Justicia electoral en Coyoacán// Vales de fin de año, focos rojos // Eligen junta en el Congreso
Miguel Ángel Velázquez
C
omo muy pocas veces, tal vez como nunca antes –habrá que revisar archivos–, la gente acompañó gustosa la decisión de la autoridad electoral de invalidar el ¿triunfo? de Mauricio Toledo en los pies de un futbolista de apellido Negrete.
Los trabajadores, los habitantes de Coyoacán, pero sobre todo la política deben sentir, y en los dos primeros casos se ha hecho público, que por fin desde un órgano electoral se ejerce la ley en bien de la justicia y no en favor de los intereses más oscuros del juego de la democracia.
Y aunque deberemos ahondar en el asunto, hoy la tinta llama a otro problema que no tarda en explotar. Se trata de los vales de fin de año que otorga el gobierno de la ciudad a sus trabajadores y que podría representar una muy importante cantidad de dinero en ganancias para la empresa que los emita.
Hasta ahí las cosas van bien, pero cuando nos dicen que la empresa que repartirá, vía tarjetas de débito, o algo así, los dineros que otorga el gobierno, la situación se complica, y esto por que esas tarjetas serán emtitidas por una de las firmas más implicadas en la vida política del país, la que siempre ha actuado en contra de los intereses que defiende Andrés Manuel López Obrador.
La empresa se llama Broxel. El nombre parece no decirnos nada, pero no hace mucho, el 19 de junio pasado, legisladores de Morena señalaron a esta empresa como la cómplice del frente que formaron PAN, PRD y MC en la compra de votos en su favor, mediante un mecanismo de códigos y depósitos a las tarjetas del Metro. Una táctica muy parecida a lo que hizo en 2012 el PRI con la empresa Monex.
Quienes nos proporcionan información nos aseguran que el jefe de gabinete de la ciudad, Miguel Ángel Vásquez, ha buscado otorgar, o adjudicar de manera directa, a la empresa Broxel la compra de los vales, por un monto que rebasa 2 mil millones de pesos, lo que resulta un magnifico negocio.
Para muchos se trata de un asunto personal, y es que Vásquez podría beneficiar a José Antonio García, que si bien hoy ocupa la dirección de Broxel, antes fue el mero jefe de Sí Vale, y ni más ni menos que de Monex, ambas firmas acusadas de participar en los fraudes o intentos de fraude mediante la compra de votos.
Los focos rojos se encendieron en el gobierno actual porque, según nos cuentan, en los tres años anteriores la empresa de García ha sido beneficiada con el contrato de los vales de fin de año que, como dijimos, significan más de 2 mil millones de pesos. Pero el asunto se pone más difícil cuando se sabe que en las licitaciones pasadas, nos aseguran, tuvo que ver el mismo Miguel Ángel Vásquez.
Para el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, el asunto debe ser investigado y las posibilidades de que el negocio no se logre parece que son muchas, porque de ninguna manera se debería ligar al gobierno de la ciudad con el PRI o con quienes han propiciado un fraude electoral. Ahí no hay perdón.
De pasadita
Ayer quedó formada la Junta de Coordinación Política del primer Congreso de la Ciudad de México y la preside Ernestina Godoy. Por el momento nadie cuestiona el liderazgo, bueno, nadie más que la propia Ernestina.
Y no es que ella no quiera seguir al frente del Congreso, más bien se trata de que su nombre aparece como una de las propuestas para encabezar la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, y hasta ahora no se ha movido.
Sería conveniente que la señora Godoy pidiera que su nombre saliera de la lista de los posibles para la Fepade, o bien que solicitará licencia para separarse del Congreso local. Lo que no se vale son las indecisiones a estas alturas del partido. Suerte.
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