Versión estenográfica. Homenaje por el 106 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez.
2019, Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:
Se decidió hacer este acto por la importancia histórica que tiene el recordar este día de agravio a la democracia de nuestro país.
Por mucho tiempo se dejó de lado la importancia de la figura de Francisco I. Madero. La derecha no le perdonaba que, surgiendo de ese agrupamiento, siendo un hombre con bienes materiales, un hacendado, que incluso su familia había estado con Porfirio Díaz, él convocara al pueblo a derrocar la dictadura. Eso no se lo perdonaron.
Por eso la saña con que se les trató a la familia Madero; a Gustavo y a él, y a su familia.
Ellos, repito, habían participado en el régimen porfirista. Su abuelo, don Evaristo era simpatizante y amigo de Porfirio Díaz.
En una ocasión le escribió diciéndole que no tomara muy en serio a su nieto. Le dice en una carta que su nieto, entre otras cosas, imagínense, es espiritista: ‘Nos hace pasar mucha pena a la familia’.
Y la izquierda tampoco le dio el reconocimiento que merecía Madero. Un gran historiador llegó a decir que, como había firmado su renuncia, se podía decir que era mártir, pero no héroe. Y un gran historiador, de los mejores de México, de la izquierda.
Y siempre el cuestionamiento de que no se entendió con Zapata, cuando sí hubo interés de los dos por llegar a un acuerdo, pero se presentaron circunstancias –como en todos los procesos políticos- que los dividieron.
Así como llegó a tener muy buena amistad con Villa la tuvo con Zapata, incluso lo invitaba a que juntos platicaran en Tehuacán, porque al presidente Madero le gustaba ir ahí a descansar, a reflexionar a las aguas termales de Tehuacán, Puebla.
No se pudieron entender y hubo un enfrentamiento. Eso debilitó mucho al gobierno del presidente Madero, porque necesitaba una base social para poder llevar a cabo los cambios democráticos y se quedó sin esa base social; y no tuvo más remedio que confiar en los militares porfiristas, que, como aquí lo mencionó Paco, venían de un régimen autoritario, quien se encarga de asesinar al presidente Madero, una noche muy triste como hoy. Cárdenas había estado combatiendo a revolucionarios magonistas en el sur de Veracruz, a Santana Rodríguez, el famoso ‘Santanón’, muchos años antes. Y otros que también participaron en el asesinato del presidente y del vicepresidente habían estado combatiendo a los zapatistas en Morelos.
Entonces, recordar a Madero a es como aquí lo dijo Paco, recordar a un hombre bueno, a un demócrata, a una gente excepcional, extraordinario; de los políticos demócratas más importantes del mundo.
Él quería que se estableciera en México la democracia en circunstancias muy difíciles, porque en nuestro país nunca había habido democracia. Tres siglos de dominación colonial.
De España imponían a los virreyes. Los virreyes imponían en los estados a los llamados alcaldes mayores.
Luego, con la Independencia, nada más recordemos que la mitad del siglo XIX dominó Santana. México fue país de un solo hombre, Santana fue once veces presidente de México; luego 34 años de Porfirio Díaz.
Entonces Madero quería establecer la democracia en un país sin hábito democrático, sin tradición, sin cultura democrática.
Pero él tenía ese ideal de respetar el voto de los ciudadanos. Él fue, además, consecuente en el tiempo que gobernó, creo que no ha habido más democracia en México que en ese periodo, en que él fue presidente.
Cuando iba a haber elecciones en los estados, le escribía a los gobernadores, a veces hasta rallando en la ingenuidad. Les decía a quienes todavía estaban en el gobierno, o que se mantenían en el gobierno desde el porfiriato.
Por ejemplo, le escribía al general Gerónimo Treviño, de Nueva León, que había empezado con Porfirio Díaz desde la época de la Reforma, que era el hombre fuerte en Nuevo León.
Primero gobernó como 15 años, Nuevo León, como hombre fuerte. Y luego, que ya no le convenía a Porfirio, mandó como hombre fuerte al general Bernardo Reyes, y lo hicieron a un lado a Gerónimo Treviño.
Porque Porfirio fue creando una estructura de poder con hombres fuertes, hombres leales. Entonces todo aquel que sobresalía demasiado era hecho a un lado o pasaba a mejor vida. Hay testimonios de eso.
Entonces Treviño, conociendo esto, se hace a un lado, desaparece, pero luego, ya al final del porfiriato, Reyes quería competirle a Porfirio y se opone a que Corral sea candidato a la vicepresidencia y él genera un movimiento.
Y Porfirio resucita políticamente a Treviño y lo vuelve a colocar para hacer a un lado a Reyes, que lo manda al exilio.
Entonces –imagínense- Treviño. Estamos hablando de 30 años o más en el poder, con una mentalidad antidemocrática, autoritaria. Entonces, Madero le escribía a Treviño que seguía siendo gobernador y hombre fuerte en Nuevo León.
Le escribe: ‘Le pido, general, que por favor cuide que las elecciones sean limpias y sean libres; porque yo, general, acepto a quien sea, siempre y cuando sea fruto de la democracia, de elecciones limpias y libres. Yo me entiendo con cualquiera, con el que resulte triunfador en los procesos democráticos’. Y así le escribía al de Veracruz y a los gobernadores en vísperas de las elecciones.
¿Qué presidente de México ha hecho eso en la historia?
Nadie.
Madero, un demócrata, auténtico.
Avanzamos con la Revolución, sin duda, en el terreno económico, en el terreno social, pero no avanzamos en el campo de la democracia. Esa es una asignatura pendiente, desde Madero.
Por eso recordarlo ahora es hacer el compromiso de que vamos a hacer valer la democracia en el país.
Y hacemos este acto en este sitio, porque en esta intendencia estuvo preso y de aquí, un día como hoy por la noche, aunque Cárdenas después menciona que fue en la madrugada del 23. Ese es un asunto de los historiadores que tendrán que resolver. Oficialmente se habla del 22 por la noche.
Lo sacan de aquí, lo visita mientras está preso, cuatro días, lo visita su mamá, y aquí se entera del asesinato de su hermano.
Cuando él está preso, hay un pasaje importante, hoy es 22, el 20 de febrero, doña Sarita Pérez de Madero, y su cuñada, Mercedes Madero se entrevistan con el embajador Wilson para abogar por la vida del presidente depuesto, encarcelado, detenido aquí.
En la conversación el inefable embajador le dice a Sarita, cito textualmente: ‘Pino Suarez es un mal hombre y no puedo dar ninguna seguridad respecto a él’. ‘Él -dice Wilson- es el culpable de la mayor de las dificultades que ha tenido su esposo de usted, esa clase de hombres debe desaparecer’. Termina la cita.
En cuanto a Madero, este embajador canalla le expresa: ‘No se preocupe usted, ni se apure, no harán daño a la persona de su esposo, sé sobre el particular todo lo que va a suceder. Por eso, sugerí que renunciara su esposo. Seré franco con usted, señora, la caída de su esposo se debe a que no sabía gobernar, y nunca quiso consultarme’.
Mientras tanto en la Intendencia aquí, de Palacio, Madero y Pino Suárez y el general Ángeles, acompañados de la noche del 20 de febrero por Márquez Sterling, embajador de Cuba esperaron en vano el llamado para abordar el tren, porque el acuerdo era que renunciaban para salir, el tren que los conduciría a Veracruz rumbo al exilio.
Al día siguiente, Pino Suárez le narra al embajador cubano en forma profética, lo siguiente: ‘Nuestra renuncia impuesta provoca la revolución. Asesinarnos equivale a decretar la anarquía. Yo no creo -como el señor Madero- que el pueblo derroque a los traidores para rescatar a su legítimo mandatario. Lo que el pueblo no consentirá es que nos fusiles, carece, está hablando del pueblo de México de ese entonces, de la educación cívica necesaria para lo primero, pero le sobra coraje y pujanza para lo segundo.
A partir del asesinato, como aquí lo mencionó Paco, se desata la Revolución, que es la fase más violenta, más cruenta del movimiento armado.
De las enseñanzas de este proceso, lo más importante es que se busque siempre el que haya democracia en nuestro país y que se aleje para siempre la amenaza de un golpe de Estado.
Es realmente lamentable lo que sucedió un día como hoy por la noche, o en la madrugada, de mañana, de 1913. Queríamos recordar aquí a un gran presidente, y también al vicepresidente José María Pino Suárez, caballero de la lealtad.
Cuando vino aquí Huerta, Madero lo llamó traidor, y antes de que los sacaran al presidente Madero, al vicepresidente Pino Suárez, liberaron al general Ángeles. Le dijeron: Usted no, mi general. Porque, pienso yo, no querían agraviar al Ejército.
No pensaban que iba a surgir un nuevo Ejército con ese golpe de Estado, con esa traición.
Unos días antes, el día 19, ya el gobernador Venustiano Carranza había convocado a la creación del nuevo ejército, de este ejército, de este ejército surgido del pueblo, de este ejército revolucionario, leal a las instituciones, leal a las autoridades legal y legítimamente constituidas, leal a la democracia, leal a la patria.
Me da mucho gusto poder recordar esta fecha histórica, con el compromiso que en este sexenio va a quedar establecida la democracia como sistema de gobierno y como forma de vida.
Ese es el homenaje a Francisco I. Madero.
Muchas gracias.
Fuera de protocolo y de ceremonial. Miren, no le va a gustar a Paco, pero no le estoy pidiendo permiso.
Este libro lo recomiendo: Temporada de zopilotes. Es el mejor libro que se ha escrito sobre La Decena Trágica, es el mejor trabajo histórico-literario que se ha hecho sobre el asesinato cobarde del presidente Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez.
Ya vamos a ver cómo le hacemos para conseguir los derechos de autor.
No se va a publicar en el Fondo de Cultura Económica, pero a lo mejor en Planeta con un descuento, porque son de los libros que queremos que se conozcan, así como La cartilla moral, de Alfonso Reyes, y otros textos básicos para fomentar la lectura y no olvidar.
Por eso la importancia de tener la coordinación de la recuperación de nuestra memoria histórica y cultural.
Por eso también está aquí Beatriz, que forma parte de este Consejo de la Recuperación de la Memoria Histórica.
Muchas gracias.
MODERADOR: El presidente de los Estados Unidos Mexicanos depositará una ofrenda floral y montará guardia de honor con motivo del 106 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, lo acompañan los distinguidos integrantes de la línea de honor.
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