EPN-Videgaray: 4-0
¿Futuro promisorio?
Ofertas incumplidas
Carlos Fernández-Vega
C
ercano ya el comienzo formal de su quinto año de estancia en Los Pinos, el gobierno peñanietista canceló cualquier posibilidad de honrar su palabra (el
futuro promisorioofrecido a los mexicanos aquel primero de diciembre de 2012), y a estas alturas lo único que puede prometer –con todas las reservas del caso– es un
escenario conservadoren materia económica, con ganas de empeorar.
La realidad, siempre cruel y cabrona, permanentemente le ha pasado la factura al alegre equipo de tecnócratas que aseguraba
saber gobernar, y de aquel
futuro promisoriono queda siquiera el discurso. En tres semanas más, el presidente Peña Nieto entregará al Congreso su paquete económico para 2017 –el número cinco desde que se instaló en la residencia oficial–, y desde ahora la lectura es que si la situación es actualmente mala, el próximo año será peor.
A estas alturas el marcador es por goliza, 4-0 (cuatro años de gobierno, cero logros), y de este balance no puede zafarse el
ministro del (d) año, Luis Videgaray, quien ayer en Monterrey adelantó que el de 2017
será un presupuesto de egresos que parta de un escenario conservador en materia de precios de petróleo, tasas de interés y crecimiento económico; creemos que, dados los riesgos que representa la economía internacional, debemos ser muy prudentes(léase: vamos directo al 5-0).
Por ley, el gobierno federal está obligado a entregar su paquete económico (Criterios de Política Económica, propuesta de Ley de Ingresos, Miscelánea fiscal, Presupuesto de Egresos de la Federación) al Congreso a más tardar el 8 de septiembre, y en este contexto el
ministroreconoció que en esa fecha se conocerán en detalle
ajustesy
recortesque
pudiera haberpara el próximo año (5-0, pues).
Así, de aquel entusiasta mensaje original (
serenos mexicanos, que con las reformas estructurales de inmediato nos vamos al primer mundo), el desinflado gobierno peñanietista ahora no puede más que ofrecer
un escenario conservador, con todo y
reformas estructurales.
Cómo olvidar el arranque sexenal, cuando, además del siempre alegre discurso del inquilino de Los Pinos, destacaban las presentaciones de Luis Videgaray, quien se pavoneaba:
es innegable que hay un gran optimismo en torno al futuro de México, pero también, como dijo el presidente Enrique Peña Nieto, éste es apenas el principio, y los mexicanos tenemos ahora la oportunidad de, con nuestro trabajo, con nuestra capacidad, construir los cambios que México necesita y merece construir un mejor futuro(10 de enero de 2013).
Un día sí y el siguiente repetía el numerito, con un añadido en cada ocasión. Incluso llegó a decir que México
se distingue como un país con un futuro promisorio(21 de marzo 2013), por las
reformas que se requiereny
los cambios en la política económica que reclama el mayor crecimiento, y que estén a la altura de la oportunidad que sin duda tenemos por nuestras características geográficas, de recursos materiales, de recursos humanos y de recursos naturales.
Pero el
futuro promisoriodevino
escenario conservador, y cuatro años después el gobierno peñanietista registra uno de los peores resultados en materia económica de las últimas tres décadas. De hecho, si sus promesas se hubieran hecho realidad la economía nacional estaría creciendo a una tasa anual promedio de 3.7 por ciento, la cual es insuficiente para dejar atrás el letargo, pero sin duda es muchísimo mejor que la hasta ahora registrada (1.9 por ciento como promedio anual).
Lo cierto es que
el ministroy sus muchachos no han dado una, especialmente en materia de pronósticos. Para el primer año de gobierno peñanietista estimó un crecimiento de 3.5 por ciento porque, decía,
hay certezaen la economía nacional, especialmente
en un momento en que prevalecen un grado elevado de incertidumbre y riesgos en el entorno económico internacional.
Además, prometía
una agenda integral de diez medidas para incrementar la capacidad de crecimiento de la economía mexicana, de forma que se pueda acelerar la tarea de aumentar el bienestar de los mexicanos y de abatir la pobreza. ¿Qué sucedió? La economía
creció1.1 por ciento.
El paquete económico para 2014 incluyó
una reforma fiscal sin precedentey el compromiso de
evitar recortes en el gasto público, contraproducentes para la actividad económica. Por el contrario,
el gobierno propone el programa para la aceleración económicay, por lo mismo,
el crecimiento económico se estima en 3.9 por ciento, considerando el efecto de las reformas estructurales. ¿Resultado? 2.1 por ciento de
crecimiento, con todas las
reformasaprobadas por el Legislativo.
Para 2015 aquella promesa de
evitar recortes en el gasto públicoterminó en el bote de la basura (de hecho, a estas alturas el
ministroacumula cuatro tijeretazos (tres practicados, uno anunciado para 2017), al igual que los precios petroleros, algo que en su proyección económica nunca consideró. ¿Resultado? 2.5 por ciento de
crecimiento, aunque culpó del fracaso a
temas coyunturales, como
un invierno atípicamente frío que enfrentó Estados Unidos, y
la insuficiente demanda agregada en la zona del euro. Internamente, según él, todo marchaba de maravilla. Comprometió una tasa de crecimiento de 3.7 por ciento, pero en los hechos a duras penas llegó a 2.5 por ciento.
Ya para 2016 ofreció un
presupuesto base cero, que reordenaría el gasto público, aunque en los hechos ni uno ni otro. En su lugar se dedicó a recortar y recortar, con todo y que un par de años atrás advirtió sobre
lo contraproducenteque resultaba esa decisión para la actividad económica. Comprometió una tasa de crecimiento de 2.6 a 3.6 por ciento, y si bien va rondará 2 por ciento.
Para 2017, además del recorte presupuestal ya anunciado, el
ministroadelanta que el
escenario es conservadory reconoce que el horno no está para bollos. Ante este panorama habrá que ver qué dice Peña Nieto en su próximo
Informe de gobiernoy cómo justifica Videgaray las pérdidas (una sobre otra).
Y después se quejan, porque las encuestas los ubican en el suelo, al tiempo que dicen no entender por qué los mexicanos están de
mal humor.
Las rebanadas del pastel
Se aproxima el cuarto Informe peñanietista, y como por arte de magia el tipo de cambio del peso frente al dólar se encuentra por debajo de las 19 unidades. ¿Será que la
volatilidadmenguó o que, como se acostumbra, en Los Pinos politizaron la paridad de la divisa nacional con fines propagandísticos? ¿Usted qué cree?
Twitter: @cafe-vega
D.R.: cfvmexico_sa@hotmail.com
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