martes, 18 de julio de 2017

Ciudad Perdida

Elecciones 2018
La guerra ya comenzó
Parar la violencia
Miguel Ángel Velázquez
S
e quiera o no, las calles de la Ciudad de México habrán de convertirse, dentro de muy poco, en escenario de los combates políticos –a veces hasta físicos–, que entrañan la guerra por el poder.
El domingo que recién pasó nos ofreció una muestra de las acciones que pueden repetirse calle por calle, y de la peligrosidad que eso significa para la paz pública en la capital, si antes no actúan las autoridades electorales y ponen fin al accionar violento y a las provocaciones que engendran odios que más tarde se convierten en las razones de esa misma violencia.
Para nadie es desconocido que ciertos delegados políticos consideran a las demarcaciones que gobiernan como territorios temporalmente suyos, y que nada de lo que suceda dentro de sus fronteras les sea ajeno.
La delegación Iztacalco, la más pequeña de la ciudad por su territorio, pero la más densamente poblada por kilómetro cuadrado, es una de las que utilizan con mayor frecuencia la fuerza para terminar con los conflictos que enfrenta, y tal vez, al considerar que las campañas políticas de quienes no son parte de sus tribus son un conflicto, las atacan de diferentes maneras.
Morena en la Ciudad de México ha organizado una serie de foros que se llamanHablemos de la ciudad, donde la ponente principal es la delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum. Tocó el domingo a Iztacalco ser el escenario del foro que se llevaría a efecto en la avenida Javier Rojo Gómez y la calle Sur 16, en la colonia Agrícola Oriental, pero sin mayor aviso allí se montó una feria que impedía que se efectuara la plática, así que ese acto se traslado a un costado de la dirección prevista. Cuando se iniciaba le charla, desde un lugar muy cercano se activó un aparato desde donde salía convertida en ruido una pieza musical que dejaba inaudibles las palabras de quienes participaban en el foro.
Eso no bastó. De pronto, una mujer trepó al templete del foro y arrebató el micrófono desde donde se pretendía hacer que la audiencia escuchara al ponente. El foro se suspendió y el asunto no pasó de algunos jaloneos. Quienes conocen a los personajes violentos de la delegación aseguran que la provocación la armaron algunos tianguistas apoyados por la administración del delegado Carlos Estrada.
Puede ser que en otras ocasiones, y en actos parecidos, no se hubieran presentado este tipo de problemas, y eso, nos cuentan, es porque los personajes que han pasado por la delegación resultan afines a las ideas y los intereses de los gobernantes de Iztacalco, que si bien ahora pueden incluso pertenecer a banderas contrarias a las que defienden los gobernantes de la delegación, no están tan lejanos, e incluso podrían convertirse en miembros de la tribu, si la cosa no les resulta como pretenden.
De esa manera, resulta ocioso suponer que las agresiones partieron de las filas de Morena. No sólo en el PRD hay quienes no quieren que la delegada de Tlalpan pueda ser una candidata fuerte, de ahí que es muy posible que el pleito que vimos el domingo se repita, quizá con un aumento de la violencia en algunas otras delegaciones de esta ciudad. Por lo pronto, la guerra ya empezó.
De pasadita
Todo parece indicar que el Invea no desaparece, como muchos auguraban. Meyer Klip Gervitz, su presidente, rindió ayer un informe ante el jefe del Ejecutivo local, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y el consejo ciudadano de la institución, y habló no sólo de lo que ya se hizo, sino de las tareas que tiene a futuro, con lo que el Invea aún tiene mucha vida.

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