martes, 27 de febrero de 2018

México SA

Deuda, peligrosa herencia
Con Peña Nieto, 70% más
Muro: silencio oprobioso
Carlos Fernández-Vega
U
na de las herencias peñanietistas más peligrosas es la voluminosa deuda pública, pues a lo largo de su administración el débito no sólo creció de forma sostenida, sino en proporciones verdaderamente preocupantes, hasta superar la cota de 10 billones de pesos (al cierre de 2017), con un aumento de 70 por ciento respecto de la reconocida el primero de diciembre de 2012.
Más de 4 billones de pesos adicionales, y contando (porque falta contabilizar el último año del sexenio), al saldo de la deuda heredada por Felipe Calderón, quien a su vez incrementó sostenidamente el débito público, y buena parte de ese monto se destinó a pagar los intereses de la propia deuda.
El Centro de Estudios de las Finanzas Pública (CEFP) de la Cámara de Diputados analiza el tema en cuestión –del que se toman los siguientes pasajes– y advierte que al 31 de diciembre de 2017 la deuda del sector público presupuestario (compuesta por las obligaciones financieras del gobierno federal, entidades de control presupuestario directo, empresas productivas del Estado, sus subsidiarias y banca de desarrollo) totalizó 10 billones 88 mil 980 millones de pesos, monto superior en casi 396 millones en relación con el saldo reportado al cierre de 2016, que fue de 9 billones 693 mil 217.5 millones.
Al 31 de diciembre de 2017, del total de la deuda registrada, 62.3 por ciento se contrató en moneda nacional, en tanto que el restante 37.7 por ciento son obligaciones financieras contraídas en los mercados financieros internacionales.
La deuda interna neta del sector público presupuestario al cierre de 2017 ascendió a 6 billones 283 mil 58.4 millones de pesos, superior en 273 mil 655.3 millones respecto del monto registrado al 31 de diciembre de 2016.
Por su parte, el saldo de la deuda externa neta para el mismo periodo fue de 192 mil 347.5 millones de dólares, superior en 14 mil 655 millones en relación con el saldo registrado al 31 de diciembre de 2016.
Derivado de lo anterior, los niveles de deuda del sector público alcanzados al 31 de diciembre de 2017 se encuentran en línea con el nivel de endeudamiento aprobado por el Congreso y con el proceso de consolidación fiscal, que busca un menor impacto de la deuda sobre las finanzas públicas y una tendencia decreciente y sostenible respecto del PIB.
Sin embargo, al inicio de la presente administración dicho saldo rozaba 6 billones de pesos y cinco años después rebasó 10 billones, con el consiguiente aumento en el pago de intereses, tanto internos como externos.
Al término de 2017 se redujo el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) como porcentaje del producto interno bruto de 48.7 a 46.2.
Resultado de la suma de todos los compromisos financieros contraídos al 31 de diciembre de 2017, el saldo de la deuda neta del gobierno federal se ubicó en 7 billones 507 mil 461.6 millones de pesos, cifra superior en 314 mil 452.7 millones al saldo registrado al cierre de 2016.
De acuerdo con su estructura, 76.1 por ciento del portafolio total de la deuda del gobierno federal está contratado en moneda nacional, mientras el restante 23.9 por ciento de los pasivos están denominados en moneda extranjera.
En el análisis de la relación de la deuda con el PIB el saldo de la deuda del gobierno federal al 31 de diciembre de 2017 representa 34.6 por ciento, de los cuales 26.3 por ciento lo concentra la deuda interna y el restante 8.3 por ciento corresponde a la deuda externa. La proporción de deuda a PIB registrada al cierre de 2017 es 1.1 puntos porcentuales menor que la registrada al final de 2016 (35.7).
Al término de 2017, la deuda interna neta del gobierno federal ascendió a 5 billones 714 mil 288 millones de pesos, monto superior a los 5 billones 396 mil 301.4 millones registrados al cierre del cuarto trimestre de 2016. Esta evolución se encuentra en línea con el techo de endeudamiento interno neto aprobado para 2017.
Por otro lado, el comportamiento estacional del gasto público durante el cuarto trimestre de 2017 se caracterizó por una expansión para saldar las obligaciones del año fiscal, lo que diluyó el superávit que se había observado hasta el tercer trimestre de ese mismo año, de tal modo que al final del ejercicio fiscal el balance público (incluyendo la inversión de alto impacto) registró un déficit de 238 mil 472.4 millones de pesos.
Se trata de un resultado favorable tomando en cuenta que el déficit programado originalmente era de casi 495 mil millones, es decir, se logró reducir el saldo en 256 mil 400.2 millones. Además, en relación con el déficit observado en 2016, también se alcanzó una considerable reducción de poco más de 265 mil millones.
La contención del gasto público también contribuyó al mejoramiento de las cuentas públicas. Aun cuando el gasto se expandió en relación con el presupuesto programado, resultó 8.7 por ciento inferior al registrado en 2016. La parte programable del gasto, en particular la relacionada con la inversión física, ha sido el componente donde ha descansado la contención del gasto.
Durante 2017 la posición financiera del sector público mostró una mejoría y cumplió con las metas de la consolidación fiscal. Sin embargo, este logro incidió de forma poco favorable en el comportamiento de la demanda agregada, toda vez que, de acuerdo con la información disponible, tanto el consumo como la inversión pública observaron en el tercer trimestre tasas de crecimiento negativas de uno y cinco por ciento, respectivamente.
Por último, durante 2017 los ingresos del sector público presupuestario mostraron una tendencia favorable en relación con el monto programado, pues su captación superó la estimación de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) gracias al buen desempeño de los ingresos tributarios y de los no tributarios; entre estos últimos, los derivados de aprovechamientos, especialmente.
Al cierre del año, los ingresos presupuestarios se situaron en 4 billones 947 mil 160.2 millones de pesos, monto superior en más de 586 mil millones a lo contemplado en la LIF.
Las rebanadas del pastel
El capricho del esquizoide Trump comienza a tomar forma en la frontera Calexico-Mexicali, mientras el silencio del gobierno peñanietista resulta por demás oprobioso…. Todo indica que la modernización del TLCAN y el tipo de cambio de plano no se soportan: ayer el billete verde se vendió a 19.12 pesitos… Va un beso y un abrazo de mi tamaño para mi amada Camila por su velita número 12.
Twitter: @cafevega

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