México (17 por 1), sin defensa
Devaluación política
Chávez:
Encopetada familia
Mancera Karam y su
verdad
Julio Hernández López
"EN POLÍTICA NADIE SE JUBILA". Manlio Fabio Beltrones Rivera rindió protesta como presidente nacional del PRI y Carolina Monroy del Mazo como secretaria general, en una ceremonia en la que fue acompañado por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, en el auditorio Plutarco Elías Calles Foto Cristina Rodríguez
E
l arribo del peso a la depreciación de necesitar 17 unidades para adquirir un dólar tiene amplias explicaciones de índole técnica, sobre todo relacionadas con circunstancias internacionales. Pero no es solamente la turbulencia económica lo que tiene a la mayoría de los mexicanos con una sensación de fundada angustia.
Hay algo más, que rebasa el ámbito netamente económico: es la convicción de que, en los peores momentos, México está en las peores condiciones institucionales, políticas y sociales para enfrentarlos. No hay un gobierno con fuerza, espíritu, moralidad y estrategia para conducir con pericia y respetabilidad la nave nacional en tiempo de tormentas anunciadas. Todo lo contrario: en las alturas impera la rapiña, la riqueza nacional está en subasta, la defensa del interés patrio es considerada por altos funcionarios una antigualla, y la frivolidad, las pifias y el abandono son percibidos claramente por la población que se sabe en peligro.
Cierto es que el mundo entero vive turbulencias derivadas de factores que se pueden ubicar en China, Grecia (donde ayer el primer ministro, Alexis Tsipras, presentó su renuncia) y Estados Unidos (de donde se espera un aumento a las tasas de interés que mucho impactarán a economías como la nuestra), pero en México el coctel foráneo es agravado en sus consecuencias por la manera en que se gobierna o desgobierna, entregada la administración pública a la preservación de los privilegios de las élites de siempre, dedicada la clase política a la satisfacción de sus propios intereses voraces, abiertas las puertas a la salvaje depredación de compañías internacionales, convertido el erario en fuente de ganancias descomunales para cuentas privadas de políticos y empresarios.
En ese contexto son cada vez más sombrías las expectativas: una tendencia que hace temer el arribo del billete de veinte pesos mexicanos al canje por un dólar, estimaciones de crecimiento económico sostenidamente a la baja, la Bolsa Mexicana de Valores perdiendo ayer las ganancias de todo el año, precio internacional del petróleo a la baja y pretensión peñista de un rediseño presupuestal desde base cero que en los hechos significará la cancelación o drástica reducción de partidas tradicionalmente dirigidas a la ayuda de sectores empobrecidos o necesitados de auxilio o estímulos económicos.
Ante esa crisis en evolución no hay mecanismos legítimos de defensa del interés social. La representación política derivada de la emisión de votos está terriblemente devaluada, producto como ha sido, en gran parte, de actos de corrupción en campañas y su expresión en las urnas. Los problemas se acumulan y no hay respuesta institucional posible porque en la élite gobernante predominan los intereses corporativos, facciosos e incluso mafiosos. Nave abandonada mientras los capitanes discuten por la venta del timón y el reparto de las ganancias.
El historiador experto en redes familiares mexicanas Óscar G. Chávez (@anticuaeguiara, en Twitter) abordó en La Jornada San Luis el caso de Carolina Monroy del Mazo, quien ha sido colocada como candado de Peña Nieto y el grupo Atlacomulco a Manlio Fabio Beltrones en el PRI. El análisis va desde el inicio de
la historia dinástica, en la década de los cuarenta del siglo XIX en La Encina, Cantabria, España, con el matrimonio de José del Mazo Gutiérrez y Jerónima Conde Anuarve, hasta los tiempos actuales, con Carolina que es sobrina de Alfredo Hilario Isidro del Mazo González, ex gobernador del estado de México y también pariente del propio Enrique Peña Nieto (“Pedro del Mazo Villasante, hermano de Manuel, casó con su cuñada Dolores Vélez Díaz; una de sus hijas, Dolores, contrajo matrimonio con Arturo Peña Arcos, nacido también en Acambay hacia 1908; de este matrimonio fue hijo Gilberto Enrique Peña del Mazo (1937-2005), padre del actual presidente de México).
Chávez (d)escribió también que “Carolina Monroy del Mazo es esposa del todopoderoso y puntual –por aquello de sus relojes– subsecretario de Desarrollo Social, Ernesto Javier Nemer Álvarez. Y es sobrina, también, de Aurora Alcántara Rojas, segunda esposa de José Murat. Agreguemos a Alfredo del Mazo Maza, hijo de Del Mazo González, quien se desempeñó como director general de Banobras, y –hoy sabemos– será el próximo líder de la bancada mexiquense en la cámara baja federal. Y a propósito de esta familia, no olvidemos a Luis Alfonso Maza Urueta, cuñado de Alfredo Sr., quien ocupó la administración general de Oceanografía con un sueldo superior a 600 mil pesos mensuales. Ya fuera de la jugada, aunque aún protegido por la impunidad que proporciona la familia, se encuentra Arturo Montiel Rojas –el tantas veces negado tío, sobre el que Peña Nieto mandara investigar para demostrar la ausencia parental–; tío abuelo en tercer grado del presidente, por descendencia común de José Vicente Montiel y Soledad Reyes” (http://goo.gl/BAx7pt).
Astillas
Ahora la procuraduría de justicia del Distrito Federal ha filtrado el expediente de las declaraciones del único detenido por el multihomicidio sucedido en la colonia Narvarte. La espiral de descalificaciones, montada desde las primeras horas en que tal procuraduría tomó el asunto, alcanzó ayer niveles prostibularios, pues, según las versiones difundidas extraoficialmente por las autoridades, el viene-viene y el malabarista aún prófugos habrían ido al departamento de la calle Luz Saviñón a una sesión de sexo por pago con una modelo colombiana y luego, en circunstancias aún no esclarecidas, el encuentro se habría tornado en golpes, torturas, violación y asesinatos. Así va la
verdad históricaque promueve Miguel Ángel Mancera Karam…
“No me voy a ocupar de ese aprendiz de mafioso, Ricardo Anaya, y el otro es un mafioso, Beltrones, como Don Corleone”, dijo Andrés Manuel López Obrador en Aguascalientes respecto de las críticas que le han hecho los nuevos dirigentes del PAN y el PRI… ¡Hasta el próximo lunes!
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