Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
Martes 26 de febrero de 2019, p. 6
Martes 26 de febrero de 2019, p. 6
La subasta de vehículos que eran propiedad de la Oficina de la Presidencia de la República y utilizados por el extinto Estado Mayor Presidencial arrojó ingresos al gobierno federal por 62.1 millones de pesos, cifra distante del objetivo original anunciado de captar 100 millones. Sin embargo, para el presidente Andrés Manuel López Obrador se trató de una subasta
muy exitosa, augurando que para el próximo remate de aeronaves se podrían captar hasta 10 mil millones de pesos.
De acuerdo con las cifras oficiales presentadas, el precio de salida de los 196 vehículos vendidos fue de 42 millones 717 mil 700 pesos, por lo que en el remate se captaron casi 20 millones de pesos más. Asimismo, se reportó que 21 camionetas blindadas no tuvieron demanda.
Aun cuando en principio se había anunciado que los recursos obtenido por el remate de las unidades se destinarían a la construcción de la Guardia Nacional, el Presidente dijo que
este dinero es para programas sociales, para apoyo a personas con discapacidad, para adultos mayores, para becas. Va a ingresar con ese propósito. Se van a llevar a cabo otras subastas, porque quedaron muchos vehículos. Se van a vender aviones y helicópteros, de los que estamos calculando obtener 10 mil millones de pesos.
Satisfecho con la subasta, López Obrador agradeció a los participantes: “un señor que compró un coche de lujo, además ofreció que si lo necesito me lo va a prestar. Me rayé”.
–¿Y lo va a utilizar?
–No, no, pero le agradezco el gesto. Es un carro que se vendió en 2 millones de pesos.
Como parte de la conferencia habitual, aludió a varios temas, entre otros la iniciativa de reforma para regular el conflicto de intereses y lo que implicarían las restricciones en algunos de sus colaboradores, como el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.
Existe una iniciativa de ley en la Cámara de Diputados que espero pronto se apruebe. Es una ley de austeridad republicana que establece que los funcionarios no pueden trabajar después de estar en el gobierno 10 años hacia adelante, hay una veda de 10 años. Espero que se apruebe para que así ya se termine este periodo vergonzoso de que los servidores públicos pasan a formar parte de las empresas a las que de una u otra forma trataron y, en algunos casos, ayudaron.
Secretarios de Hacienda, de Energía que terminando su gestión se pasaban como asesores de las empresas particulares a las que beneficiaron o les dieron alguna atención.
Los que estaban, por ejemplo, en el Fobaproa, que llevan a cabo el rescate financiero, que en esencia fue convertir deudas privadas de unos cuantos en deuda pública, un desfalco, hasta ahora de 3 billones de pesos, pasaron a ser directivos de los bancos, o sea, es el colmo del cinismo.
–¿Romo podría hacerlo con sus empresas?
–Si tiene conflicto de intereses, hizo alguna negociación con el gobierno, no. Esto es cambio, si no nunca vamos a terminar.
“Hay una especie de enajenación en las cúpulas. ¿Por qué no es posible, si yo estuve en Hacienda, que me vaya a trabajar a un banco o si fui secretario de Energía, por qué no me voy a trabajar a Iberdrola? Ya se me fue, pero ni modo. Tenemos que resolver que haya independencia. Que se pueda diferenciar claramente lo que es el poder público del privado.
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