Víctor M. Toledo
P
arece que entramos a la fase de una gran trasformación. El desmoronamiento del sistema que parece irreversible, como lo muestran días a día numerosas evidencias, ha sido eficazmente aprovechado y potenciado por las fuerzas que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y, tras 12 años de trabajo ininterrumpido, hoy mantiene y acrecienta su ventaja en la competencia por la Presidencia de la República. Como pocas veces, los resultados de las siete principales encuestas coinciden en sus proyecciones. Los datos para los tres candidatos oscilan respectivamente entre 27/40 por ciento (AMLO), 21/24 (Anaya) y 15/24 (Meade) según IPSOS, El Financiero, Mitofsky, GEA-ISA, Parametría, SDP Noticias y el Barómetro Electoral Bloomberg. Este último muestra, además, una clara tendencia ascendente de AMLO y un estancamiento en los otros dos aspirantes. Además, la tremenda crisis, social, moral e institucional que padece el país ha irrumpido de manera total en el juego electoral y ha quebrado, dividido o menguado a las fuerzas que mantenían el sistema. A pesar de tantas contradicciones, desavenencias, decisiones verticales o equivocadas, y de tantos pillos y oportunistas subiéndose al
vagón de la victoria, Morena sigue consolidándose como la primera fuerza electoral del país, incluso en entidades donde su presencia era nula o muy baja (Guanajuato, Sonora, Nuevo León, Chihuahua y Jalisco). El descontento, el hartazgo e incluso la ira de enormes sectores de mexicanos toman un mismo cauce político.
De los muchos hechos inusitados y sorprendentes que han ocurrido (miles de mineros marchando por las calles de Lázaro Cárdenas, Michoacán; el mitin de 8 mil indígenas en Zacapoaxtla, Puebla; el encuentro de numerosas organizaciones campesinas) destaca la entrevista que AMLO concedió durante hora y media a Milenio Tv. El encuentro, ya de por sí inusitado, llama la atención porque abrió la posibilidad de un diálogo público entre el grupo editorial más recalcitrante y reaccionario (con periódico, televisión, radio y otros recursos) y el candidato de la izquierda. Milenio ha sido durante años el principal bastión de periodistas e intelectuales abierta y ferozmente situados en contra de todo lo que huele a
izquierday especialmente de López-Obrador. Dos enemigos acérrimos, dos puntos de vista extremos confrontándose durante 90 minutos resultó un hecho extraño en un país donde el miedo, el contubernio y la censura dominan todavía a los medios masivos de comunicación. El video se hizo viral en las redes sociales y se mantuvo como tema del momento ( trending topic) durante casi dos días (http://www.youtube.com/watch?v=UPT4l7gOs6s).
En 48 horas alcanzó más de un millón de vistas y hoy rebasa 2 millones, con más de 23 mil opiniones. La revisión de una muestra de estas revela que 92 por ciento consideró que AMLO salió triunfante. Esto significa unos ¡10 millones de votos!
Sobrio, sereno y maduro, imponiendo todo el tiempo su propio ritmo, explicando con claridad en cada respuesta y mostrando un profundo conocimiento de cada problemática (el manejo de las cifras fue determinante), AMLO cautivó por su habilidad para manejar, incluso con alegría, una situación extrema. Los seis que lo interrogaron son algunos de los representantes más conspicuos de un mundo que se niega a ver la realidad, y de cuyas concepciones se ha construido un México que camina hacia el colapso. Ellos conforman el sector conservador que se opone a todo cambio, actitud que se construye por un mecanismo de autoengaño, de quienes viven y habitan una pequeña burbuja de la realidad del país y del mundo. Las élites periodísticas de la capital, los intelectuales de la Condesa (faltó Enrique Krauze), quienes se nota que no han puesto un pie en el riquísimo mosaico del México real. Bajo esa mirada se percibió en el debate un coro común, no hecho explícito, de querer demostrarle al auditorio que
AMLO es un loco, un mesiánico, un utópico, un soñador, un demagogo que no sabe cómo llevar a la práctica sus alucinaciones. Tras 90 minutos el público quedó convencido precisamente de lo contrario. Esa misma intención oculta, que por momentos brotó convertida en furia (Carlos Marín), se expresó al máximo en los comentarios rabiosos y bajo un
ataque de nerviosque hizo Vicente Fox sobre ese encuentro (http://tv.milenio.com/politica/vicente-fox-andres -manuel-lopez-obrador-amlo-pension-presidentes- milenio-noticias_3_1144115600.html ).
El video resultante del encuentro constituye un documento de gran trascendencia, porque ofrece una apropiada síntesis del pensamiento de AMLO, y porque permite apreciar con claridad los embates que sufrirá durante los meses que faltan para la elección presidencial.
También es un preludio de los debates oficiales que tendrán lugar. Si el candidato de la izquierda mantiene la misma soltura y contundencia que mostró esa noche y se concentra en hacer llegar sus posiciones a la ciudadanía, especialmente sus soluciones a la corrupción y a la inseguridad, habrá facilitado su camino a la Presidencia.
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