viernes, 28 de agosto de 2015

México SA

Cambios para no cambiar
El ministro inamovible
Gabinete: fichas quemadas
Carlos Fernández-Vega
P
ara mover a México el inquilino de Los Pinos recurrió al viejo truco de modificar todo para no alterar nada, pues cree que con el reacomodo (o permuta, si se prefiere) de las mismas fichas quemadas el problema se resuelve. Y en este sentido de nueva cuenta perdió la oportunidad de corregir y hacer algo positivo, ya que ni lejanamente consideró uno de los cambios reales más urgentes para el país, es decir, la remoción del ministro del (d) daño, quien se ha convertido en un verdadero lastre para el desarrollo nacional.
Ninguno de los integrantes del gabinetazo peñanietista ha brillado, salvo por sus excesos y resbalones a lo largo de la primera mitad de la actual administración. A tres años de distancia, ni uno solo registra los buenos resultados tangibles ofrecidos por el inquilino de Los Pinos en el arranque sexenal. Eso sí, todos le salen debiendo al país, y en qué proporción, pero si de adeudo se trata Luis Videgaray no tiene parangón.
El virrey de Malinalco se queda, pero el inquilino de Los Pinos decidió mover a Rosario Robles, quien no dio una en lo que el gobierno denomina política social, a menos que 3.5 millones adicionales de pobres por ingreso sea un buen resultado tangible. Entonces, ¿qué puede esperarse de esta señora en su nueva chamba? ¿Por el simple cambio de oficina mejorará su actuación? Es previsible que lo que hizo muy mal en Sedesol ahora lo haga en la Sedatu. Y lo mismo se aplica para el resto de las fichas.
¿Qué gracia tiene Enrique de la Madrid –El principito– para ocupar la Secretaría de Turismo? Ser hijo de un ex presidente de la República, y es previsible que lo haga igual de mal que en Bancomext. ¿Cuál es la de Aurelio Nuño para despachar en la oficina principal de la Secretaría de Educación Pública? Pertenecer al primer círculo del inquilino de Los Pinos. Ahora desde la SEP refrendará que no vamos a ceder aunque la plaza pública pida sangre y espectáculo.
Con el arribo de Claudia Ruiz Massieu ¿se modificará la política exterior, o ésta se guiará por principios turísticos? Por el contrario, José Antonio Meade ¿aplicará la Doctrina Estrada en su nueva chamba como titular de Desarrollo Social? ¿El nuevo secretario de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, dejará de cubrirle las espaldas al tóxico barón Germán Larrea y meterá al orden a los corporativos mineros?
Claro queda, pues, que lo mero importante quedó tal cual. Entonces al final de cuentas, ¿qué es lo que Peña Nieto cambió con los cambios?
En vía de mientras, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) subraya que los resultados económicos obligan al replanteamiento de las estrategias a seguir para revertir la debilidad del aparato productivo, que ha mermado la capacidad de producción durante las últimas tres décadas. Si bien el escaso desempeño de la economía nacional se encuentra inmerso en un contexto internacional delicado y vulnerable, la historia económica muestra que los resultados no han sido distintos durante los últimos 30 años.
Atribuir la debilidad estructural de la economía mexicana a la coyunturainternacional sería irresponsable, implicaría que el problema de fondo es un modelo económico que ha limitado la capacidad de ejecución de la política económica nacional, restando soberanía para la toma de decisiones que permitan alcanzar un mejor entorno de negocios y por lo tanto supedite los objetivos propuestos de crecimiento y desarrollo nacionales.
La coyuntura económica de México –que se prolonga por más de 30 años–revela un cuestionamiento fundamental sobre las reformas estructurales y el verdadero alcance de las mismas. La reactivación económica del país no puede postergarse, los resultados sociales en términos de pobreza, informalidad, violencia y precariedad del empleo generan un entorno de negocios poco propicio para las empresas y la atracción de inversión nacional y extranjera productiva.
El IDIC insiste en que el crecimiento (ausente desde la llegada de la tecnocracia a Los Pinos) es el único camino para generar desarrollo económico y social en México, por lo que se requiere una reactivación del aparato productivo nacional, de tal suerte que es urgente la implementación de un programa especial de reactivación industrial, que incluya, en términos generales los siguientes aspectos:
Evitar más recortes al gasto de inversión física: en el informe de finanzas públicas se presentó un crecimiento de sólo 5.7 por ciento en el gasto de capital, lo que significó 30 mil millones de pesos adicionales, donde la inversión física sólo implicó 10 mil 800 millones más, mientras la inversión financiera fue de 19 mil 300 millones extra, en términos reales, entre enero y mayo de 2015. En contraste, durante el mismo periodo el aumento del gasto corriente fue de 7.9 por ciento, es decir, 115 mil 500 millones adicionales.
Impulsar la implementación del Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018, que promueva el sector de la construcción y los encadenamientos productivos relacionados con el mismo. Crear un programa de contenido nacional en infraestructura que impulse la industria nacional, similar a los promovidos en Estados Unidos, es decir, aquellos que favorecen la compra de bienes producidos en ese país, por empresas estadunidenses que utilizan insumos manufacturados en su propio país.
Utilizar el desarrollo del sector energético y elevar el contenido nacional en el mismo. La ventaja que ofrece este sector es que no existen restricciones legales, en términos de acuerdos internacionales, que impidan el fomento económico. Elevar el contenido nacional en las compras de gobierno en general. Eliminar la competencia desleal que enfrenta la industria mexicana. Incluir incentivos fiscales a la inversión productiva en la presentación del paquete económico 2016. Realizar la detección de sectores industriales capaces de acelerar el crecimiento económico de México de manera amplia, garantizando que los beneficios tengan la mayor cobertura posible. Ello, y más, porque México debe recuperar su capacidad de producción interna, pues es la única manera de evitar que la desaceleración económica se profundice durante el cierre de 2015 y el primer semestre de 2016.
Las rebanadas del pastel
Y mientras el billete verde ayer se vendió a 17.10 bilimbiques y el precio del barril mexicano de exportación se mantiene en el suelo, va un fuerte abrazo a la dueña de mi sistema cardiaco, nervioso y financiero por la velita número 17. ¡Salud!
Twitter: @cafevega

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