.
Por eso el experimento que ahora se hace en Uruguay respecto de las drogas: regularizó la producción, distribución y consumo de la mariguana. “Hay que combatir el prejuicio conservador que quiere tapar las culpas escondiéndolas, poniéndolas abajo de la alfombra. Peor que la droga, que es un veneno, es el narcotráfico, porque envenena al Estado, a la sociedad. Todo.
El flagelo no se combate a puros garrotazos
“Es un tema polémico, pero al fin y al cabo no vamos a recular. El asunto hay que ponerlo sobre la mesa en este continente, que enfrenta las consecuencias más crudas (…) Vale la pena que públicamente estas cosas las discutamos y no nos matemos. No vamos a combatir este flagelo a puros garrotazos.
México no se va a pulverizar por esto, porque tiene el tesoro de su pueblo, tradición y cultura. No quiero que estén de acuerdo. Les pido que piensen, nada más.
Aconsejó a los jóvenes:
Como veterano, como viejo, un pequeño consejo al cual no le van a dar pelota, que entre por un oído: la vida nos puede hace muchas trampas, porrazos. Podemos perder mil veces en el laburo (trabajo), en el amor, en la lucha social, pero siempre, si buscamos, tenemos fuerza para volvernos a levantar y empezar. Lo más lindo del día es que amanece. Siempre está amaneciendo después de que pasó la noche. No lo olviden, muchachos, y recuerden que los únicos derrotados son los que dejan de luchar.

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